“Llegamos al final de una etapa con la ONU”
- HRL
DIAGONAL: ¿Por qué cada vez se
encuentran más alejados de la misión
de la MINURSO?
ABDELKADER TALEB OMAR: La
nueva resolución prorroga y consagra
el estancamiento en la resolución
del problema. Muestra una
gran debilidad de la ONU, ya que
no habla de derechos humanos y
en las otras 16 misiones similares sí
que lo hace. Esto no es una ruptura
pero tampoco queremos seguir
igual. Esperemos que sirva como
mensaje de irritación y desagrado
por parte de los saharauis. Tanto
marroquíes como franceses dicen
que los derechos humanos no se
respetan por parte de ambas partes.
Nosotros estamos dispuestos a
aceptar este control en los campamentos
de refugiados y en los territorios
ocupados. Pero Marruecos
no quiere, es la demostración de
que tienen algo que esconder.
D.: ¿Esto significaría dejar de reconocer
el papel de mediación de la
ONU para resolver el conflicto?
A. T. O.: Llevamos más de 20 años
esperando sus resoluciones y el
cumplimiento de su misión. Los
saharauis no van a seguir aguantando
sin límites. No hemos decidido
todavía volver a las armas,
apostamos por propuestas no violentas
y de resistencia pacífica. La
directiva del Polisario ahora evalúa
la situación del proceso de paz
y la implicación de la ONU, si esto
no avanza deben empezar los preparativos
para la vuelta a las armas.
Y en el próximo Congreso, la
dirección va a ser interrogada sobre
esto. La necesidad de seguir
con la ONU, en el anterior Congreso,
fue una de las cosas más discutidas.
Estamos llegando al final de
una etapa en nuestra relación con
la Naciones Unidas.
D.: En diciembre o enero debería
llegar el próximo Congreso, pero se
podría retrasar. ¿Está relacionado
con los problemas de la ONU?
A. T. O.: Esta opción la tiene la directiva
nacional, en agosto se decidirá
la fecha, si es lo ya previsto o se
retrasa. Si se retrasa no es nada
nuevo, es algo habitual. Hay quien
defiende que cada tres años son demasiados
gastos. Un Congreso debe
aportar soluciones y diseñar estrategias,
y todas las condiciones
deben ser propicias para esto.
No es ningún secreto que la posición
mayoritaria de los saharauis es
la vuelta a las armas y que se ha perdido
la confianza en la ONU. Yo,
como primer ministro, sé esa realidad.
No soy ajeno a este pueblo, a
su pensamiento, a sus reacciones.
Esperamos y confiamos en que pase
algo para poder avanzar. No podemos
seguir con las manos cruzadas
viendo cómo el tiempo pasa.
D.: ¿Qué decisiones internacionales
podrían frenar la posibilidad de
una vuelta a las armas?
A. T. O.: Los franceses tienen claro
que anexionar el Sáhara es servir a
Marruecos, pues los hechos han demostrado
que esto no les sirve para
conseguir la estabilidad en la región.
Esto ha frenado la evolución
democrática y el desarrollo económico
en el propio Marruecos. Mantener
esta situación podría dirigir a
su población a las cercanías del extremismo
y radicalismo islámico.
España, como responsable en
parte de esta tragedia, debe obrar
para su propio prestigio y lograr la
autodeterminación saharaui. Somos
un país cercano física y culturalmente.
Es el momento de una visión
diferente a la de los años ‘70.
D.: ¿Es la situación de los territorios
ocupados lo más complicado de
gestionar para el Polisario?
A. T. O.: Allí se vive el drama a diario,
Marruecos lo controla a sangre
y fuego. Ahora, también, movilizan
a colonos civiles. Los civiles marroquíes
son utilizados para atacar a
los saharauis y que sus cuerpos policiales
intervengan. Similar a las
milicias indonesias que se enfrentaron
a los timorenses cuando veían
que iban a perder. La tensión sigue,
no hay ningún avance para crear
una atmósfera de entendimiento.
«La intifada no tiene freno»
_ A.T.O.: Las luchas de
liberación nunca se
han analizado desde
el punto de vista de
equilibrio de fuerzas
entre las partes.
Todos han partido de
un balance desigual,
siempre el colonialista
es superior en
medios humanos y
materiales. Pero esos
movimientos inferiores
en medios crean
una desestabilización
en el enemigo hasta
hacerle rendirse y
obligarle a aceptar el
derecho de ese
pueblo. Hay muchos
ejemplos en África,
Asia y América Latina.
En esa experiencia
tenemos confianza y
de ahí es donde partimos
para creer que
podemos obligar a
Marruecos a ceder.
Además la intifada
continúa en los
territorios ocupados.
Es un movimiento
popular, una causa
acogida por todo un
pueblo. Y va a seguir
su camino hasta
encontrar una
solución. Esto ya no
tiene freno.