La UE ignora los acuerdos de la ONU sobre el Sáhara Occidental
El Acuerdo de Libre Comercio sobre
frutas y hortalizas de la Unión
Europea con Marruecos, que fue votado hoy en el Parlamento
Europeo, incluye
a los territorios ocupados. Sin embargo, un documento de la ONU
de 2002 establece que “toda actividad
económica en los territorios del
Sáhara Occidental que no responda
a los deseos e intereses de los saharauis
sería una violación de la Ley internacional”.
Por esta razón los tratados
de libre comercio que, EE UU o
la EFTA (Noruega, Islandia, Suiza y
Liechtenstein) firmaron con Marruecos,
expresamente excluyen al
Sáhara Occidental. Éste es el mismo
principio que rige la política comunitaria
con los territorios ocupados de
Palestina.
El acuerdo prevé un aumento
en las concesiones de hortalizas marroquíes,
que ya constituyen el
80% de las importaciones de la UE
(según datos del Parlamento
Europeo). Lejos de repercutir en el
pueblo saharaui, el principal beneficiario
de este acuerdo comercial es
el propio rey de Marruecos Mohamed VI, según varios informes y noticias publicadas, entre otros, en el diario Público, el periódico
británico The Telegraph y el francés
Tel Quel.
La fortuna de Mohamed VI
Mohamed VI tiene una posición dominante en todos los
sectores del país: inmobiliario, minero,
industrial, agropecuario, turístico,
las telecomunicaciones y el sector
financiero. En 2002, la revista
Forbes estimaba en 573 millones de
euros la fortuna de la familia real. En
2009 ya se cifraba en 1.757 millones.
Según El Economista, en 2010, en
plena crisis, sus empresas triplicaron
beneficios. El dictador tiene en propiedad
al menos 12.000 hectáreas en
las zonas más fértiles, gestionadas a
través del grupo Siger. Este holding
es a su vez propietario de Dominios
Agrícolas, que junto con Soprofel y
Azura son las tres empresas que más
se han beneficiado de los acuerdos
comerciales con la UE, según el informe
presentado por José Bové. El eurodiputado, ligado
al movimiento alterglobalización, fue el ponente de la Comisión de Comercio Internacional. El 26 de Enero, esta Comisión rechazó su informe contrario al acuerdo comercial. Sin embargo el pasado Julio, la Comisión de Agricultura siguió las recomendaciones de su ponente, el europarlamentario Lorenzo Fontana, y rechazó firmar el tratado con Marruecos.
El Informe Bové
En su informe, se toma en
consideración los hechos de la
Primavera Árabe y se observa “que
los acuerdos de liberalización establecidos
hasta la fecha no han logrado
los objetivos planteados” (establecer
una zona de paz, seguridad
y prosperidad) y se pregunta “por la
pertinencia de seguir una política
que favorece los intereses económicos
de actores influyentes sin evaluar
el impacto social en las poblaciones
afectadas y los daños ambientales
causados”.
La falta de derechos sindicales en
Marruecos o el trabajo infantil son
señalados como obstáculos para la
firma. Así como las consecuencias
medioambientales, entre las que destaca
el despilfarro de agua. Para
producir un tomate en Marruecos se
necesitan cien litros de agua, frente a
los diez de Francia. En el Sáhara
Occidental, la extracción de agua de
los acuíferos costeros está poniendo
en peligro el abastecimiento de la población.
Bové señala también incumplimientos
del sistema de pagos en
las aduanas. Como explica a DIAGONAL
Andrés Góngora, del sindicato agrario
COAG: “Por ejemplo, un camión
puede llevar 26 toneladas de tomates
y declarar 20. Así dejan de pagar
aranceles aduaneros al Estado español.
Cuando las inspecciones se ponen
serias, ingresan la mercancía
por puertos de otro país”. Bové visitó
Madrid el 7 de febrero invitado por
COAG, organización que se está movilizando contra el acuerdo
con Marruecos. Han realizado varias visitas a Bruselas "para hacer lobby a los eurodiputados" dice Góngora. Las comisiones de Agricultura, Derechos Humanos y Medio Ambiente del parlamento europeo se posicionaron contra el acuerdo. Pero los tres grupos mayoritarios de la eurocamara; populares, socialistas y liberales, votaron a favor. En contra Los Verdes y la Izquierda Unitaria. El resultado final ha sido de 398 votos a favor, 175 en contra y 50 abstenciones. Los eurodiputados del PP y PSOE se opusieron al acuerdo agrario, pero sin embargo están a favor del acuerdo pesquero.
Rechazo del Acuerdo Pesquero con Marruecos
El 14 de diciembre, el Parlamento Europeo rechazó
prorrogar el acuerdo pesquero
con Marruecos. La decisión
del Parlamento Europeo se basó, sorprendentemente, en
el uso de las aguas territoriales del
Sáhara Occidental, sobre las cuales
Marruecos no tiene jurisdicción según
la ONU. Pero hubo otras razones
de mayor peso. “Asistimos a un
enfrentamiento interinstitucional”,
declara a DIAGONAL Willy Meyer,
eurodiputado de IU y defensor de la causa
del pueblo saharaui. Ese día
muchos europarlamentarios se sintieron
ninguneados por la Comisión
Europea, que sometió a votación la
prórroga por un año en vez de renegociar
el acuerdo de forma que las
comisiones tuvieran voz y voto. Este malestar encontró una excusa en el incumplimiento del artículo 2 del tratado de pesca que obligaba a Marruecos a aportar pruebas de que la población saharaui se beneficiaba del acuerdo. Durante los cuatro años de vigencia, Marruecos no presentó ningún informe.
El pasado 3 de Febrero, la comisión europea autorizó a la Comisaria de Pesca, Maria Damanaki, a retomar los contactos con Marruecos para un nuevo acuerdo pesquero. El texto evita cualquier referencia al Sáhara Occidental tal y como proponían los estados Español y Francés. Sin embargo para iniciar los contactos, la comisaria, también necesita del visto bueno del Parlamento Europeo.
Por otra parte, Dinamarca, que ejerce la presidencia
de turno de la UE, ha advertido
a través de su ministra de
Agricultura y Pesca, Mette Gjerskov, que la firma del
nuevo tratado de pesca será “un largo
proceso que tomará su tiempo”.
Porque “el nuevo acuerdo pesquero
abordará cuestiones tanto de derechos
humanos como de sostenibilidad”. En los países del norte de Europa parece existir una mayor sensibilidad con la situación del Sáhara.
En 2010, un escándalo costó
el puesto al presidente de la patronal
noruega y provocó la caída del ministro
de Economía Sigbjørn
Johnsen, cuando se comprobó la importación
de mercancías procedentes
del Sáhara Occidental etiquetadas
como marroquíes.
Tras la votación del acuerdo comercial agrario con Marruecos cabe preguntarse si la Comunidad Europea hará de la costa sur del Mediterráneo su patio trasero ignorando los derechos humanos y reproduciendo parte del modelo de EEUU en América Latina.
60.000 euros de multa por denunciar el expolio saharaui
El pasado 5 de octubre en Tenerife, activistas de la organización SaharAcciones protagonizaron un acto contra las importaciones de arena del Sáhara Occidental a Canarias. Se lanzaron al agua rodeando un carguero que traía arena y en el que colocaron una pancarta con el lema: “Stop al robo de arena saharaui”.
Según denuncia Julio Quílez del observatorio de los recursos naturales del Sahara Occidental (WSRW por sus siglas en inglés), “gran parte de las más de 500.000 toneladas de arena que exportaba anualmente Marruecos a España, antes de la crisis de la construcción procedía del Sahara Occidental”. WSRW ha pedido entrevistarse con las autoridades portuarias para aclarar el secretismo que envuelve las llegadas de los barcos con arena de la compañía Arabella Shipping. También han solicitado entrevistarse con el Gobierno canario que no reconoce el origen de la arena, “quizás porque sabe que es una violación de los acuerdos de la ONU”. El 4 de enero los activistas canarios fueron informados de que se enfrentan a multas de 60.000 euros. SaharAcciones va recurrir y pide ayuda legal y económica para afrontar las sanciones. De todas formas: “Gracias a las multas, la acción está teniendo mucha repercusión” bromea Quílez. El 21 de enero se hicieron protestas contra esas medidas en ocho ciudades del Estado español.