La solución diplomática en Libia se bifurca
El 11 de julio, Seif al-Islam Gadafi,
hijo de Muammar Gadafi y portavoz
oficioso del Gobierno de su padre,
declaró al periódico argelino El Jabar
que su país mantiene “verdaderas negociaciones
de paz con Francia”.
“Recibimos un mensaje claro de París
por medio de un enviado especial,
que se reunió con el presidente francés”
Según Gadafi, el emisario de
Sarkozy dijo “fuimos nosotros quienes
creamos ese consejo [en referencia
al Consejo Nacional de Transición]
y éste no existiría sin el apoyo
de Francia, el dinero y las armas. El
presidente Sarkozy insistió en que él
era el interlocutor de Trípoli y no los
rebeldes”.
El Gobierno francés no
desmintió los contactos, aunque matizó
que “no hay negociaciones directas,
pero enviamos mensajes mediante
el consejo de los rebeldes y
nuestros aliados”. El portavoz del
Elíseo insistió en que “una solución
política es posible sólo si Gadafi deja
el poder y no desempeña ningún papel
político”.
Todo ello sucedió un día
después de que el ministro de Defensa
francés, Gérard Longuet, sugiriera
un cese de los ataques aliados si
se produjera un escenario de negociación
entre régimen y oposición,
calificando de paso los bombardeos
como “contraproducentes e ilógicos”.
Así pues, al admitir al régimen de
Gadafi como eventual interlocutor,
el Gobierno francés se distancia del
proyecto de intervención liderado
por EE UU, en el que participa junto
a más de 40 países aliados, dentro de
lo que se conoce como Grupo de
Contacto para Libia (GPL). Este grupo
se reunió a mediados de julio en
Estambul para reconocer formalmente
al Consejo Nacional de
Transición (NTC, por sus siglas en
inglés) como gobierno legítimo y único
interlocutor ante la comunidad internacional.
Las medidas aprobadas por el
GPL, incluyendo el desbloqueo y entrega
a los rebeldes de 30.000 millones
de dólares en activos libios congelados
en EE UU, se han encontrado
con la oposición abierta de Rusia.
Su ministro de Exteriores, Serguei
Lavrov, declaró el día 18 que “si se
trata de reconocer el NTC como parte
de las negociaciones, el NTC es
una de esas partes. Si se refiere al reconocimiento
del NTC como el único
representante legítimo del pueblo
libio, como ha establecido el llamado
Grupo de Contacto de Estambul, no
compartimos esta posición”.
Al cierre de esta edición, el asedio
rebelde a la ciudad petrolífera
de Brega se ha reanudado, con amplio
respaldo de aviones y personal
de la OTAN, como informa The
Guardian. Según el medio británico,
los combates continúan también
en los alrededores de Trípoli,
en las montañas de Nafusa, en el
distrito de Al Jabar Al Garbi y en
Misrata, sin apoyo aliado notable
en este caso.
Desde el comienzo de
su intervención el 31 de marzo, la
Alianza Atlántica ha realizado ya
6.000 misiones de bombardeo en el
país norteafricano, produciendo
una cifra de víctimas que llegaría
hasta 900 muertos, en palabras del
corresponsal de TeleSur, Rolando
Segura. En cuanto al número total
de muertos que ha producido esta
guerra, la ONU lo sitúa entre
10.000 y 15.000 personas.