La defensa de los montes se deja en manos privadas
Sólo en los primeros cuatro meses
de 2012 se han producido más de
600 incendios. De ellos, 750 hectáreas
se quemaron en el corazón del
parque natural de Fragas de Eume,
en A Coruña. Después, en mayo, ardieron
en Rasquera, en Tarragona,
más de 3.000 hectáreas y, al cierre
de esta edición, otras 500 de monte
se habían calcinado en Castellet i la
Gornal, en Barcelona.
El 85% de los fuegos que arrasan
nuestros bosques son provocados
por la intervención humana, por negligencia
o intencionadamente, y sólo
el 10% se atribuyen a fenómenos
naturales. Este año, a estos factores
hay que sumar otro: los recortes presupuestarios.
Medios humanos y sequía
El medio ambiente también va a acusar
las políticas neoliberales. Está
previsto que se empleen menos medios
técnicos, pero sobre todo menos
medios humanos para la
Campaña de Incendios que se inició,
en casi todas las comunidades
autónomas, el 1 de junio y que estará
vigente hasta el 30 de septiembre.
Según los datos oficiales, los recortes
van del 50% en Castilla y
León, con respecto a los presupuestos
de 2011, el 20% en Castilla La
Mancha, País Valencià un 13%, Galicia, entre un 20 y un
30%, al 5% en la de Madrid, entre otras comunidades. Sin embargo,
sindicatos y asociaciones de
trabajadores forestales explican que
los recortes en la campaña antiincendios son
mayores que los anunciados por las
administraciones. En el caso de
Madrid, según los trabajadores forestales
del Infoma (Incendios
Forestales de Madrid), la disminución
de recursos humanos es mayor.
F.H., iniciales de un trabajador de
los retenes forestales de la Comunidad
de Madrid, denuncia a
DIAGONAL: “Trabajamos en colaboración
con los bomberos de la
Comunidad de Madrid. Normalmente,
vamos cinco personas en el
camión, de ellas uno es un bombero.
Este año los bomberos de Madrid
se han negado a ir a los retenes antiincendios”.
Según este trabajador
forestal, hasta ahora, la extinción de
incendios en los montes madrileños
y zonas rurales la hacían estos funcionarios
con horas extras.
“Cobraban 32 euros por hora, con
guardias de hasta 24 horas, una pasta,
pero eso tiene una contrapartida,
la Comunidad de Madrid no ha convocado
plazas de bomberos desde
hace más siete años y existe un déficit
de más de 300 bomberos en esta
región”.
La privatización del servicio
El 13 de junio, un par de días antes
del inicio la Campaña de Incendios
en Madrid, el cuerpo de bomberos
de esa comunidad llevó a cabo una
votación y decidió no hacer horas
extras para ella. Denuncian que la
postura de Esperanza Aguirre ante
la falta de personal, supone un chantaje
que les obliga a trabajar más durante
todo el año.
Según F.H., está clara cuál es la
política autonómica en el plan de incendios:
“Para el Gobierno de la
Comunidad de Madrid los incendios
son un negocio. Se reduce personal
y se privatiza.
y la extinción de los incendios la llevan
a cabo, también, dos empresas
privadas, MATINSA [filial de FCC] de
Esther Koplowitz e INFOSA, de
Florentino Pérez, empresario y actual
presidente del Real Madrid. La
Comunidad de Madrid cada vez da
más concesiones a estos empresarios
en cuestión de incendios”.
En contraposición, la plantilla de
trabajadores públicos de extinción
de incendios del Infoma cuenta con
una sentencia del Tribunal Supremo
(TS) que les reconoce como empleados
fijos-discontinuos y que la
Comunidad de Madrid se niega a
aplicar. A día de hoy, de los 238 trabajadores
a los que se les reconoció
su condición de fijos-discontinuos,
el Gobierno regional solamente ha
aplicado la sentencia a 109, tras manifestaciones
y más denuncias.
“Esperanza Aguirre no acata lo que
han dicho los tribunales”, dice el empleado
forestal.
Este trabajador asegura que el
monte se entiende por el partido en
el Gobierno como la posibilidad de
sacar rédito económico, no como
la obligación de la protección civil
y del entorno como marca la ley.
“El territorio en la región de Madrid
tiene una peculiaridad diferente a
otras comunidades autónomas, como
por ejemplo la castellanomanchega.
Hay una gran densidad de
población y en la mayoría de los casos
cuando se produce un fuego
existen urbanizaciones cerca y eso
hace que los incendios sean más peligrosos.
Este año, además, dos de
los helicópteros antiincendios no
han conseguido la certificación de
aviación civil porque la documentación
se ha presentado tarde. Con las
dotaciones que hay para este verano,
el sur de la región está desprotegido.
Por tierra, desde el Parque
contra Incendios de Arganda, que
cubre 23 municipios, para llegar a
muchos de esos pueblos es necesario
invertir más de una hora por carretera,
como en el caso de los
municipios de Estremera o Carabaña”,
advierte este trabajador.
Explica que la región cuenta con
medios técnicos, como “un helicóptero
que lleva una cámara muy potente
capaz de detectar un conato
de incendio a 50 km, pero no sirve
para prevención ni extinción.Se empleó
para seguridad durante la visita
del papa. Y costó medio millón de
euros”, afirma F.H.
Malas prácticas
Según los trabajadores de los retenes
antiincendios, la Comunidad de
Madrid no prohíbe prácticas peligrosas
como que las cosechadoras
trabajen a las tres de la tarde.
Explican que “las palas de estás máquinas chocan contra las piedras y
saltan chispas que en muchos casos
producen incendios, además la paja
de los cultivos arde rápidamente”.
Todo esto unido al recorte en personal
para los retenes.
Según F.H.,
“antes se contrataba a unos 400 trabajadores
(tanto en extinción como
en vigilancia). Ahora no llegamos a
los 300, se pierde una media de dos
retenes por año. El año pasado se
contrató 160 trabajadores por cuatro
meses. Este año, se han contratado
sólo 60 personas para extinción en la Comunidad de Madrid, aunque se
comprometieron a aumentar la
plantilla. En las tareas de control, en
2011 había 40 torres de vigilancia
hoy sólo hay 19 en toda la región”.