Cómo camuflar un ataque a la clase precaria
- Foto: Juan Carlos Rojas
Aunque CC OO y UGT trataron de
que el Gobierno postergara su avance
de Reforma Laboral, sus direcciones
salieron satisfechas de la reunión
en que ésta se les presentó porque
consideraron que sus propuestas
“habían dejado huella” en el texto.
También la patronal (CEOE y Cepyme)
se mostró conforme con el papel
avanzado, un borrador que apenas
esboza las normas que van a tocarse.
“El texto es muy genérico y poco claro,
y puede dar lugar a diferentes interpretaciones,
lo que supongo que
es justo lo que se buscaba”, resume
el economista José Luis Carretero.
Para el abogado Raúl Maíllo, el
borrador y el resumen de la propuesta
recorren los mismos senderos de
las anteriores reformas. La gestión
empresarial del empleo; la reducción
del precio del trabajo asalariado;
el hecho de que el coste fijo del
factor trabajo pase a ser un coste variable
y la flexibilidad interna de la
prestación salarial, son, a juicio de
este abogado, los objetivos de la reforma:
“Se trata de equiparar el coste
del trabajo al coste de la luz, de
forma que se pueda apagar el interruptor
y eliminar el coste”.
Enfrentarse a la reforma
Sobre el papel de CC OO y UGT,
Carretero cree que “si se inicia un
proceso amplio de movilizaciones en
la calle, las direcciones de los sindicatos
mayoritarios se verán obligadas
a responder mostrando mayor
oposición, so pena de incrementar la
deslegitimidad que ya padecen”.
Raúl Maíllo cree que los sindicatos
de concertación han comenzado
un proceso de mínima reacción, que
forma parte de una puesta en escena
previa a la rúbrica de la reforma.
“Asumida la inacción ante una crisis
como la actual y la traslación de la
crisis hacia los más débiles así como
la intervención de los poderes del
Estado a favor de la reconstitución
de empresas y banca”, explica este
abogado, “sin avanzar en la efectividad
de los derechos sociales y económicos;
sin reforzar la posición de
los trabajadores en el contrato de trabajo,
y sin afrontar la reforma de la
externalización y subcontratación,
que aleja a numerosa población asalariada
de la negociación colectiva y
que permite una contracción del empleo
en momentos como el actual;
sin conflicto laboral y sin coste ni
control colectivos del proceso, se denota
una imposibilidad para poder
enfrentar una reforma laboral en defensa
de los derechos de la población
asalariada”, concluye Maíllo.
Contratación
El borrador reconoce como debilidad
del mercado la «excesiva
segmentación entre trabajadores
con contratos fijos y con contratos
temporales», algo que, para el
economista Julio Rodríguez, «puede
llevar a otra segmentación
entre nuevos y viejos contratos».
Despidos
El Gobierno apuesta por la flexibilidad
interna frente a la actual,
externalizada. Para el economista
José Luis Carretero, esto sigue los
dictados de los teóricos liberales
cuya intención es culpar a los trabajadores
fijos y sustituirlos por
trabajadores precarios.
Flexibilidad
El Gobierno habla de «reforzar y
racionalizar» el principio de causalidad
del despido. Para el abogado
Raúl Maíllo lo que se pretende
«es eludir el mínimo control
tanto de la autoridad laboral
como judicial para dárselo
únicamente al empresario».
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