Los clubes de fútbol apuran su última copa
El fútbol español vuelve a estar al borde del precipicio. En las últimas semanas se ha publicado que la deuda de los clubes de fútbol español con la Agencia Tributaria ascendía a 752 millones de euros al finalizar 2011. Pero la realidad va un poco más allá de lo que ha anunciado Hacienda. A estas cantidades hay que sumarles los 10,5 millones que los clubes adeudan a la Seguridad Social. Si se le añade las diferentes deudas con entidades privadas y financieras, la cantidad comprometida por los clubes podría ascender a más de 2.500 millones, según diferentes estimaciones.
El problema es, en primer lugar, de transparencia. Las deudas con la Agencia Tributaria siempre han estado rodeadas de confusión, ya que en ocasiones no se contabilizan las cantidades aplazadas con el propio fisco. Por tanto, el montante total podría superar lo publicado por el Ejecutivo. La segunda parte del problema es que, con las arcas públicas secas, la ayuda de los consistorios, imprescindible en otros tiempos, hoy es inviable, por ello se ha multiplicado el número de equipos en situación concursal. Según José María Mollinedo, secretario general del Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda Gestha, el concurso de acreedores es una figura muy recurrida por los clubes para evitar sanciones. En primera división, se han acogido a esta fórmula Zaragoza, Levante, Rayo Vallecano, Betis y Racing de Santander. “Se crearon enormes expectativas sin lograr éxitos deportivos”, explica José María Mollinedo, secretario general de Gestha, que pone como ejemplo la denominada ‘Ley Beckham’ aprobada en 2004 por José María Aznar, que favorecía la llegada de figuras extranjeras que tributan un tipo reducido al fisco, un 24%, frente al 43% de los nacionales con rentas superiores a los 600.000 euros. Así llegaron el ‘spice boy’ Beckham, Ibrahimovic, Kaká o Cristiano Ronaldo. La Ley se derogó en 2010 pero las estrellas piden al club una ficha anual bruta para ahorrarse lo que se paga al fisco.
La reforma de la Ley Concursal aprobada en septiembre de 2011 modificó la norma por la que los clubes en concurso de acreedores evitaban el descenso por impagos, aunque esta medida aún está condicionada a la reforma de la Ley del Deporte Profesional. La Liga de Fútbol Profesional, patronal que representa a los clubes de primera y segunda, asegura que no hay incumplimientos al existir aplazamientos de las deudas. Algunos clubes reconocen dichos acuerdos con Hacienda: el Valencia fía su deuda de seis millones a doce años de derechos de imagen; el Levante, en concurso, pagará su deuda de 22,8 millones en cinco años, y el Atlético de Madrid, que en junio de 2011 debía 215 millones, hizo un pago en septiembre de 50 millones. Aquellos equipos que adeudasen el próximo verano nóminas, descenderían de categoría. Pero hecha la Ley, hecha la trampa. Según publicaba a principios de año un conocido diario deportivo, los clubes podrían agarrarse a una sentencia del Juzgado de lo Mercantil número 1 de Córdoba, que advertía que la actual Ley Concursal prevalecía sobre el reglamento de la LFP, por lo que los clubes que presentasen insolvencia podrían evitar el descenso.
Picardía en las áreas
Según las estimaciones del Ejecutivo, los clubes de primera adeudarían cerca de 490 millones de euros; los de segunda división A, aproximadamente 184 millones; y el resto, unos 78. Recientemente, el Real Madrid ha salido a la palestra para negar deudas pendientes con Hacienda, al igual que el Fútbol Club Barcelona, que aseguraba haber liquidado a finales de año su deuda de casi 50 millones. Por su parte, el Atlético de Madrid es uno de los clubes más endeudados, entre 140-200 millones, casi una tercera parte del total. El club colchonero no llega a 100 millones de ingresos anuales, pero curiosamente es el equipo que más se gastó este año en fichajes. El tercer equipo de la capital en número de abonados,
Clubes como el Valencia fían su deuda de seis millones con Hacienda a doce años de derechos de imagen
el Rayo Vallecano, se encuentra en proceso concursal y adeuda cerca de 35 millones, unos 24 a las administraciones públicas. Otros casos sonados: Hacienda se convertía en el principal acreedor del Málaga con un 56% de su deuda (15,5 millones); el Racing de Santander presentó concurso en julio pasado, y el Real Betis, de Sevilla, tiene una deuda de entre 65 y 90 millones de euros. El colista de primera, el Real Zaragoza, está en proceso concursal. Y el líder de segunda, el Deportivo de la Coruña, mantiene una deuda de 100 millones con Hacienda y banca.
Para evitar una nueva escalada de la deuda, el 1 de julio entrará en vigor el mecanismo Financial FairPlay de la UEFA, por el que los clubes deberán sanear sus balances en tres años para participar en competiciones europeas. En el Estado español, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha pedido limitar los sueldos de los jugadores hasta que los clubes paguen su deuda, pero los clubes se defienden. Desde un equipo andaluz de primera destacaban los ingresos que el Gobierno recibe en concepto de impuestos por los dividendos que generan los clubes con su negocio. Según esta parte interesada, serían unos 7.000 millones de euros anuales. Actualmente, la LFP ingresa cada año 618 millones por derechos televisivos (Italia o Inglaterra superan los 900 millones). Algunos abogan por repartir un 30% de esos ingresos entre los clubes que más generan (Real Madrid y Barcelona) y repartir el resto entre los demás equipos. Existen informes que destacan que segunda ingresa 170 millones mientras que gasta casi cien millones más. Economistas, como el profesor de la Universidad de Barcelona José María Gay de Liébana, están convencidos de que el Gobierno no se atreverá a tocar el negocio del fútbol y que muchos clubes lo aprovecharán para incumplir sus obligaciones.
HISTORIA DE UNA COMPLICIDAD
En 1985 el Gobierno de Felipe González condonó a los clubes una deuda de 20.727 millones de pesetas, se les cedía un 3% de recaudación de las quinielas, y se les instaba a sanearse.
En 1991, antes de la llegada de las sociedades anónimas, los clubes de fútbol adeudaban 31.000 millones de pesetas, por lo que Javier Gómez Navarro firmó un convenio que cancelaba las deudas de los equipos de primera y segunda y dejó en un 10% el dinero de las quinielas que reciben los clubes. Pero el agujero se hizo más hondo. Los derechos televisivos prometían dinero y los equipos se endeudaron con fichajes, con el beneplácito de las administraciones públicas, que permitieron artificialmente su supervivencia a través de mecanismos como la recalificación y permuta de terrenos, el patrocinio o el rescate. El último club en negociar con las administraciones ha sido Osasuna, que ha pedido al Gobierno Foral de Navarra un aplazamiento de su deuda a 75 años.
TRES CLUBES CON BULA
Real Madrid > Más recalificaciones
Más allá del pelotazo de la Ciudad Deportiva del Real Madrid y los terrenos de Valdebebas, el club merengue continúa teniendo bula del Ayuntamiento gracias al, por entonces, alcalde Ruiz-Gallardón, quien antes de abandonar el cargo aprobó la recalificación de la superficie del estadio Santiago Bernabéu en la acera de la Castellana que pasó a ser propiedad de Real Madrid. El
Ayuntamiento entregó esas parcelas a cambio de las plusvalías sobre las torres de la antigua Ciudad Deportiva. El Real Madrid proyecta crear un centro comercial que les aporte 200 millones de euros.
Valencia > Bankia compra Mestalla
Otro club beneficiado con exenciones fiscales fue el Valencia (cuya deuda actual El País cifra en 360 millones), al que el Ayuntamiento de la ciudad permitió recalificar Mestalla para uso residencial y comercial. En diciembre, el club anunció que había llegado a un acuerdo con Bankia para vender el estadio actual por 250 millones, lo que le permitirá retomar las obras del nuevo estadio, cuya inauguración se anunció para 2009 en el momento de la recalificación.
Málaga > Nuevo pelotazo
Según informa La Opinión de Málaga, el miércoles 21 de marzo, la gerencia de urbanismo del Ayuntamiento de Málaga dio el visto bueno a la inclusión en el Plan General de Ordenación Urbana Municipal de la recalificación de los suelos de La Rosaleda, el estadio del principal equipo de fútbol de la ciudad. La construcción de un nuevo campo, el Puerto de la Torre, que en un principio estuvo supeditada a la candidatura ibérica para organizar el mundial de fútbol, será posible sólo gracias a una recalificación de los terrenos del actual estadio para la construcción de viviendas que Diario Sur estima entre 20 y 30 millones de euros. El nuevo estadio tendrá un coste aproximado de 200 millones.