Pallasos en Rebeldía denuncia los "muros de la vergüenza" en Melilla
El pasado 22 de agosto el colectivo Pallasos en Rebeldía actuó para los niños y niñas en la explanada del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI)
Pallasos en Rebeldía ha querido poner el foco en este muro
de la vergüenza como ha venido haciendo el último año en las fronteras
de una Europa que se ha blindado frente a miles de personas mal llamadas
refugiadas, ya que el refugio, su legítimo derecho, es precisamente lo
que les está siendo negado: Idomeni, en la frontera heleno-macedonia, o
Calais, en Francia.
Unas 1.800 personas viven en los 15 campamentos que hay
repartidos alrededor de Nador, e intentan atravesar el Estrecho en
patera o saltar la frontera de 11, 5 kilómetros de largo, 7 metros de
altura y, según el tramo, 2 o 3 líneas de valla, que blinda Melilla.
Dispensadores automáticos de gas pimienta, cuchillas o cámaras móviles
son algunas de las “herramientas” que esta tecnología del terror ha
dispuesto para disuadir a las personas de su derecho legítimo a la libre
circulación. Este sábado 42 personas originarias de Guinea Conakry y
Mali consiguieron saltar las barreras con ganchos de hierro en las manos
y con los pies calzados con zapatos preparados con clavos.