Nuit Debout: la indignación prende en Francia
La Nuit Debout, la noche en pie, el movimiento de confluencia de luchas que arrancó en Francia el pasado 31 de marzo, tras la jornada de huelga general convocada contra la Ley del Trabajo, se extiende en ciudades de todo el país, aparcando el pesimismo e inmovilismo en el que la izquierda francesa se había instalado los últimos años. “Por fin pasa algo en este país” es una de las frases que más se repiten estos días en plazas como la de la República de París, epicentro del movimiento contestatario.
“Por fin pasa algo en este país” es una de las frases que más se repiten estos días en plazas como la de la República de París
Convergencia de luchas
“Es un movimiento no vertical y sin líderes, de convergencia de luchas. Buscamos crear algo nuevo e inédito. Somos más ambiciosos que un partido político”, prosigue Simon bajo uno de los toldos de la plaza que protegen hoy del sol pero otros días de la lluvia –la primavera es intempestiva en París– y que cada día deben montar y desmontar tras el desalojo policial.
La resistencia frente a un cerco policial cada vez más omnipresente es uno de los interrogantes para la continuidad de un movimiento que se ha desmarcado de los diversos enfrentamientos directos que ha habido hasta ahora con la policía.
En los grandes medios de comunicación franceses proliferan las críticas sobre una supuesta falta de concreción en las demandas del movimientoEn los grandes medios de comunicación franceses proliferan las críticas sobre una supuesta falta de concreción en las demandas del movimiento. Para Simon, de momento, esto no es en sí un problema: “En las diferentes comisiones se debaten temas muy concretos, justo estamos empezando a conocernos, hemos empezando a caminar para ir muy lejos”.
Frédéric Lordon, economista crítico y una de las voces más ovacionadas en las asambleas de París, a pesar de que él y el movimiento mismo escapan por ahora de todo liderazgo, apeló en la asamblea del pasado sábado a fijarse objetivos concretos e intermedios como la lucha contra la Ley del Trabajo. Aunque recordó que “no estamos sólo contra esa ley, sino contra su mundo, el mundo en que los trabajadores viven bajo el miedo y el poder de un patrón que tiene en sus manos su supervivencia misma”.
Como medio, Lordon propuso la huelga general (“hay que bloquearlo todo para que todo se desbloquee”), y entre sus propuestas, la de una nueva Constitución social. Una comisión ya trabaja en la plaza para poner en marcha una Asamblea Constituyente.
Otra de las preocupaciones de la Nuit Debout es “salirse de sí mismos” y extender el movimiento hacia el ámbito rural y las periferias urbanas, donde vive mayoritariamente la población socialmente más excluida y de origen migrante –la fractura de la herencia colonial sigue en la Francia del siglo XXI–.
Sin embargo, esta composición ha ido diversificándose, sobre todo durante los fines de semana, en los que acuden familias enteras y personas de todas las edades y orígenes distintos. Por otra parte, la voz de colectivos de refugiados y migrantes sin papeles está muy presente en un movimiento que se reclama a sí mismo “la voz de los sin voz”.
Sea cual sea su futuro, las protestas contra la ley del trabajo siguen en el país –las próximas están convocadas para el 28 de abril– y la actividad no para de aumentar en decenas de plazas de un país que se ha puesto de nuevo en pie.
El Gobierno se fractura
Ahora, el ministro de Economía, Emmanuel Macron, uno de los más liberales del Ejecutivo, ha anunciado la creación de un movimiento político propio en vistas a los comicios presidenciales.