El acuerdo en Burkina Faso recoge las demandas de los golpistas
Tras el golpe de Estado del general Diendéré, cercano al dictador Compaoré destituido en noviembre del año pasado, que tuvo lugar el 16 de septiembre, la Comunidad Económica de África Occidental (CEDEAO) ha enviado a Burkina Faso a los presidentes Macky Sall, de Senegal, y Yayi Boni, de Benin, para realizar labores de mediación.
Las negociaciones comenzaron el 19 de septiembre y esa misma noche fue anunciado un acuerdo. El documento firmado por los dirigentes africanos incorpora los principales reclamos de los golpistas y de los partidarios de Blaise Compaoré. Este acuerdo, aseguran los firmantes, da respuesta a un país profundamente dividido entre dos bandos que compiten por el poder en una lucha fratricida.
El movimiento ciudadano Le Balai Citoyen ha desmentido dicha idea de país dividido. Además, ha asegurado de que se trata de una ofensiva mediática para vender a la comunidad internacional la necesidad del antiguo régimen y obligar al país, de este modo, a aceptar el acuerdo. Para dicho colectivo, esta propuesta da la espalda a todo lo que el pueblo de Burkina Faso ha construido desde que en octubre del pasado año lograra volcar 27 años del régimen dictatorial del Blaise Compaoré.
Esta mañana, la capital del país ha despertado con la liberación del primer ministro de la transición Isaac Zida, hasta ahora en manos de los golpistas. Asimismo, los soldados del ejército de Burkina Faso, que apoyan al gobierno destituido, han planteando un ultimátum a los golpistas para abandonar el poder.
Según las imágenes difundidas en Facebook, parece que muchas de las ciudades de provincia han escapado al control de los golpistas. En Uagadugú el RSP controla aún una parte de la ciudad. Varias manifestaciones han sido convocadas por Balai Citoyen. Los sindicatos, muy representativos y combativos en Burkina han lanzado una huelga general. Los próximos días serán decisivos para una salida de la crisis protagonizada por la ciudadanía.
Comunicado de Balai Citoyen
La perversa película que se desarrolla ante nuestros ojos en Burkina
Yayi Boni (Presidente de Benín) nos ha anunciado una buena noticia. Y aquí esta, fea y cruel. La CEDEAO (Comunidad Económica de Estados de África Occidental) acaba de proponer un vergonzoso acuerdo para salir de una crisis, que no existe. No hay protagonistas. Solo hay agresores, terroristas frente a la población civil que es masacrada y que resiste.
El pueblo de Burkina está a punto de ser castigado por haber desafiado el orden establecido. Los productores de esta serie de ficción son la CEDEAO, mafioso sindicato de jefes de Estado africanos e intereses franceses que apoyan el secuestro del pueblo realizado por la RSP (Regimiento de Seguridad Presidencial). Un secuestro realizado a las órdenes del general que fue condecorado con la Legión de Honor por Sarkozy en 2008. Para ellos, el Burkina de la impunidad y la corrupción generalizada debe renacer sobre las cenizas del país de los hombres íntegros, del Burkina de Sankara.
Macky Sall y Yayi Boni deber haber regresado a sus casas contentos. La misión de distracción había sido cumplida, mientras nuestro presidente y su primer ministro siguen en manos de los secuestradores. En el acuerdo la RSP continua y ni siquiera se ha propuesto de ponerla bajo la orden directa del Estado Mayor de los Ejércitos.
Macky Sall et Yayi Boni no han dicho nada sobre los muertos que se amontonan en la morge ni sobre las decenas de ciudadanos gravemente heridos amontonados en los pasillos del hospital Yalgadoo.
El Général golpista Diendéré representa bien su papel, exige y obtiene una redistribución de las cartas: la impunidad total y la restauración del sistema abatido.
Todo esto, sobrepasa al pequeño soldado y torturador de la RSP. Ellos no son más que un peón en este juego donde los maestros en la sombra tienen planificado desde hace tiempo el funcionamiento y formato de nuestros estados africanos.
Si no nos ponemos en guardia muchos de nuestros ciudadanos van a terminar aceptando el nuevo acuerdo como un mal menor, sin darse cuenta de lo que supone como vuelta al régimen derogado por la insurrección popular.
En breve los líderes religiosos y tradicionales manipulados por Blaise Compaoré se atreverán a pedirnos que los perdonemos, el bla,bla,bla de "En nombre de Dios, de la Paz .......", olvidando que esos terroristas dispararon en casa de Mogho Naba (jefes tradicionales) y martirizaron a los resistentes del Hotel Laico bajo la mirada cómplice del cuerpo diplomático.
En realidad no se trata solo de que se larguen Diendéré y su RSP, que no son más que peones al servicio de una organización transfronteriza globalizada y sofisticada, sino destruir la secta mafiososa que quiere acaparar los aparatos de nuestros Estados.
Por esta razón es necesario poner fin a esta perversa película producida por la CEDEAO que tiene como director a Macky Sall, Yayi Boni y a otros actores y figurantes, con sus Bubús bordados y sus trajes de chaqueta caros.
No debemos ser figurantes ni peones, nosotros debemos anticipar los golpes con antelación. Debemos cavar la tumba del imperialismo.
Adelante con la resistencia.