El maquillaje de las cifras de emisiones de CO2
La economía española redujo un 1,4% la cantidad de toneladas de gases de efecto invernadero emitidas a la atmósfera en 2012. El Instituto Nacional de Estadística presentó ayer unas cuentas medioambientales de emisiones, en las que este organismo destaca que la última reducción se suma a las ya producidas en los cuatro últimos años, descenso que coincide el estallido de la crisis y el desplome de una de las actividades más contaminantes como es la construcción. En total, la economía española emitió 341,9 toneladas de Dióxido de Carbono (CO2) y otros gases de efecto invernadero medidos en un valor de dióxido de carbono equivalente (C02E). El descenso general en casi todas las ramas de actividad y hogares contrasta con el incremento de las emisiones en la que ya es la principal rama contaminante, el sector de la generación eléctrica, cuyas emisiones aumentaron un 5,2%. Son 91 mil millones de toneladas, que suponen el 26,7% del total.
El ecólogo Fernando Prieto, coautor del Informe de Evaluación del Plan de Energías Renovables en España, ha explicado a Diagonal a raíz de estas cifras que el aumento de la generación eléctrica se explica por un aumento significativo (del 23,7%) del uso de carbón para la generación. Para Prieto, "se revela que seguimos teniendo una economía adicta al petróleo y al carbono y que no se ha producido, a pesar de la crisis, el necesario cambio hacia una economía baja en carbono".
No obstante, se sigue manteniendo la dependencia del carbón "incumpliéndose de nuevo el Real Decreto 134/2010 aprobado para restringir el carbón de importación y para favorecer el nacional". Para Prieto, este hecho explica que incluso en estos años de fuerte crisis no se observe una disminución de las emisiones energéticas. Asimismo, remite a una información publicada por el medio de comunicación Voz Pópuli, que alerta de que las eléctricas habrían utilizado fuentes energéticas más caras y contaminantes, carbón y gas, para encarecer el recibo de la luz. Este hecho está siendo investigado por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia.
Junto a la estadística de emisiones, el INE ha presentado las cifras sobre impuestos ambientales, estos se redujeron en 2012 un 3,4% respecto a 2011. El Estado recaudó 16.134 millones de euros por "impuestos sobre la energía, impuestos sobre el transporte e impuestos sobre la contaminación y los recursos". Con 9.100 millones de euros, los hogares son los que absorben más de la mitad de estos tributos --el 56,6%--, mientras que los sectores industriales aportan el otro 43,6%. En este punto destaca el poco peso de los impuestos ambientales en el sector de suministro de energía eléctrica, gas, vapor y agua, que solo aporta un 3% de lo recaudado vía impuestos, a pesar de que ha sufrido la variación interanual más acentuada del último año (pagan un 10%, para un total de 500 millones de euros).
Tom Kucharz, de Ecologistas en Acción, también señala que fuera de la foto están las emisiones importadas por el comercio internacional. Tanto las compras de "aire caliente", que reducen el peso de las emisiones a través de la compra a terceros países de derechos de emisión, como las emisiones producidas por la huella de carbono de productos importados por España cuyas emisiones no aparecen contabilizadas. Si tomamos la Unión Europea en su conjunto, explica Kucharz, "la huella de carbono aumenta un 25% al incluir las importaciones. Su huella hídrica aumenta un 81% si se considera el agua incorporada en los productos importados; su huella de materiales un 41%; y su huella de suelo, se duplica".
Beneficios para las empresas
El reparto de las cuotas de emisión a las empresas, "nefasto", según Fernando Prieto, explica otra parte de los datos presentados hoy. Entre 2008 y 2012, las empresas han tenido un superávit de los derechos asignados previamente del 10,3%, "lo que ha permitido vender ese exceso de derechos en los mercados internacionales y obtener liquidez". Ese superávit, explica este ecólogo, ha alcanzado el 47% en los sectores industriales.
El aumento de las emisiones previsto para 2012 respecto a 1990, año de referencia marcado por el protocolo de Kyoto, era de un 23,8%, lo que superaba en un 15% los compromisos adquiridos por la UE. Prieto reseña que la ONU está debatiendo una reducción del 70% de las emisiones y la UE del 40% para el año 2030, motivo por el cual, según Prieto "España debe empezar a tomarse este tema en serio", porque, concluye, "las economías más bajas en carbono serán las más eficientes y eficaces en el futuro próximo".