Empieza la andadura de Guanyem en València
En el mes de agosto diversos colectivos trabajaron para convocar la asamblea ciudadana del 23 de septiembre en el teatro Micalet de València. El objetivo: sumar a los ciudadanos a la iniciativa Guanyem. En palabras de Héctor Illueca, miembro del Frente Cívico Somos Mayoría y uno de los impulsores de la iniciativa, “la intención es que se abra un proceso de debates para elaborar una propuesta programática para las elecciones. Si se consiguiera sumar a todas las fuerzas que apoyan la ruptura democrática nos plantearíamos la lista unitaria para las elecciones municipales”.
La asamblea, originalmente programada a las siete de la tarde, comenzó con retraso debido a la gran asistencia de público. Entre él, caras reconocibles del 15M, la PAH, Iaoflautas y Podemos en la ciudad de València. A destacar una ausencia significativa de gente joven. El promedio de edad sobrepasaba los 50 años. Todo comenzó con vítores por la retirada de la ley del aborto de Gallardón al grito de “Sí se puede”.
El grupo promotor, formado por seis personas, ocupaba un espacio reducido en comparación al amplio teatro, completamente desbordado. Se comenzó agradeciendo la gran afluencia de público, para seguidamente cumplir el protocolo prometido y disolverse al empezar la asamblea, no sin antes organizar un turno libre de palabra de tres minutos por participante, y dos turnos para el grupo promotor: el de Héctor Illueca y el de Mireia Biosca, coordinadora del Área de Libertad de Expresión Afectivo-Sexual Izquierda Unida (Aleas IU). Juntos superaron los 25 minutos.
Mireia Biosca se detuvo en relatar el contexto de los habitantes de la ciudad de Valencia, una ciudad “construida a espalda de los ciudadanos”. Biosca hizo hincapié en el olvido de barrios que carecen de los servicios básicos mínimos y en la emergencia social de sus habitantes, condenados a la precariedad y vivir sin horizonte. Héctor Illueca, por su parte, habló de la crisis a todos los niveles que vive la ciudad de Valencia, retando a la Izquierda para confluir y vencer a un PP que lleva 24 años gobernando en la ciudad. Ambos incidieron en la necesidad de organizarse colectivamente y dejar las siglas a un lado, lo que despertó varias ovaciones.
Illueca propuso una hoja de ruta en tres fases. En la primera fase, constituir el espacio con independencia del nombre, en referencia al registro de la marca “Guanyem València” por Luis Salom del Partido Popular. En segundo lugar, discutir colectivamente un programa con generosidad. Por último, elegir una candidatura unitaria. Todo ello con la esperanza de que al menos el primer punto se aprobara en esta asamblea.
Posteriormente, se abrió el turno libre de palabra donde tuvieron voz 33 personas de las cuales sólo siete eran mujeres. Durante las intervenciones destacó el protagonismo de caras conocidas ligadas a Esquerra Unida del País Valencià (EUPV), como Gloria Marcos o Manuel Colomer. Esta situación, junto a la presencia del Frente Cívico Somos Mayoría en el grupo promotor, despertó algunas tensiones. Uno de las personas que protestaron fue Manuel, un miembro del colectivo Parke Alkosa: “esta propuesta no nace desde abajo (…) nace de miembros muy significativos de Izquierda Unida (…) y a pesar de esto espero que sea horizontal y democrático”. Su comentario despertó algún que otro abucheo y muchos aplausos que le hicieron perder el hilo. Dos turnos después, una joven le replicó “no miremos donde milita cada uno” consiguiendo los aplausos de mitad del auditorio. En el mismo sentido, también se escuchó la demanda de “dejar las siglas en casa”. Pero el debate no acabó ahí, y ya casi al final otro compañero preguntó por el papel de los partidos políticos y si no parecía que existían papeles preconcebidos al calor de las citadas formaciones, reclamando un espacio propio para Guanyem al margen de los partidos.
En sentido diferente, uno de los pocos participantes más jóvenes reclamó no dejar de lado la lucha en la calle “que es lo que nos da fuerza”. Cuatro intervenciones más tarde Toni, que se presentó como “el de las marchas”, siguió con la misma línea explicando que “los parados o la gente que se muere de hambre no pude esperar a las elecciones y se necesitan soluciones ahora mismo”, reclamando la lucha y resistencia como forma de protesta, no sin indicar que entiende que propuestas como Guanyem son complementarias. Por lo demás, el resto de intervenciones valoraron positivamente la propuesta de confluir en un programa político y una única candidatura levantando ovaciones periódicas al relatar de una u otra manera la necesidad de este proyecto proponiendo diferentes metodologías y grupos de trabajo.
Nada más terminar el turno de palabra, se propuso votar la propuesta de Héctor Illueca de “constituir un espacio político participativo y social para la ciudad de Valencia”, lo que produjo un revuelo de algunos asistentes que reclamaban otro turno de palabra pidiendo más debate para la propuesta y la necesidad de convocar otra asamblea. Entre ellos, Natxo Calatayud de Alternativa per València-CUP, que consiguió bastantes adhesiones. Finalmente, cinco minutos después, la mesa donde se encontraba el grupo promotor decidió continuar con la votación y se votó de forma mayoritaria a favor de ésta. Acto seguido se aprobó la creación de tres comisiones abiertas de trabajo: Comunicación, Programa y Metodología. Asimismo, se estableció la siguiente asamblea para el 28 de Octubre en un lugar aún por determinar. La asamblea terminó con una catarsis de aplausos y vítores.
Quedan incógnitas abiertas, especialmente el papel de los partidos como Podemos en Valencia –al que sus tiempos no les permiten tomar parte aún en ninguna iniciativa– o de Compromís y Equo, que por el momento no se han sumado a la confluencia. Muchos colectivos o movimientos ciudadanos siguen a la espera de sumarse si el proyecto les convence. Al finalizar la asamblea se percibió un ambiente muy polarizado: optimismo en algunos de los participantes, pero también críticas a la precipitación en la toma de decisiones o al excesivo protagonismo de Esquerra Unida. De fondo, el miedo de que no se trate de un proceso generoso de confluencia sino más bien un intento de apropiación de unas siglas para formar una marca blanca de este partido en la ciudad de Valencia.