Un total de 48 barrios y municipios catalanes volvieron a movilizarse ayer contra la subida del precio del transporte público. En torno a las 19 horas, grupos de manifestantes se concentraron en decenas de estaciones de metro y tren, bloqueando temporalmente algunas de ellas con cinta adhesiva. Además, bajaron a los andenes para informar a los usuarios de la próxima huelga de transporte, convocada para el 24 de febrero, parando varios convoyes mientras repartían octavillas informativas.

Los activistas reclamaron a la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) "un transporte público a precios populares" en la octava jornada desde que se anunciaron las nuevas tarifas, que el pasado 1 de enero experimentaron una nueva subida. El billete sencillo de bus y metro de Barcelona, que ya aumentó un 28% el 2012 y ha experimentado un incremento del 81% desde el año 2004, cuesta ahora 2,15 euros, y el T-10 un 5,10% más, llegando a los 10,30 euros. Se trata de las dos modalidades de billete que más utilizan los ciudadanos.