Fin de curso cargado de protestas por los recortes
- Zaragoza, manifestación en defensa de la educación pública. Foto: Davidovich_M
El cierre del curso escolar
2011/2012 está marcado por la
contestación en todos los niveles
educativos. En las Autonomías
que primero aplicaron las medidas de recorte presupuestario, las
movilizaciones ya cuentan con
cierto recorrido y en cierta forma,
han creado escuela. La Marea
Verde, que comenzó en Madrid el
pasado otoño, se ha extendido a
otras comunidades autónomas como las dos Castillas o Aragón.
Guillermo Valenzuela, participante de la Marea Verde en Aragón,
cuenta que mucha gente se acercó
a participar tras la convocatoria de
huelga del 22 de mayo, “fue un éxito rotundo, no habíamos visto nada igual, no sólo por el seguimiento en los centros, sino por las manifestaciones masivas y las ganas
de la gente de implicarse más”.
Desde entonces, “las asambleas
empezaron a llenarse de gente”,
señala Valenzuela. Se han realizado perfomances, caceroladas, se
han puesto mesas informativas en
la calle y han participado en movilizaciones de apoyo a otras luchas.
Durante dos miércoles consecutivos, el 6 y el 13 de junio, casi un
centenar de centros educativos se
llenaron de profesores, padres,
madres y alumnos encerrados. “En
los encierros había un amplio programa de actividades como talleres, charlas o asambleas”, comenta Valenzuela. La presión institucional ha aumentado con el crecimiento de la protesta. Los colegios
zaragozanos han recibido una notificación vía fax, procedente del
inspector jefe provincial adjunto
de Primaria, Jesús Subías, que pasará a ser en breve el inspector jefe provincial, en la que se pide a los centros los nombres, apellidos
y DNI de los profesores que han
participado en los encierros.
También pide el horario de los encierros, el número de padres,
alumnos y profesores con los que
contaron y pregunta si estaba autorizado o no por la dirección y si
los participantes dejaron las instalaciones en buen estado. La mayoría de centros ya ha manifestado que no piensa ceder a las presiones del inspector.
La consejera de Educación,
Dolores Serrat, lleva semanas encontrándose, sea cual sea el acto
público al que acude, con una importante presión ciudadana en contra de los recortes. La razón es que defendió que sus recortes eran “mínimos”. Para la Marea Verde “es
aberrante que hable de recortes mínimos mientras impone medidas
que pueden llegar a suponer más
de mil despidos para el curso que
viene o que en la escuela rural la
amenaza del cierre de aulas y escuelas se va haciendo cada vez más
consistente”. Guillermo explica
que, aunque se acerque el final de
curso, “la gente quiere seguir con la
protesta en julio y en agosto”.
Interinos en huelga indefinida
En Asturias, la asamblea de docentes interinos decidió comenzar
desde el 11 de junio una huelga indefinida. “Como es inminente el
final de curso, teníamos que tomar una medida contundente”,
explican desde la asamblea, “queremos saber qué piensa hacer la
conserjería, que nos clarifique su
postura, puesto que aún no se ha
pronunciado oficialmente sobre
los recortes”. Los docentes han
empezado un encierro permanente e indefinido en el Instituto de
Educación Secundaria Fleming de
Oviedo, desde donde han centralizado las asambleas y parten las
protestas. Los objetivos de la huelga indefinida son “visibilizar al colectivo de interinos como el primero que va a sufrir el recorte, evitar el despido de los cerca de 2.000 profesores interinos, casi la totalidad del colectivo en Asturias, y
concienciar a la sociedad de que
esto inevitablemente va a llevar a
un empeoramiento de la calidad
educativa para el alumnado y a un
deterioro de las condiciones laborales del resto del profesorado”.
Encierros universitarios
La subida de tasas dictada a golpe de Real Decreto ha avivado la
lucha universitaria. Los estudiantes han protagonizado encierros
en facultades, bibliotecas o rectorados a lo ancho y largo de la
geografía estatal. En campus como los de Badajoz, Granada,
Alicante, Huelva, Salamanca, Las
Palmas, Ourense, Santiago o
Zaragoza, entre muchos otros, el
alumnado ha decidido tomar las
instalaciones universitarias como base para visibilizar su lucha.
Algunos encierros, como el de la
Universidad de Alcalá, nacen con
vocación de indefinidos. En otros,
como en el de Lleida, o en el de
Girona, los Mossos d’Esquadra,
previa autorización del rector,
entraron y desalojaron de forma
violenta a los estudiantes allí
congregados.