Aplastante éxito de convocatoria de las centrales obreras
Texto de A. Muñoz (Fotos: Eva Máñez)
- VALENCIA
A esta hora, 21:15 de la noche, decenas de miles de trabajadores y trabajadoras valencianos siguen ocupando, en un mar rojo de banderas, las principales arterias del centro de la ciudad. Desde las grandes concentraciones ciudadanas contra la guerra de Irak y contra la política educativa de años pasados, no se ha visto semejante cantidad de gente en una manifestación. CC OO, UGT, La Intersindical, los nacionalistas, comunistas, anarquistas y liberales, miles de personas de todas las edades desfilan tranquilos al ritmo de las batucadas y coronados por globos y gigantescos zepelines.
La variedad de mensajes y eslóganes escritos en todas las partes del cuerpo de los manifestantes evidencia la imaginación en la lucha obrera.
Una mujer joven lleva pegado a la espalda un cartel en el que ha escrito “Por una sociedad donde el respeto al ser humano y a la naturaleza esté por encima del dinero”. El Sindicato Unificado de la Pôlicía SUP, los Maulets, dirigentes históricos y nuevos del nacionalismo valenciano, comunistas y socialistas, todos siguen desfilando por la calle de San Vicente, de la Paz y Colón.
En estos momentos la marea humana, el mar vibrante de banderas rojas con las siglas de CCOO, UGT, se acerca a una delegación del gobierno existente en la calle Colón, arteria comercial de la ciudad. Todos los comercios y tiendas del recorrido han cerrado sus puertas al paso de la marea trabajadora. No se han gritado consignas contra el gobierno. Pero si se sigue escuchando “¡Aquí se ve la fuerza sindical!” o, en una síntesis eufórica de esta protesta ciudadana sin precedentes, el eslogan nacionalista “País en moviment!”.