Zapata juega en el Inter
- ESTADIO LACANDONA. Torneo de fútbol disputado en Chiapas en 2002 / Indymedia Chiapas
El Internazionale de
Milán es uno de los
principales equipos
del Calcio, la poderosa
liga de fútbol italiana, y
uno de los históricos de este
deporte a nivel internacional.
Fundado en 1908 es, al igual
que el Milán, un emblema de
la prosperidad industrial del
norte de Italia, la zona más
desarrollada del país. Su máximo
accionista y ex presidente
es Massimo Moratti, un
empresario dedicado al petróleo.
En los últimos años, el
Inter se ha convertido también
en un símbolo del macronegocio
futbolístico: cada
temporada realiza varios fichajes
multimillonarios que
auguran triunfos y acaban decepcionando.
Nadie sabe por
qué, pero a pesar de los grandes
desembolsos, el Inter se
encuentra inmerso en una sequía
de títulos desde hace varios
años, lo que lo convierte
en un club atípico dentro de
la feroz industria futbolística.
No menos atípico es el
EZLN. Desde su rebelión en
el Estado mexicano de Chiapas
el primero de enero de
1994, los ‘neozapatistas’ han
llevado a cabo un trabajo político
que les separa de la tradición
guerrillera latinoamericana.
No sólo porque su retórica
y práctica estén muy
alejadas del marxismo-leninismo
acartonado, ni porque
lleven años sin pegar un solo
tiro, ni porque su jefe militar
sea ‘subcomandante’ en vez
de ‘comandante’. El EZLN no
busca ni pregona la toma del
poder, sino que el que mande,
“mande obedeciendo”, y
quiere “un mundo donde quepan
muchos mundos”.
Quizá sea el carácter atípico
de las dos organizaciones,
Inter y EZLN, lo que las haya
unido. Puede que se trate de
la atracción de los resistentes
chiapanecos por el fútbol. O a
lo mejor la razón es la vocación
internacionalista del
club italiano, cuyo nombre
proviene de la decisión originaria
de contar con futbolistas
extranjeros y no sólo italianos.
Sea como sea, este año
los zapatistas y los neroazurros
han establecido una llamativa
relación de amistad.
Mismo camino, diferentes objetivos
Todo empezó en 2004, tras la
agresión que sufrieron bases
de apoyo zapatistas por parte
de militantes del Partido de la
Revolución Democrática en
Zinacantán. Los jugadores
del Inter donaron 750 euros
para comprar una ambulancia.
En 2005, la solidaridad ha
continuado, esta vez con la
aportación de 2.500 euros a la
Junta de Buen Gobierno de
Oventic, junto a una carta del
capitán del equipo, el argentino
Javier Zanetti. Él y sus
compañeros están “convencidos
de compartir los mismos
principios e ideales, en donde
se ve reflejado el espíritu zapatista.
Creemos en un mundo
mejor, en un mundo no
globalizado, sino enriquecido
por las diferentes culturas y
costumbres de cada pueblo...
Queremos apoyarlos en esta
lucha por mantener sus raíces
y pelear por sus ideales”,
señalaba Zanetti. El internacional
argentino, que en su
país impulsa proyectos de
apoyo a niños desfavorecidos,
recurría a un símil deportivo:
“Como plantel de fútbol
y sobre todo como deportistas,
creemos en un trabajo en
equipo en donde todos luchan
por un mismo objetivo,
y estamos convencidos de
que la suma de fuerzas lleva
a la victoria. En ese camino
estamos nosotros y en este
mismo camino, aunque con
diferentes objetivos, los apoyamos
a ustedes”.
Tras la donación, la Junta
de Buen Gobierno invitó a los
interistas a visitar su territorio.
Efectuó la visita el directivo
del club Bruno Bartolozzi,
quien acabó empapado del
mensaje rebelde: “Creo que el
mundo se va a enriquecer de
la lucha de los movimientos
indígenas y de la conciencia
que están generando en sus
países y en el resto del mundo.
El modelo único de ahora,
que algunos llaman neoliberal,
nos dice que hay una forma
más desarrollada de explotación
en la que millones
de personas están condenadas
a estar afuera. Pero hay una
lucha de defensa de la dignidad
de la persona que nosotros
también defendemos
junto a los indígenas latinoamericanos
y los zapatistas”.
Veteranos del balompié
Los zapatistas no son nuevos
en esto del fútbol, pues en las
canchas de los municipios autónomos
suelen machacar a los cooperantes internacionales
que con su presencia
disuaden a militares y paramilitares
de realizar ataques.
También tienen experiencia
en el fútbol ‘de alto
nivel’, pues en 1999, en el
contexto de la consulta nacional
por los derechos de
los pueblos indígenas, se
enfrentaron en un estadio
de Ciudad de México la selección
zapatista y un conjunto
de viejas glorias del
fútbol mexicano. Uno de los
miembros del equipo rival
fue el actual técnico del
Osasuna, Javier Aguirre,
quien recuerda: “[Los zapatistas]
llegaron al campo sin
zapatos de fútbol, con botas
militares, por lo que tuvimos
que prestárselos nosotros
y el público. No quisieron
desprenderse del pasamontañas
para jugar”.
El EZLN perdió por cinco
goles a tres. El subcomandante
Marcos justificó
la derrota con argumentos
similares a los que repiten
los vencidos después de cada
partido de cada liga:
“No perdimos, nos faltó
tiempo para ganar (Napoleón
dixit). Además, es claro
que a nuestros muchachos
les afectó la altura, el
clima, el smog, el terreno,
la crisis asiática, el [volcán]
Popocatépetl, el affaire
Clinton-Lewinski y esos
uniformes en los que cabíamos
dos en uno. ¡Ah! Y no
olviden que los zapatudos
llegaron un poco cansados
porque arribaron al DF
después de driblar a 70.000
federales”.
A pesar de su derrota de
hace seis años, los zapatistas
no se han rendido. Este
año han recuperado la iniciativa
política con la Sexta
Declaración de la Selva Lacandona,
en la que anunciaron
su intención de buscar
la unidad de lucha de la izquierda
mexicana. En el terreno
deportivo, una carta
del subcomandante Marcos
dirigida en mayo a Moratti
retaba al Inter a medirse en
el terreno de juego.
La postdata presagiaba
la Sexta Declaración: “El
Sup..., con el balón en la
mano ha caminado como
en cámara lenta (a partir
de mayo del 2001) desde la
portería zapatista. Luego
de reclamarle al árbitro la
ilegitimidad del gol recibido,
pone el esférico en el
centro de la cancha. Voltea
a ver a sus compañeros e
intercambian miradas y silencios.
Con el marcador,
las apuestas y el sistema
entero en contra, NADIE
tiene esperanzas en los zapatistas.
Empieza a llover.
En un reloj son casi las 6.
Todo parece estar listo para
que se reanude el encuentro...”.
Moratti aceptó la propuesta,
que por ahora no
tiene fecha ni lugar confirmados.
Por si no hubiera
bastante surrealismo en la
situación, el acaudalado
‘petroempresario’ mostraba
sus simpatías por los rebeldes
mexicanos, y sentenciaba:
“Toda revolución empieza
desde su propia área
pequeña y termina en la
portería contraria”.
«UNA OPORTUNIDAD A LA PATADA»
_ El subcomandante Marcos,
en una carta dirigida a
Moratti -ex presidente del
Inter- el pasado mes de
mayo, proponía al conjunto
italiano la celebración de
varios partidos. En Ciudad
de México, en Guadalajara
en apoyo a los presos altermundistas,
en Los Ángeles
en apoyo a los migrantes y
presos políticos como
Leonard Peltier y Mumia
Abu-Jamal, otro frente a la
base estadounidense de
Guantánamo, y dos en Italia.
También el País Vasco sería
una sede. Allí, en recuerdo
de «Una oportunidad a la
palabra», la fracasada propuesta
de negociación entre
los diversos actores del conflicto
que realizó Marcos en
otra ocasión, el partido se
llamaría «Una oportunidad a
la patada».
Marcos proponía a Diego
Armando Maradona como
árbitro, a Aguirre y Valdano
como auxiliares, y los escritores
uruguayos Eduardo
Galeano y Mario Benedetti
serían los narradores del
partido, cuyos derechos se
reservan para el Sistema
Zapatista de Televisión
Intergaláctica. Y así también
"nos manifestaríamos frente
a la casa matriz de los racistas
del BBVA-Bancomer, que
tratan de criminalizar la
ayuda humanitaria», dicen.