HISTORIA DE UNA BÚSQUEDA
- Foto:TxIES
Tienen que aparecer.
Porque sus abuelas y
familiares los están
buscando. Porque tienen
derecho a saber
quiénes son. Porque en
una sociedad libre no
puede seguir habiendo
desaparecidos. Por eso
existe el Teatro por la
Identidad, porque hay
más de 400 jóvenes
que siendo bebés fueron
secuestrados por
los militares argentinos
y entregados a los colaboradores
del régimen
que todavía no conocen
su verdadera historia ni
a su verdadera familia.
En 1997, coincidiendo
con su 20º aniversario,
las Abuelas de Plaza de
Mayo, que ya habían
encontrado a 59 nietos,
comprendieron que los
’pibes’ a los que buscaban
habían crecido. La
mayoría eran ya mayores
de edad y se les
podía interpelar directamente.
Así fue como, de la
mano de un gran número
de gentes solidarias,
pusieron en marcha un
sinfín de iniciativas culturales
con el principal
objetivo de dar a conocer
la lucha de su organización
y despertar la
duda sobre su identidad
entre muchos jóvenes.
Instalaciones artísticas,
concursos
literarios y fotográficos,
congresos, seminarios,
muestras gráficas y
fotográficas, documentales,
obras teatrales,
conciertos... mientras
hubiese personas comprometidas,
cualquier
iniciativa era válida.
El camino teatral lo
abrió ese mismo año la
representación de ¿Vos
sabés quién sos?, obra
homenaje a las abuelas
escrita por Roberto
’Tito’ Cossa y dirigida
por Leonor Manso.
Pero fue en 2000
cuando nació el Teatro
por la Identidad propiamente
dicho, con la
puesta en escena de A
propósito de la duda,
escrita por Patricia
Zanagro y dirigida por
Daniel Fanego.
El éxito de la obra fue
tal que movió a sus promotores
a impulsar un
verdadero ciclo de teatro
para el 2001. Sus
dimensiones y su repercusión
volvieron a
asombrar. Un total de
41 obras, 14 salas porteñas,
500 personas
detrás de las bambalinas,
40.000 espectadores
y un éxito todavía
mayor: más de 70 jóvenes
se acercaron a preguntar
por su identidad.
Desde entonces, en
Argentina se han celebrado
siete ciclos y la
fórmula se ha extendido
dentro y fuera del país.