Dame más gasolina, Cosita Seria Sistema de Sonido
Bailar y gozar de la música, incendiar la discoteca y transformarla, darle un nuevo sentido al disfrute en la pista. Son algunas de las metas que persigue en sus fiestas Cosita Seria Sistema de Sonido, un dúo formado por la investigadora social Laura Sales y Álex Garbanzo, integrante de Diploide entre otros proyectos musicales.
Esta noche lo intentarán en La Casa Encendida, Madrid, en la apertura de la edición 2016 del festival Princesas y Darthvaders, comisariado por Lucía Lijtmaer.
"Sobre todo, queremos reivindicar a las mujeres que hacen estas músicas, pincharlas, bailarlas y disfrutarlas", resume el dúo a Diagonal.
Por estas músicas se refieren a la electrónica con raíces jamaicanas, tanto de origen anglosajón (dancehall, grime, UK garage, bass) como las de genealogía latina (reguetón, plena, dembow). "Nos sorprendía que no se mezclaran más ya que tienen un origen común y a nuestro entender juntas quedan muy bien", explican.
En cuanto a la reivindicación de las mujeres tanto en la cabina como en la pista de baile, tienen claro lo que les interesa y quieren resaltar: "Chicas chuleando del uso libre de su cuerpo y su sexualidad, especialmente cuando se apartan de los cánones establecidos sobre cómo han de expresarse, chicas mandando a la mierda a sus novios, chicas cagándose en el capitalismo, chicas petándolo".
En pocas palabras: "Hacemos party sin permiso, así que préndelo", que canta Tomasa del Real.
En la coctelera de Cosita Seria Sistema de Sonido se incluye el cuestionamiento del clasismo y el racismo de muchos discursos que ningunean y vilipendian el reguetón.
"Cuando las mujeres, lesbianas y trans se acercan a estos géneros tan machistas con un discurso o una imagen distinta a los discursos dominantes, se producen expresiones muy libres"
Son más críticas, sin embargo, con la defensa del reguetón como expresión libre de la sexualidad frente a la mojigatería occidental y aducen sus razones: "El reguetón es también un género con unas normas claras sobre la sexualidad femenina: establece qué cuerpos se pueden mostrar y cómo hay que mostrarlos y ante quién. En el esfuerzo de cuestionar el clasismo y el racismo, no se puede restar importancia al machismo que prevalece en la gran mayoría de los temas del reguetón y de otros géneros caribeños", consideran, al tiempo que invitan a mirar a los márgenes, "donde ocurren las cosas más interesantes. Nos parece que cuando las mujeres, lesbianas y trans se acercan a estos géneros tan machistas con un discurso o una imagen distinta a los discursos dominantes, se producen expresiones muy libres, empoderadas, y muchas veces muy reivindicativas".
También son conscientes de que éste es un terreno complejo y lleno de ambigüedades, que discernir si un gesto o una palabra en una canción empoderan o no puede ocasionar largas discusiones. Pero no dejan que el análisis –"hemos detectado en muchas canciones una alta competitividad entre mujeres, 'todas vosotras sois unas zorras envidiosas', o mucho cántico al capital, 'vete si no tienes billetes', cosas que nos dan rabia y que nos parecen una mierda"– les distraiga de lo fundamental: "De esas canciones pasamos y ya está, asunto zanjado, que aquí hemos venido a festejar".