Jose Domingo, canciones de autor en busca de la felicidad
A Jose Domingo (Gerona, 1970) su tío Pep Laguarda le despertaba algunas mañanas tocando la guitarra cuando de niño le visitaba en Valencia. Esos encuentros matinales con su familiar –uno de los músicos más personales del pop mediterráneo, con dos discos publicados en los últimos cuarenta años– son hoy uno de los primeros recuerdos vinculados con la música que le vienen a la cabeza al gerundense.
"Mi conexión con la música fue por él y por amigos de Gerona que tenían grupos", explica Jose Domingo a Diagonal.
Vertical es el cuarto disco que lanza bajo su nombre, un tratado de rock sereno que se deja llevar hacia orillas sureñas y no rehúye el baño en aguas por momentos revueltas.
"No hay ninguna pretensión, simplemente expresarme de una manera personal, dar mi visión de cómo estoy ahora, en los últimos dos años. Tener una conexión con las raíces de aquí, buscar inspiración en sonidos del Mediterráneo, Turquía,…Hacer una música que se pueda identificar conmigo y con mi entorno", enumera el cantante, que cita a Elvis Presley y los Beatles como dos de sus ídolos musicales de la infancia. Después, ya de chaval, se inclinó por grupos clásicos del rock como los Doors, Rolling Stones o Black Sabbath. "La rumba catalana no me llamaba en absoluto, no le prestaba atención ni la escuchaba en casa. Yo estaba más en el rock'n'roll, que era como más rebelde y más duro".
Treinta años después, Jose Domingo ha desarrollado una carrera –primero en el grupo Psychoine, después en solitario tras una gira en la que él y su guitarra recorrieron Europa– que parece haber alcanzado con Vertical un momento decisivo.
Como aquél cuando descubrió por qué quería hacer música: "Me pareció bastante mágico el hecho de coger una guitarra e ir haciendo notas seguidas y que tuvieran una especie de sentido para mí. Enseñárselo a mis colegas, que se unieran e ir haciendo una especie de lenguaje que escribíamos nosotros", recuerda.
Hoy, como tanta otra gente del gremio, más que vivir de la música lo que hace es sobrevivir.
Nombres propios
Y tú siempre tan en tu papel es una de las canciones destacadas del disco, con un cierto deje a lo que lleva haciendo Antonio Luque (Señor Chinarro) en los últimos años. "No conozco mucho su música pero me parece que es un autor y da su visión, y creo que eso es importante. Hay mucha gente dentro de la música a la que le va bien pero que, en realidad, lo que hace no tiene mucha personalidad", opina Jose Domingo.
Para delimitar su campo de acción, reconoce sentirse próximo "a cualquier persona que se exprese con libertad y sin pensar demasiado en cómo va a funcionar su propuesta. Yo intento hacer algo bonito, agradable e incluso entretenido. No creo que tenga demasiada carga trascendental". Entre sus objetivos a la hora de hacer música, poca broma: "Ser feliz haciendo lo que me gusta y transmitir esa sensación. Intentar hacer algo bello".
Tres voces suenan junto a la suya en otras tantas canciones de Vertical: la de Soleá Morente en Me gustabas más cuando fumabas, Jordi G. Fornells en Tu pelo rojo suelto al viento, y El Niño de Elche en Me dejo llevar. "Somos amigos desde hace tiempo, coincidimos y solemos vernos cuando él viene a Gerona. Hablamos de hacer juntos un bolero y terminamos haciendo algo que no es un bolero para nada. Su aportación, como la de Soleá y la de Jordi, le da un toque muy especial al disco, categoría".
El Niño de Elche es uno de los cantantes más activos de los últimos años, desde varios frentes y con una fuerte impronta ideológica en todos ellos. "Yo también lo hago, pero a mi manera. Él está muy comprometido con la actualidad, y lo hace desde la entraña. Es muy necesario lo que hace y creo que está funcionando muy bien. Yo reivindico la belleza, aunque suene pretencioso. Mi camino es más abstracto", concluye Jose Domingo.