Ficciones y melodías para acompañar la lectura de 'Sociofobia'
Antetítulo (dentro):
Cuatro novelas y cinco canciones
Sección principal:
Cuerpo:
El cambio social en la ficción
por Roberto Herreros
Trilogía Marciana, Kim Stanley Robinson
La obra cumbre de Kim Stanley Robinson son tres libros con mucha unidad: Marte rojo, Marte verde y Marte azul. El propio Rendueles la describió una vez como un planeta de anarquistas tecnófilos permanentemente a hostias. Ursula K. Le Guin aseguró que no era una utopía, sino una distopía infernal. Con posterioridad apareció un cuarto libro, Los marcianos, que complementó una trilogía imprescindible.
La guerra de los mercaderes, Frederick Pohl
Continuación de Mercaderes del espacio, mucho menos conocida que la primera entrega. En Venus se monta una sociedad anticomercial. Tennison Tarb, como el Mitchell Courtenay que protagonizaba la primera parte, es un brillante ejecutivo publicitario de la Tierra que, en este caso, tiene que aguantar severas advertencias sobre la ínfima calidad de la comida en los restaurantes y consejos sobre cómo amasar el pan de los supermercados en casa.
Los desposeídos, Ursula K. Le Guin
Una de las novelas más profundas que se han publicado sobre las contradicciones de una sociedad no autoritaria. El planeta Anarres es un infierno desértico marcado por la necesidad material. La organización de la sociedad es estrictamente anárquica, pero detrás de su aparente igualitarismo se esconden otras formas de control social. Otro aspecto muy interesante de esta utopía anarquista es la importancia que se le da al ideal de autocontención.
Drop City, TC Boyle
Las autoridades californianas clausuran Drop City, una comuna en la que para entonces ya hace tiempo que ha desaparecido cualquier atisbo de buen rollo. Varios hippies hasta las trancas viajan en autobús hasta un desapacible bosque de Alaska para refundarla. La parodia que T. C. Boyle hace de la new age es afectuosa y compasiva. Mejor ser un hippie ingenuo que un votante de Nixon. Un retrato de la contracultura de los sesenta triste y tronchante a la vez.
Un cambio político amable y radical
por Víctor Lenore
Freedom, The Housemartins
Si esto es lo que ellos llaman libertad, debe de ser algún tipo de broma, cantaba el grupo británico. Como explicaron los revolucionarios franceses, ser libre sirve de poco cuando faltan la igualdad y fraternidad. Se trata de intentar que "fraternidad" deje de ser una palabra cursi.
Esclavos del siglo XXI, Gatillazo
El libro cita La pianola, una novela de Kurt Vonnegut donde un jeque árabe explica a las élites neoyorquinas que los trabajadores modernos somos simples esclavos (la condición de "ciudadanos" es un simple maquillaje). Evaristo Páramos, el mejor letrista de este país, no se cansa de repetirlo.
Papi Chulo, Lorna
La imagen de pesadilla para nosotros, los estirados occidentales, es una pista de baile llena de seres humanos sudando, restregándose y pasándolo bien. Un claro indicio de la sociofobia que nos domina. El elitismo cultural es tan reconfortante como tristón.
Osondi Owendi, Chief Stephen Osita Osbede
Soy poco amigo de la retórica revolucionaria, dice Rendueles. No le importa si la toma del palacio de invierno le pilla durmiendo la siesta o escuchando un suave highlife nigeriano. Lo esencial viene después, cuando se deciden las leyes fiscales, diseño institucional etcétera...
Ellos dicen mierda, La Polla Records
Uno de nuestros problemas es la constante rebaja de nuestras expectativas políticas. Ellos dicen mierda, nosotros amén. Otro error de bulto es confundir las derrotas de la izquierda con equivocaciones. Que no ganemos (casi) nunca no significa que no tengamos razón. Evaristo comparte la tesis.
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