“¿Quién está detrás de Grupo 5, que está ganando todos los concursos públicos?”
Empezaron a trabajar en 1986, sacudiéndose
los lodos franquistas.
Un grupo de mujeres provenientes
de los movimientos feministas comenzaron
a hablar de agresiones
sexuales y violaciones cuando las
leyes del flamante Estado transitado
a democrático contemplaban
estos actos como ‘delitos contra la
honestidad’. Esto es, si no demostrabas
que eras honesta y te agredían,
por ejemplo, al salir de una
discoteca de madrugada, no había
nada que hacer. Impulsaron los
cambios en el Código Penal que
convirtieron los ‘delitos contra la
honestidad’ en ‘delitos contra la libertad
sexual’ en 1989.
Desde entonces, el Centro de Asistencia
a Víctimas de Agresiones Sexuales
(CAVAS) ha atendido a unas
15.000 mujeres y cerca de 8.000 menores
por haber sufrido agresiones
sexuales, han logrado tener presencia
en diez comunidades autónomas,
han impartido cursos de formación
a los policías y médicos que reciben
en primera instancia los casos de
violaciones, han dado charlas de prevención
en colegios y animado una y
otra vez a que se denuncien las agresiones.
Varios galardones y 22 años
después, la Comunidad de Madrid
ha adjudicado por concurso público
la asistencia que realiza la asociación
a la empresa de Grupo 5 Acción
y Gestión Social S. L. Los motivos
alegados han sido la ampliación y
mejora del servicio.
DIAGONAL: Habéis declarado que
sospecháis que Grupo 5 ha fagocitado
vuestro proyecto.
TINA ALARCÓN: Grupo 5 fue contratado
por la Dirección General de
la Mujer para realizarnos una auditoría,
en una ocasión, y protocolizando
nuestro trabajo, en otra, por lo
que, si han ganado el concurso, lo
han hecho inspirados en nuestro trabajo.
Tenían todo nuestro material,
lo que no sé es si es delito o no, pero
al menos me parece que es inmoral.
Si se lo hubieran dado a otros me parecería
lícito, pero no se debía conceder
un concurso público a alguien
que había tenido acceso a nuestra
documentación y metodología. Hasta
nos han copiado ya el mensaje telefónico.
Por otra parte, en 2005 habíamos
ganado el mismo concurso,
prorrogable cada año hasta un máximo
de 25. ¿Nos hemos idiotizado en
tres años? ¿Hemos dejado de saber
atender a las mujeres? Pienso que
Grupo 5 ha podido presentar un proyecto
con un formato mejor, cuentan
con más recursos para ello, pero no
un proyecto más sólido.
D.: ¿Mejorará el servicio, como se
argumenta? ¿Cómo va a afectar el
cambio a las usuarias?
T.A.: Van a contar con el mismo
presupuesto contratando a más
gente, pero les van a conceder un
local más grande. Nosotras somos
una ONG sin ánimo de lucro, no somos
funcionarias, somos militantes,
y ellos son una empresa, sin
ideología, su objetivo es el beneficio.
No digo que vayan a trabajar
mal, pero no tendrán la misma dedicación.
También tengo que decir
que nosotras hemos funcionado
bien con gobiernos de derecha e izquierda,
pero hemos tenido diferencias
con la Dirección General de la
Mujer en la Comunidad de Madrid,
que parece que están siendo determinantes.
Igual una empresa también
da menos problemas. Y me
pregunto, ¿quién está detrás de
Grupo 5 que está ganando todos los
concursos públicos?
D.: Según los resultados del concurso,
tenéis que transferir los expedientes
abiertos de cerca de mil
usuarias a la empresa.
T.A.: Han venido a por ellos, porque
hasta ahora les habíamos dado los
datos que se podían dar, los mínimos.
Necesitamos el consentimiento
de las mujeres, se trata de cerca
de mil historias muy privadas. Éticamente
no se los podemos dar y
menos los de los menores, que no
dependen de la Dirección General
de la Mujer. Las abogadas que encuentren
más seguridad económica
en Grupo 5 se llevarán con ellas los
expedientes. Cuando han venido de
la Comunidad a por el resto, les hemos
dado un recurso redactado por
un abogado, en el que se apela a la
Constitución y las leyes de protección
de datos. Ellos, claro, están en
desacuerdo con esto, y ahora no sabemos
qué va a pasar.
D.: ¿Os apoyan las mujeres a las
que atendéis? ¿No habéis tenido
quejas de las usuarias?
T.A: Nos apoyan, contamos con más
de cien cartas que lo demuestran y
que han remitido las usuarias más
antiguas a la Dirección General de
la Mujer. Si se van las profesionales
que las atienden, eso sí, se irán con
ellas, porque en quien confían es en
quien tienen al lado.
D.: ¿Qué pensáis hacer ahora?
T.A.: Seguir trabajando, porque tenemos
un bagaje y una experiencia
que no se pueden perder. Buscaremos
nuevas ayudas. Seguiremos
realizando investigaciones, estudios,
formación, trabajo con mujeres inmigrantes.
Tenemos una asignatura
pendiente: las mujeres magrebíes.
Grupo 5 acción y gestión social
El Grupo 5 Acción y Gestión
Social S. L. surgió a finales de
los años ‘80 como empresa
prestadora de servicios en el
ámbito del trabajo social a la
Administración Pública y a entidades
privadas. Su gran expansión,
sin embargo, no comienza
hasta la última década, al igual
que su relación con el mundo
de la mujer (2003). Hasta
entonces no habían conseguido
facturar una cifra superior a
los cinco millones de euros,
pero en estos últimos años sus
ingresos se han multiplicado
hasta los casi 17 millones que
sumó en 2007, gracias a conseguir
la gestión de servicios
como la del Samur Social de
Madrid, la formación de más
5.000 personas en 2006 o los
acuerdos durante estos años
con 40 administraciones públicas.
Por otro lado, para mejorar
su imagen corporativa destina
el 5% de sus beneficios a la
Fundación Aldaba.
Los beneficios de dedicarse a la labor social
La gestión de la atención y
la acción social, un sector
ocupado tradicionalmente
por grupos de izquierda,
puede convertirse además
en una buena oportunidad
de negocio. Si es la Administración
la que avala la
aventura empresarial, la
jugada resultará redonda.
Grupo 5, una de las empresas
más grandes en esta
área, trabaja en múltiples
ámbitos: desde la atención
poblaciones excluidas,
como los sin techo y la
población inmigrante, a la
educación social y las situaciones
de maltrato. Han
mantenido acuerdos con 40
administraciones públicas.
El concurso público que
ganaron frente al CAVAS
contenía puntos que desde
la asociación se consideran
“escandalosos”. Según la
ONG, la oferta económica
que realizaron los proyectos
constituía la mitad de los
puntos, lo que favorecía al
proyecto más barato en
detrimento de la calidad del
servicio. No puntuaban, sin
embargo, ni la formación en
violencia de género ni los
años de experiencia en violencia
sexual. El contrato firmado
por la entidad ganadora
del concurso, por otra
parte, no puede superar los
tres años. “Esto es una
locura, muchos procesos
judiciales se demoran más,
lo que supondría un trajín
innecesario para las víctimas,
en las que no parece
haberse pensado”, denuncian
desde CAVAS.