Un nuevo revés para la despenalización del cannabis
A finales de noviembre la
Comisión de Interior del
Congreso de los Diputados
rechazó la proposición
no de ley del grupo parlamentario
de Izquierda Unida e Iniciativa
per Catalunya Verds (IU-ICV) sobre
“la despenalización del
consumo de drogas”.
La iniciativa fue rechazada
por todos los grupos parlamentarios
(35 votos) excepto por la coalición
de izquierdas encabezada por
la diputada Isaura Navarro, quién
criticó lo absurdo de perseguir a
unos jóvenes por llevar una insignificante
cantidad de cannabis en el
bolsillo. Navarro subrayó además
la postura hipócrita de quien rechaza
esta iniciativa y acepta el consumo
de otras drogas como el tabaco
y el alcohol. Hay que tener en cuenta
que el consumo privado de cannabis
es legal, no así su producción
o su tenencia en la vía pública.
La proposición no de ley instaba
al Gobierno a derogar el artículo 25
de la Ley Orgánica 1/1992 sobre
protección de la seguridad ciudadana,
conocida como Ley Corcuera,
y a archivar los expedientes administrativos
sancionadores en trámite
derivados de la aplicación de
dicho artículo. Esta iniciativa ha sido
apoyada por la Federación de
Asociaciones Cannábicas (FAC),
presidida por Martín Barriuso,
quien afirmó que seguirá recogiendo
firmas a favor de la misma.
Isaura Navarro pidió coherencia
al PSOE, puesto que en 1999,
cuando estaban en la oposición,
votaron a favor de una propuesta
similar, y en el programa electoral
de 2004 criticaban la postura del
anterior Gobierno del PP por centrarse
“en el aspecto punitivo y represivo”.
¿Qué ha cambiado en el
PSOE desde 1999 hasta ahora para
opinar de forma diferente?
Desde la llegada del PSOE al Gobierno
se han incrementado los
expedientes sancionadores un
60%: sólo en 2006 se incoaron
218.000 expedientes.
Por otro lado, la diputada del
Partido Popular Ana Belén Velázquez
ha afirmado que despenalizar
el consumo de cannabis en España
sería un “genocidio”. Una declaración
poco acertada y muy alejada
de la realidad. La diputada frivoliza
sobre un hecho gravísimo, lo que
constituye una ofensa a las víctimas
de los genocidios. Este comentario
denota una total falta de conocimiento,
de rigor profesional y un
afán de manipulación y desinformación
muy característico entre los
prohibicionistas.
IU argumenta que, en opinión
de juristas y profesionales cualificados,
que se sancione la tenencia
para consumo de pequeñas cantidades
de droga es un grave error.
La represión no es el método, sino
la información y la educación para
que el individuo tenga la libertad
de decidir. Esta legislación prohibicionista
y represora ha demostrado
en las últimas décadas una
total ineficacia: el consumo de todas
las drogas en España es de los
más altos de Europa, además de
ser el país que más cocaína consume
del mundo, lo que continúa
con una tendencia peligrosamente
ascendente.
En Holanda, la política de drogas
se basa en la reducción de daños.
Su objetivo era alejar el cannabis,
una droga blanda, del mercado
negro donde pervivía con las
drogas duras, por lo que para el
consumidor de cannabis era más
fácil el acceso a éstas. En consecuencia,
el Gobierno holandés dejó
de castigar al consumidor de
cannabis y al distribuidor, bajo
unas condiciones muy controladas
por la policía. Las estadísticas
de consumo de cannabis arrojan
un estancamiento del consumo
desde la abolición del prohibicionismo.
El consumo de drogas en
general se sitúa en la franja media
entre los países europeos.