Los estragos del alcohol
El Estado español está a la
cabeza mundial del consumo
de alcohol. Aunque
hay una tendencia a la
baja en los hombres, está compensada
por el rápido aumento del
consumo en mujeres. El exceso de
consumo de alcohol produce más
de 60 enfermedades diferentes.
Las magnitudes son similares a las
del tabaco. El 4% de todas las enfermedades
es provocado por el
consumo de alcohol. La mayor
parte son patologías digestivas,
del sistema nervioso y cánceres,
pero también afecta muy negativamente
a la tensión arterial y
provoca por ello infartos de miocardio,
trombosis cerebrales e insuficiencia
renal crónica.
Produce insomnio crónico, demencias,
úlceras de estómago,
pancreatitis y acelera la osteoporosis.
Estas enfermedades se producen
a menudo en personas que
casi nunca se han emborrachado.
Lo que causa la mayor carga de
enfermedad no es tanto el consumo
agudo y puntual (con sus accidentes
laborales y de tráfico, homicidios,
suicidios, comas etílicos,
etc.) como el consumo a largo plazo,
los litros de alcohol que año
tras año nos vamos metiendo entre
pecho y espalda.
La dosis tóxica de alcohol es
muy baja. Se considera un consumo
moderado de alcohol una toma
para las mujeres y dos tomas
para los varones. Se entiende por
toma la medida más usual de cada
bebida: un vaso de vino, una caña
de cerveza o una copita de licor.
Hay un problema bien gordo
con la moda del atracón de fin de
semana que practica mucha gente
joven, máxime cuando se mezcla
con otras drogas. Es una auténtica
bomba de relojería. El cerebro
y el sistema nervioso central
no han completado su crecimiento
a los 11 o 13 años que es
cuando mucha gente se inicia.
Además, las neuronas cerebrales
no se regeneran; y mueren por
cientos de miles en cada borrachera.
Es especialmente dañina
la combinación de sueño escaso
con exceso de alcohol. Euforia
para hoy y demencia para mañana.
Recientemente el Gobierno
socialista ha retirado la Ley
Integral sobre el Alcohol amedrentado
por las presiones del capital
y de la derecha. Esto es del
todo insensato y electoralista porque
sabemos desde hace mucho
que el alcohol es la causa de un
tercio de los accidentes de tráfico,
y que las colisiones son la primera
causa de muerte entre jóvenes de
15 a 30 años.
No es menos cierto que el alcohol
también puede tener beneficios.
Éstos se producen cuando es
consumido diariamente en dosis
austeras, pero ese asunto lo dejamos
para otra ocasión.
*Antonio Palomar es médico y
miembro del colectivo Sumendi.