Franco, junto a la estatua de Colón, en Barcelona.
Corría el mes de mayo de 1949 y una vez mas se escuchaba el estampido de los fusiles en el pirineo catalán. Un enlace anónimo dejaba su vida en el monte, junto a él, una pequeña cartera con documentos, que removerían las entrañas de los cuerpos de represión e información.
Unos meses antes, el comité conspirativo de Barcelona, desligado totalmente de la organización en el exilio, empieza la preparación de una gran acción. Una brigada de casi 100 hombres, divididos en tres grupos, durante meses, se hacen con trajes del ejército y de la policía armada, al tiempo que se sustraían varias sotanas de la sacristía de la catedral. Increíblemente, no hay filtraciones. Pero la obtención de armas era otro cantar, se pensó en asaltar uno o varios cuarteles, pero se descartó por espectacular y por que alertaría demasiado a la policía, al final, se contactó con la CNT en el exilio, pese al riesgo de infiltrados, y las armas pronto empezaron a llegar. ¿El lugar y el momento?: La inauguración de la XVII feria internacional de muestras en Barcelona el 10 de junio del 49, presidida por Franco.
El plan Mil uno preveía que el primero de los tres grupos, disfrazados de curas y militares, dispararía sus ametralladoras y lanzaría granadas mientras el dictador pasaba revista a las tropas. Mientras dicho grupo intentaba huir entre la confusión creada, los otros dos grupos, vestidos de policías y militares, contendrían a la multitud y confundirían a las fuerzas leales. Después de esto los asaltantes se dividirían en dos columnas, y se dirigirían a pisos francos y a una calle cercana donde les esperaban varios transportes.
Desgraciadamente, el enlace caído en el pirineo, llevaba información confidencial sobre el plan Mil uno que rápidamente fue trasladada a la comisaría de vía Layetana.
Este incidente, no será mas que uno de la cuarentena de intentos de atentado que tratará de realizar el movimiento libertario entre los años 39 y 64.
Entre los protagonistas, el principal y mas repetido será Franco, que no podemos olvidar, resultó ileso a cuantos atentados le prepararon. En frente, entre otros, el grupo de “los anónimos”, el de “los maños”, Defensa Interior, o Laureano Cerrada, el falsificador, de fuerte potencial económico, poseedor de depósitos de armas, medios de transporte (que incluyen una lancha rápida para el transporte de armas por el Mediterráneo y alguna avioneta), e imprentas clandestinas y que será organizador de alguno de los intentos.
A continuación citaremos algunos de ellos:
A principios de los 40, un grupo armado con bombas de mano y ametralladoras se lanzó sobre la caravana presidencial, en la carretera de Extremadura, atacando el coche en el que supuestamente iba Franco, desgraciadamente este no estaba allí, resultando muerto en su lugar uno de los jefes del servicio de información. El grupo atacante, fue cercado y abatido.
En octubre del 40, Doménec Ibárs y su compañero Canillas, intentando entrar en el estado español por Irún, coinciden sin saberlo, en la estación de Hendaya, con Franco y Hitler, van armados con dos pistolas y ocho granadas. Ibárs decide ir a buscar explosivos cuando se da cuenta de la situación, pero tiene que salir de la estación para encontrar a su contacto y que le dé el “plastic”. No logrará volver a entrar una vez haya preparado el petardo. Canillas será detenido.
En mayo del 47 se planean tres atentados contra el caudillo, ante la noticia de su viaje a Cataluña. El primer intento no se lleva a cabo, debido a que los “lapiceros” detonadores estaban defectuosos y explotaban antes de tiempo cuando se realizaron las pruebas. No será este fracaso de Badalona el único en el que tengan que ver los explosivos defectuosos. El grupo de “los maños”, lo intentaría cuando Franco volviera hacia Zaragoza, mas concretamente en el alto de la Muela, con bombas “Laffite” y ametralladoras. Al probar las bombas, de cinco solo explota una, con lo que renuncian al plan. Este grupo lo volverá a intentar en marzo del 49 en Madrid, en la carretera del pardo con información de un ex divisionario azul. Un infiltrado en su grupo desbaratará el plan.
El plan 1º de mayo. La CNT había recibido información de que Franco iba a visitar Berga (núcleo del prepirineo catalán). Cincuenta libertarios fueron escogidos y concentrados en el “mas Tartás” (base anarquista situada junto a la frontera, comprada con dinero de Laureano Cerrada), armados por este último con ametralladoras, fusiles con mira, granadas, morteros, fusiles lanzagranadas, etc, como guía, el veterano Ramón Vila. Se buscó el sitio que tenía que ser minado, cuando estas explotaran, se abriría fuego de mortero y metralleta. La cercanía de la frontera permitía una rápida retirada.
Tras varias horas de marcha nocturna, algunos elementos empiezan a retrasarse, sin que sus compañeros de marcha se den cuenta. En un momento dado, Doménec Ibárs, que cerraba la columna, descubre varias siluetas detrás de él, instantáneamente, se vuelve y creyendo que se trata de una patrulla de la guardia civil, dispara su ametralladora, los otros responden a su fuego. Tras un breve tiroteo, se descubre el fatal error. A partir de ahí, multitud de civilones, empiezan la búsqueda sin saber muy bien que a pasado. La cercanía de la visita del caudillo, propició hasta la intervención del ejercito, con lo cual, el grupo, tres días después de su salida, volvía a cruzar la muga.
Dos semanas mas tarde, de nuevo Doménec Ibárs, esta vez acompañado por los murcianos ”los anónimos”, armados con explosivos, armas cortas y documentos falsos de policía. El lugar elegido, el monumento a Colón en Barcelona, durante el desfile del dictador.¿La causa del fracaso?, dos columnas de niños enarbolando banderitas nacionales que acompañaban a la comitiva, con los que “los anónimos” no contaban y que hubieran resultado afectados.
En septiembre del 48 Franco estaba en Donosti, durante la celebración de la regata de la Concha. Para ese día, Laureano Cerrada había comprado una avioneta tipo Norecrin II que se había cargado con bombas incendiarias. Objetivo: una vez mas, acabar con “cerillita”(mote despectivo con el que denominaban al dictador durante su infancia en El Ferrol). Causa del fracaso, fueron interceptados por cuatro cazas del ejército. Supuestamente tenía que haber mas avionetas cubriendo el evento, para que el norecrin pasara desapercibido. Con algo de suerte, consiguieron volver a Francia. Al día siguiente, se intentó bombardear el palacio de Ayete, donde descansaba el dictador. Esa misma noche, llovió tanto, que la pista de despegue quedo inundada. Otro plan frustrado.
En agosto del 62,Defensa Interior, intentó de nuevo el atentado en el palacio de Ayete, mas exactamente en la carretera que lleva al mismo. El dictador solía pasar sus veranos en Galicia y en S. Sebastián. Cuando Franco se fue al pazo de Meirás, un enlace lo sigue y va informando al comando, que pasa a Guipúzcoa ayudados por ETA, que también transporta las armas y los explosivos. Se excava un túnel bajo la carretera y se colocan 25 kgs de Plastic, a falta de las pilas del detonador(pues estas solo tenían una semana de autonomía). El 12 de agosto, Franco deja Galicia, el informador da la señal y el comando pone las pilas. Por desgracia, Franco no aparecerá en Donosti hasta el día 20 por la tarde. El grupo había hecho explotar la carga esa mañana antes de que se agotaran las pilas. Por supuesto, la prensa no dijo nada de la explosión.
Nos despedimos de esta sucesión de fracasos con unas palabras del propio Laureano Cerrada: La victoria más aplastante de Franco, fue morir en la cama.
Fuentes: Historia de un atentado aéreo contra el general Franco (Antonio Téllez), Los atentados contra Franco (Eliseo Bayo), La revolta dels quixots (Oriol Mallo) y Sabaté (Antonio Téllez).
Laureano Cerrada Ginés Urrea, del grupo "Los Anónimos"
Pere Adrover "el Iaio" Wenceslao Jiménez, del grupo "Los Maños"