¿Una consulta por la democracia?
Invitación al I Encuentro de la iniciativa Plataforma Ciudadana por la Consulta.
Sábado 14 de junio, a las 11:00, C/Fe 10, Madrid
La riada democrática que brotó en la primavera de 2011 de las plazas, descendió en cascada por las calles e inundó los barrios de nuestras ciudades y pueblos, colándose en los patios de vecinos y hasta en las discusiones familiares, sigue irrigando la primavera del 2014.
La democracia ha vuelto y su humus ha fertilizado, en primer lugar, la fuerza de la palabra cierta. El lenguaje engañoso e interesado de las élites se ha traducido así al idioma que busca la verdad: el rescate se llama ahora gobierno de la deuda, la economía derecho a la vivienda, a la salud, a la educación y a la renta, la democracia derecho a decidir.
Pero también y, sobre todo, hemos recuperado la política. La política-instrumento de las élites, puesta al servicio de sus propios fines, se ha convertido ahora en política-herramienta de la gente, puesta al servicio de las prioridades de lo común.
Esta política de y para la gente empezó reocupando las calles y los cuerpos y se ha lanzado ahora, en esta nueva fase que reflejan los resultados electorales del 25M, al asalto del campo institucional. La apuesta se hace cada vez más osada y consistente: ya no solo apunta a reclamar desde fuera, sino a deshacer y rehacer desde dentro de las propias instituciones. A deshacer y rehacer las instituciones mismas.
Cuando se desata el poder constituyente, y esto es lo que está ocurriendo, las preguntas se saltan las vallas levantadas por el poder constituido. La ciudadanía quiere y tiene mucho qué decir; desea y necesita decidir. Decidir sobre la forma del Estado, y para esto se reclaman referéndums; decidir sobre la organización territorial, y por esto se organizan consultas.
Pero para poder instaurar el derecho a decidir sobre TODO lo que nos concierne, y no solo sobre una serie limitada de aspectos (por muy fundamentales que estos sean), necesitaríamos conquistar el derecho a decidir a secas. Construir una democracia que supere lo puramente representativo. Superar la llamada transición del 78. Llevar a cabo una segunda transición o llevar mucho más lejos la democracia únicamente representativa a la que dio lugar la primera. Como una prefiera pensarlo o decirlo. Lo crucial es hacerlo.
¿Estaría usted a favor de elaborar una nueva constitución con la participación de toda la ciudadanía* para hacer verdaderamente efectivos los derechos y la democracia?
Esta es la pregunta que, en forma de consulta, nos invita a responder el Movimiento por la Democracia. Una consulta que se pretende organizar desde una plataforma ciudadana lo más amplia y plural posible, y que se planea realizar el próximo otoño.
Ante esta propuesta concreta y en respuesta a nuestra invitación a formar parte de ella, algunas de las personas con las que nos andamos reuniendo nos han planteado interesantes dudas y objeciones. Entre ellas, una relacionada con la eficacia de dicha consulta y otra con su posibilidad de ganar.
Respecto a la primera, es importante aclarar que esta consulta no es un sondeo, sino un desafío. Es decir, no se trata tanto de contar votos, como de contribuir a seguir alimentando la dimensión más democratizadora de la coyuntura abierta por el 15M. En este sentido, la consulta será eficaz si consigue, en primer lugar, extender el debate sobre la necesidad de llevar a cabo un proceso constituyente ciudadano. Si logra, además, esquivar las tendencias más reduccionistas de un frente electoral de izquierdas con el objetivo, más productivo a nuestro parecer, de generar un movimiento unitario desde abajo: es decir, de todas las personas y organizaciones que aspiran a esta transformación democrática profunda, más allá de sus pertenencias partidarias. Si ayuda, asimismo, a que las peleas parciales (por la vivienda, por la salud, por el derecho al propio cuerpo, por la educación) confluyan en una batalla general capaz de derribar el techo de cristal que ahora impide traducir esas demandas en leyes. Si sirve, por último, para seguir echando leña al fuego democratizador.
Respecto a ganar o perder, es cierto que desde el MpD el éxito de esta consulta no se piensa tanto en términos exclusivamente numéricos (votos obtenidos), como desde la legitimidad que sería posible alcanzar desde una plataforma ciudadana compuesta por una gran heterogeneidad de personas, colectivos, movimientos y organizaciones.
Generación de discurso y articulación plural de fuerzas en pos de un futuro proceso constituyente ciudadano. Este es el doble objetivo de la consulta propuesta. En la medida en que este objetivo se logre compartir con muchas otras y otros, la consulta será una victoria para todos.
Por eso os invitamos a asistir el sábado 14 a las 11:00 a la calle la Fe 10 (Madrid), a la primera reunión destinada a componer esta plataforma ciudadana.
Para convertir nuestros deseos en leyes. Para hacer de una consulta una fiesta por la democracia.
Marisa Pérez Colina
Comisión de consulta del MpD Madrid
*Por ciudadanía entendemos a todas y cada una de las personas que residen en el territorio que habitamos.