“El Hotel San Antón no paga salarios aunque está lleno”
El impago de las nóminas de agosto y septiembre ha llevado a la plantilla del Hotel San Antón de Granada a la huelga, con un seguimiento del 100% según los sindicatos, ausentándose del trabajo los 50 empleados del hotel. Según José Manuel Montero, delegado sindical de la UGT (Unión General de Trabajadores) en el hotel San Antón, los retrasos no son novedad y la empresa tarda entre mes y medio y dos meses en ingresar las cantidades debidas. La disposición de los gestores del hotel a dialogar se plasmó en la reunión previa a la huelga con el SERCLA (Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía) a la que no acudieron, “demostrando su desprecio a los trabajadores de su propia empresa”. Montero afirma que un funcionario del servicio de mediación calificó a este desplante como “excepcional” ya que la empresa, "habiendo una convocatoria de huelga, ni siquiera aparece para intentar remediar la situación", algo que el sindicalista niega que sea su intención. La verdadera intención de la empresa es “justificar con la huelga y los paros un cierre del hotel y despidos colectivos para empezar de cero”, apunta Montoro, quien quiere remarcar la buena disposición y el apoyo de los trabajadores.
Esta actitud amistosa con la empresa y de buena voluntad se plasmaría en la huelga hostelera del 10 y 11 de septiembre, al pactar unos servicios mínimos “que legalmente no teníamos porque hacerlo para evitar que hubiera desvíos de grupos [piquetes informativos] que le produjeran daños al hotel”. Otra muestra de buena voluntad ocurrió en 2013: la plantilla aceptó un descuelgue salarial del 5,5 % y una pérdida de 8 días de vacaciones. Esa actitud, además de la posibilidad de un inevitable cierre, ha llevado a los empleados a votar en contra de convertir la huelga en indefinida.
El comité de empresa hace un llamamiento a la Consejería de Turismo de la Junta de Andalucía para que se impliquen y al fiscal de lo Social del TSJA (Tribunal Superior de Justicia de Andalucía) “porque el Hotel San Antón está lleno con una media de ocupación anual del 70-75% con picos del 100% y a pesar de todo eso no pagan salarios ni a proveedores” Estos impagos han podido tener graves consecuencias ya que los cortes de luz de hasta 24 horas obligó a que “los clientes durmiesen con velas”. La necesidad de efectivo ha llevado a los trabajadores a ofrecer descuentos de hasta el 20% si el cliente paga a tocateja “para poder comprar leche o poner carne en un bufé” y pagar a los trabajadores ¿El responsable de esta situación? Para José Manuel está claro: Miguel Rifá Soler.
El presidente preso, el dueño imputado por seis delitos y ambos endeudados con Hacienda
Miguel Rifá Soler es el empresario catalán, afincado en Almería, que posee el Hotel Vita San Antón, de la marca hotelera Vita Hoteliers, a la que pertenecen 27 hoteles y emplea a más de 300 personas. En muchos de estos hoteles también la plantilla afronta impagos salariales. Soler tiene o ha tenido cargos en al menos 27 empresas, algunas de ellas sociedades fantasmas o pantalla. Está siendo investigado por el Juzgado Nº 3 de Almería por supuestamente liderar una trama de personas “perfectamente organizadas para defraudar a la Hacienda Pública a gran escala”. Se le acusa de media docena de delitos: organización criminal, estafa, contra la Hacienda pública, alzamiento de bienes al paraíso fiscal de las Islas Vírgenes, falsificación de documento mercantil y blanqueo de capitales. Los investigadores calculan en más de 58 millones de euros la deuda acumulada de Rifá y su complejo entramado empresarial a Hacienda. En la investigación aparece repetidas veces como socios del empresario familiares del “capo” de la política almeriense, Gabriel Amat, alcalde de Roquetas de Mar (Almería), presidente de la diputación provincial y del PP en Almería y gran amigo y hombre de confianza de Javier Arenas. Almería es provincia en la que el expresidente del PP andaluz y actual vicesecretario general de Política Autonómica y Local del Partido Popular se presenta como cabeza de lista en las elecciones autonómicas desde 2008. El presidente de Vita Hoteliers y socio de Rifá, Josep María Morros Llaurado, se encuentra en prisión provisional sin fianza desde julio por una presunta evasión de capitales de 10 millones de euros. Marvel Hotels, propiedad de Morros, se asoció con Citymar, de Rifá, para formar Vita Hoteliers en enero de 2013. También se le imputa delitos contra la Seguridad Social, la Hacienda Pública, alzamiento de bienes, quiebra fraudulenta, blanqueo de capitales, falsificación de documentos mercantiles y delito societario