Estrenamos '2015', el nuevo disco de El Pardo
El Pardo es un grupo de pop-rock formado en Madrid en 2013. Inicialmente nos juntamos para tocar con nuestra amiga Marta –primera batería de la banda– y porque queríamos hacer (aún) más ruido que con nuestros otros proyectos, y darle un foco político a las letras. Marta triunfó en nuestra primera actuación, pero no se vio siguiendo el posible ritmo de ensayos y conciertos.
Encontramos nuestra primera formación estable con Javier Marzal y David 'Koldo' Ripoll a las guitarras, Miguel López Breñas al bajo, Paula Fernández a la batería y Raúl Querido como voz principal. A los pocos meses de empezar ya habíamos grabado nuestro primer LP, de siete canciones y titulado 2013.
Tras tocar mucho en Madrid y no tanto en otras ciudades, en 2014 grabamos otras diez canciones nuevas. Al poco atravesamos un periodo de transformación y reajuste, con Paula y Miguel teniendo que dejar el grupo por otras prioridades laborales y personales. David Carratalá, que se había unido como teclista y tercera guitarra, pasó al bajo. Alberto Robla se unió como batería.
Ese periodo de reconstrucción lo fue forzosamente también de reflexión. Algo de todo ello lo estamos explicando cuando nos preguntan en las recientes entrevistas, y también en el texto que acompaña a 2015 en Bandcamp.
2015 es nuestro segundo LP, que se publica poco antes de las elecciones generales del 20 de diciembre.
En su momento nos preguntaron si éramos un grupo coyuntural. Como grupo de amigos, no: queremos durar. Como grupo musical, no estaría mal que sí lo fuésemos.
En todo caso, nos hubiese gustado que estas diez canciones hubiesen quedado como disco testimonial de lo que fue El Pardo, sobre todo en directo, los meses pasados. Tenemos la impresión, en cambio, que casi todo lo que es queja, desahogo y reflexión en ellas, puede seguir vigente de una u otra manera. Es decir, que el cambio social que deseamos sigue pendiente.
El disco lo presentaremos en directo, en Madrid, en el espacio Vaciador 34, el próximo 18 de diciembre. También las canciones nuevas que, desde hace unos meses, hemos empezado a construir en el local de ensayo.
2015 lo ofrecemos digitalmente, para escucha gratuita y descarga por un precio libre, en nuestro Bandcamp. Y lo presentamos en Diagonal, medio que apoyamos y que nos ha apoyado desde el principio.
Terroristas
Koldo (guitarra y voz): Forma parte de un tipo de canción que a veces nos sale en El Pardo. Son ésas en las que, con un ritmo más pausado, creo que combinamos una actitud agresiva en algunas partes con otras en las que, rozando el postpunk, el tema se convierte en algo más misterioso y oscuro.
Javi (guitarra y voz): Me gusta cómo empieza el bajo con la voz de Raúl. Resulta algo siniestra. Y cómo entra el estribillo con mucha rabia. Es clásica indie pero a la vez muy propia.
Raúl (voz y máquinas): La hicimos como un estallido y ojalá hubiese sido absolutamente circunstancial. Pero no: la censura, la persecución con violencia física o administrativa, se ha recrudecido contra los movimientos sociales. El poder trata como terrorismo la protesta pacífica e infiltra agitadores en ella para facilitar su represión. Frente a ello, es admirable el nivel de pacifismo que han presentado manifestaciones, marchas y protestas, desde el 15M.
Vergüenza
David (bajo y voz): Como en este disco estuve más como fan que como músico, diré las cosas como tal: el riff de Javi me parece monstruoso.
J: Creo que estaba claro que iba a ser el hit, dentro de lo que cabe esperar de un grupo como El Pardo. Tanto la letra directa como el ensamblaje de guitarras lo hacían así. Koldo y yo estuvimos compitiendo por quién hacía el riff más demagógico. Creo que yo fusilo algo de Sleater-Kinney.
R: Un amigo que es tan fan de Mark E Smith como yo me hizo notar que se parece mucho a una canción de The Fall. Eso es bueno. El título se lo debemos a los barceloneses Medievo. Somos un grupo pop-rock, y esta es de las canciones de las más inmediatas que tenemos. Respecto a otros proyectos musicales con contenido político de referencia, nosotros intentamos y creo que conseguimos evitar dos elementos clave: las letras machistas y homófobas, que no nos representarían; y las posiciones de superioridad moral y distancia "mesiánica". Tampoco se puede quedar la cosa en darse angustiados golpes de pecho, sino en poner en común (auto)críticas y responsabilidades.Frente al egoísmo y también frente a la amargura, construcción interpersonal. Que eso de la responsabilidad individual absoluta no dejan de ser otra herramienta de control social postcapitalista.
Karkajada
J: La más punki, más sucia y una de las más divertidas de tocar para nosotros. Me gusta mucho la letra porque defiende no tomarse todo a cachondeo o con distancia, y escupir un poco sobre la ironía que todo lo impregna.
R: Es rock de guitarras achicharradas y una letra de desahogo. A veces la ironía ahoga y la ira alivia. La ira no sirve como guía de actuación a medio plazo, pero circunstancialmente hay que sentirla, admitirlo, reconocer su valor, hacer a ser posible algo creativo a partir de eso.
K: Es la canción con la que me gusta acabar los conciertos. Una canción que se acerca al punk acelerado y con Raúl acabando de romperse las cuerdas vocales. Siempre me flipa, en la parte intermedia de la canción, el diálogo de las guitarras que grabamos. Es una aproximación a algunos arreglos de Iron Maiden… pero con una digitación de guitarristas que tocan en Melocos.
Ejecución
J: Al tener los mismos acordes continuamente es como una especie de mantra sobre la situación económica del país. ¡Intensita!
D: La escuché por primera vez en un concierto junto con Dúo Divergente y Raúl Peligro, y hubo escalofrío por la espalda. Fue el año pasado y parece que hayan pasado cinco. Pero esto sigue ocurriendo, la situación es tremendamente similar a la que había cuando las calles estaban inflamadas entonces. Melódicamente me parece un salto hacia adelante: un riff de teclado y bajo sencillísimo y ultraefectivo.
¡Hablan!
D: El 15M era salir hablando en los medios todo el rato. Tú. Y seguir teniendo un programa, claro.
K: Siempre me he sentido muy cercano al revivalmod y a la música que nos trae un pastiche de algunos momentos de los últimos sesenta. En esta canción, nos abrimos a ese tipo de género y suele ser una de las partes más "ligeras" del set list de cada concierto.
J: Intentaba ser una canción beat como interpretada por The Fall. Muy divertida de tocar.
R: El foco es coherente con el resto del repertorio, y hacerle una canción a las castas periodísticas era necesario. Es posible que Internet haya liberado un poco el acceso a información alternativa, pero los bustos parlantes televisivos siguen teniendo un alcance e influencia inmensas en lo que se piensa y comenta, en nuestro relato y en nuestro voto.
Nestlé
J: La letra es bastante explícita así que la parte musical se basa en un riff pesado y un estribillo bastante coreable.
D: Me alucina cómo han quedado integrados todos los elementos en ésta en concreto. Creo que es la más conseguida del disco. Y tocarla en directo es un colocón enorme.
R: Para mí es la canción que está en el centro de nuestro discurso, verbal y sonoro.
K: Sin duda, es mi canción favorita del disco. La letra se acopla a la perfección a una suerte de apisonadora a lo Suicide con un punteo inicial con el que quedé muy contento. Al tocarlo, pienso en Billy Idol y el ciberpunk, y no puedo evitar imaginarme a Raúl peliteñido de rubio.
Plasma
J: Me parece la mejor letra de Raúl. Da mal rollo de verdad. Ahora en directo tratamos de darle un rollo Fugazi o hip–hop.
R: Es, junto con Matadero, una canción decididamente coyuntural o de dar testimonio de algo que pasó. Si su alcance llega más allá es porque, desgraciadamente, que le peguen un tiro a la presidenta de una Diputación Provincial y la reacción pueda ser de alivio y fiesta, es síntoma de un malestar enorme y de una sensación de indefensión frente a la tiranía.
Matadero
K: Nunca me ha gustado Def con Dos pero es inevitable pensar en ellos en esta canción. El riff de bajo, de Miguel López Breñas, marcó la pauta para una batería y unas guitarras con un ritmo muy marcado. Es muy divertida de tocar y, creo, muy atractivo de escuchar. Y para Ana Botella… muérete, anda.
R: Que ya no esté ahí Ana Botella, la alcaldesa que corrió de vuelta a su spa, mientras estaban los chicos y chicas muertos en Madrid Arena aún de cuerpo presente, no quiere decir que lo que ella representa no continúe vigente, y que no haya otras personas capaces de hace lo mismo, quizá no mostrando el mismo grado de estupidez, pero sí con la misma maldad y desprecio por las personas.
Èltsen
R: Es el reverso dislocado de Nestlé, la experimentación sobre la misma idea pero cambiando el texto. Nombres de las empresas más grandes, ecos de esos nombres y esas marcas, y de una pequeña narración que, como otras del disco, parece distópica pero pienso que es sobre todo costumbrista. Es que la realidad es tan constantemente alucinante que a veces se nos olvida. Ya ni J. G. Ballard escribe sobre el futuro.
D: Me flipa la voz de Ágata. Tiene un talentazo enorme, y Las Odio lo van a petar.
Somos todas
D: Creo que muchas veces ha habido un ataque desproporcionado hacia ciertas cosas que el grupo ha hecho, un exceso de esteticismo mezclado con sectarismo, y mirar poco hacia uno/a mismo/a. Dicho esto, creo que en un proyecto como El Pardo hay que vigilar cada paso que se da y consensuarlo entre todas. Y un abrazo para Paula.
J: Tuvimos que improvisar un poco porque nunca habíamos trabajado los arreglos en el local y resolvimos a lo New Order entre Miguel y yo. Es gracioso terminar con una canción de baile después tanta tralla.
R: Me gustó experimentar con la electrónica en el contexto de El Pardo, aunque no sé si seguiremos por ahí. En cuanto al contenido creo que, en nuestro pequeño rango de alcance, hemos recibido mucho más apoyo que ataque. Pero uno también se identifica con otras personas que son criticadas a partir de criterios quizá superficiales. Así, la letra parte del análisis y respuesta a alguna crítica concreta, lo que se acepta y lo que se rechaza de ella.
K: Chupadme un pie.