MEMORIA HISTÓRICA : 75 ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN DEL POUM
Un partido estigmatizado por el vuelco de la historia

La historia del POUM fue
vertiginosa: meses
después de crearse en
1935 estaba en las
barricadas de una guerra
civil, y de una revolución.
Un año más tarde era
ilegalizado y procesado.

23/11/10 · 8:00
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El POUM se creó de la fusión
del Bloque Obrero y
Campesino y la Izquierda
Comunista de España, pero
su propuesta de unificación se
orientaba a todos los marxistas de la
Alianza Obrera que había liderado,
en octubre de 1934, la revolución de
Asturias
y los hechos de Barcelona.
En aquel momento, la fracción más
amplia eran los “caballeristas” y las
juventudes socialistas que hasta febrero
de 1936 defendían un gobierno
obrero como alternativa al fascismo.
A pesar de ello, el POUM invitó a la
izquierda socialista a romper con
Prieto, Besteiro y compañía.

Era medianoche en el siglo y algunos
de los mayores crímenes contra
el pueblo se perpetraban en nombre
de grandes ideales. En la página de
la campaña contra trotskistas e ‘incontrolados’,
hay que escribir también
el epitafio del ciclo revolucionario
iniciado en febrero de 1917.
Después ya nada será igual, en vez
de la revolución había que esperar a
Godot. Estas páginas hacen que la
historia del POUM –un partido extremista
para las corrientes liberales
de la época por propugnar una “democracia
obrera”–, parezca cada vez
más viva y apasionante.

Una lucha contra la historia

Seguramente un gobierno obrero no
habría permitido que Mola y Franco
tramaran impunemente el asesinato
de la República. Quizás habría armado
a los trabajadores para impedir
derrotas claves, como las de Sevilla,
Zaragoza u Oviedo. Pero al cuerpo y
el corazón del movimiento obrero le
faltó cabeza para saber cómo responder
al dilema de vida o muerte que se
veía venir desde que Hitler demostró
cómo liquidar al mayor movimiento
obrero de su tiempo. Mientras, las
fuerzas marxistas estaban divididas
entre la socialdemocracia legalista y
el comunismo estalinista.

Esta secuencia marca todas las demás.
Los comunistas disidentes del
POUM –la casi totalidad de los dirigentes
comunistas de primera hora
confluyeron en su seno como
Andreu Nin, Juan Andrade o Joaquín
Maurín–, se encontraron con la situación
invertida a la de inicios de
1933 y octubre de 1934. Después del
desastre de Alemania, Stalin, que se
había quedado solo en la cumbre de
la URSS, dio un giro a sus directrices
políticas e impuso el Frente Popular.
Para frenar el ascenso fascista, proponía
bloques liderados por la izquierda
liberal (republicanos en
España, ‘radicales’ en Francia), junto
a las ‘potencias democráticas’.

Los ‘peligros’ del Estalinismo

Lo primero que hicieron estas potencias,
tras el asalto a la República, fue
firmar el Pacto de No Intervención.
Éste dejó las manos libres a Hitler y a
Mussolini para apostar por Franco, y
la República se vio obligada a recibir
la ayuda envenenada de la URSS.

La depresión económica, el ascenso
de Hitler, la línea de ‘apaciguamiento’
de liberales y socialdemócratas
y el despliegue de la propaganda
de ‘los amigos de la URSS’
contribuyó a una ola de prosovietismo
que llegó hasta el extremo que,
cuando llegan a Madrid las primeras
Brigadas Internacionales, el
pueblo cree que son los rusos. Esto
pasaba por abajo, por arriba funciona
el “realismo”. Cuando representantes
del POUM van a protestar a
las autoridades republicanas (Prieto,
Negrín, etc), la respuesta fue: “No
sois nada al lado de la ayuda rusa”.

En 1939, sus integrantes emprendían
el camino al exilio, donde les esperaban
los campos de concentración
y/o el “maquis”. Después de una
ardua pero fallida tentativa de reconstrucción
en los años cuarenta, el
POUM persistió como referente del
comunismo democrático. Aunque no
consiguió recomponerse, su legado
“resucitó”, primero en los años ‘60 y
‘70, y después con Tierra y Libertad,
la célebre ‘peli’ de Ken Loach.

EL RAPTO DE
ANDREU NIN

La campaña antipoumista tuvo
su culminación con el rapto en
1937 de Andreu Nin, después
sería torturado y asesinado.
Nin, que había sido secretario
general de la CNT, fue uno de
los rostros del internacionalismo
comunista de los años '20,
traductor y escritor reconocido.
Incluso, su integridad fue resaltada
por testigos de la talla de
la anarquista Emma Goldman.
La historia del POUM ha intentado
ser mantenida durante los
últimos años por la Fundación
Andreu Nin y por personajes
como Wilebaldo Solano, que
ha fallecido poco antes de que
se inicie la celebración de este
75 aniversario.

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