COLONIALISMO // DEL APOYO A SU AUTODETERMINACIÓN, DE ACUERDO A LA LEGALIDAD INTERNACIONAL, A SU APUESTA POR LA
El Sáhara Occidental, moneda de cambio del PSOE

En los últimos 35 años, la
población saharaui se ha visto obligada a vivir bajo la
ocupación militar en los territorios ocupados de
Marruecos, en campamentos de refugiados de Argelia
o en las zonas liberadas. Un pueblo olvidado, especialmente
para el PSOE, que ha pasado en los últimos 30
años de mostrar su apoyo a la causa desde la oposición
al Franquismo a apoyar la postura marroquí.

10/12/09 · 0:53

“Como parte del pueblo español, sentimos
vergüenza de que el Gobierno
[franquista] no haya sólo hecho una
mala colonización, sino una peor
descolonización entregándoos en
manos de gobiernos reaccionarios
como los de Marruecos y Mauritania”,
afirmaba en 1976 Felipe González
(PSOE) en los campamentos
de refugiados saharauis en Argelia.

Más de 30 años después no descubrimos
nada al decir que la descolonización
del Sáhara Occidental no
ha terminado, único caso en África,
y que la potencia administradora de
este territorio, según la ONU, es el
Estado español. Tampoco si hablamos
de los más de 120.000 refugiados
saharauis que desde 1974 pueblan
la hammada argelina. Allí
huyeron de los bombardeos indiscriminados
de napalm y fósforo
blanco posteriores a la ocupación de
su territorio por parte del ejército
alauita.

Un muro de 2.700 kilómetros
rodeado de minas antipersonas
divide los territorios de la antigua
provincia y colonia española. A un
lado, las zonas liberadas que el Frente Polisario intenta poblar;
del otro, los territorios ocupados,
donde la población saharaui
sufre la ocupación militar de marroquí.
“Especialmente desde que el 6
de noviembre Mohamed VI en su
discurso conmemorativo de la Marcha
Verde declarara que sólo hay
dos tipos de personas: marroquíes o
traidores. La represión ha aumentado:
detienen a gente por recibir a
abogados internacionales, a activistas
de los derechos humanos les han
quitado sus papeles...”, denuncia El
Mami Amar Salem, vicepresidente
del Colectivo Saharaui de Defensores
de Derechos Humanos.

El Mami sigue muy de cerca la situación
de Aminetu Haidar, pero tampoco se olvida de
los siete activistas que desaparecieron
en octubre a su vuelta de una
visita a los campamentos. “Siguen
en la cárcel de Salé, aislados y a la
espera de ser juzgados en un Tribunal
militar”, denuncia Khadad
Emhamed, coordinador saharaui ante
la Misión Internacional de Naciones
Unidas para la celebración de un
Referéndum en el Sahara Occidental
(MINURSO), que se creó en 1991.

Una misión inconclusa y, de nuevo,
paralizada. A primeros de diciembre
se debía celebrar una nueva ronda
de negociaciones que no tendrá
lugar, “las detenciones de activistas
saharauis y la expulsión a Lanzarote
de Aminetu Haidar hacen que estas
sean imposibles”, apuntilla Khadad a
este periódico.

¿Apoyo a la causa saharaui?

Aun así la postura oficial de la dirección
del PSOE es la de defender la
causa saharaui que pelea por el derecho
a su autodeterminación. Es decir,
un referéndum en el que puedan
elegir sobre su independencia o integración
en Marruecos. ¿Igual que en
1976? “No hemos modificado ni una
coma nuestra postura”, explica a este
periódico Elena Valenciano, secretaria
de Política Internacional de
este partido. ¿Y qué opinan de Marruecos?
El propio González formó
parte de la comisión que intentó que
Marruecos organizara el Mundial de
Fútbol de 2010. También es conocida
su intermediación ante Mohamed
VI en favor de que Telmex, empresa
de Carlos Slim, entrase en el mercado
alauita. O para que en 2006 Chile
y Colombia decidieran no reconocer
a la República Árabe Saharaui
Democrática.

Eso sí, la Agencia Española de
Cooperación Internacional no ha dejado
de nutrir a los campamentos de
refugiados. “Preferimos que llegue
un comunicado político que ejecute
la legalidad internacional, a toda la
ayuda que mantiene a nuestro pueblo
en campamentos de refugiados”,
reconoce Khadad.

“Marruecos es un tapón para la inmigración
del África Subsahariana;
empresas españolas realizan dumping
social allí, al instalar sus centros
y rebajar así las condiciones
laborales de sus empleados; los armadores
de barcos españoles pueden
pescar en sus caladeros gracias
a los acuerdos con la UE. Pero todo
esto no me parece motivo suficiente
para que el pueblo saharaui sea una
moneda de cambio. Tampoco que altos
cargos del PSOE como el propio
Felipe tengan intereses personales”,
explica perplejo Fernando Peraíta,
de la Asociación de Amigos del
Pueblo Saharaui de Sevilla
.

Otra de estas posibles monedas de
cambio es el comercio de armas.
Desde 1984, todos los gobiernos han
vendido o regalado material bélico a
Marruecos. Tanto en plena guerra,
como en la actual situación de alto
fuego. En 2008 recibieron el obsequio
de seis torpedos MK46 MOD-2
y una venta cifrada en 113, 9 millones
de euros. La monarquía marroquí
se convirtió en el tercer cliente de
la industria militar española.

Los cambios en la ONU

“Desde el Franquismo, los únicos gobiernos
españoles que se han abstenido
en una votación por la descolonización
del Sáhara Occidental han
sido el de Franco y el de Zapatero”,
reconocía en 2006 a DIAGONAL Mohamed Y. Beissat, embajador del
Polisario en Argelia, tras la actuación
del Gobierno. Tan sólo un año
después de la llegada de Zapatero a
la Moncloa las cosas estaban muy
claras. En marzo de 2007, en su visita
a Marruecos, Zapatero conoció su
última apuesta por la autonomía. “La
parte española ha acogido esta propuesta
con interés y considera que
podría generar una nueva dinámica
de diálogo”, según recogía entonces
Asuntos Exteriores.

“Hay mucha gente del PSOE en
las asociaciones de defensa del pueblo
saharaui, incluso alcaldes o concejales.
Esto debe crear contradicciones
en el partido. La cúpula está
del lado de Marruecos y la base en
contra”, reconoce Peraíta. Según el
actor Willy Toledo, presidente de la
Plataforma Todos con Aminetu, que
lleva en Lanzarote desde el 17 de noviembre,
así se han manifestado también
parlamentarios vascos del PSE
o el secretario de Movimientos Sociales,
Pedro Zerolo. Sin embargo,
Valenciano no reconoce ninguna
tensión. “Decir que hay un movimiento
crítico es demasiado, hay
mucha gente preocupada y nos pide
que hagamos cosas”, apostilla.

El expolio, una traición más

Desde 2007 a los caladeros saharauis
han vuelto los pesqueros europeos,
especialmente españoles y franceses
. “La historia
no tiene marcha atrás”, afirmaba este
verano López Aguilar, ex ministro
de Justicia y candidato al Parlamento
Europeo por el PSOE, sobre las posibilidades
de ratificar el Nuevo Acuerdo
de Asociación de la Unión Europea
con Marruecos.
Al menos el conflicto saharaui ha
vuelto a la “agenda internacional”.
“Hay otros muros en el mundo que
deben caer”, denunciaba el presidente
hace unas semanas en el vigésimo
aniversario de la caída del
muro de Berlín. Como dirían en tierras
de Zapatero: “Una cosa es predicar
y otra dar trigo”. Los 2.700
kilómetros de muralla del Sáhara
siguen levantados. Y la valla de
Ceuta y Melilla también.

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