Muchas de las propuestas y reivindicaciones
que estos días se han
proclamado en las plazas tenían
destinatarios mucho más alejados
que el Ayuntamiento o la Comunidad
más cercana. Incluso desde
la Moncloa poco podrían hacer, si
quisieran hacerse eco de ellas.
Igualmente los problemas que se
reflejan y los culpables de esta situación
tienen los mismos nombres
en otros lugares.

Y para lograr esos objetivos, su
extensión a otras ciudades era necesaria.
Francia, Italia, Grecia, Italia,
Portugal e, incluso, América
Latina han sido testigos de la indignación
de su población y ya se
preparan jornadas de movilización
internacional para el 15 de octubre;
también el 19 de junio las protestas
trascenderán las fronteras
del Estado español.

Tras el rescate financiero que hipoteca
Portugal los próximos
años, las protestas llegaron a la
plaza del Rossio de Lisboa, aunque
a diferencia de lo que pasó en
Madrid, la jornada de reflexión fue
la excusa para terminar con esta
protesta. En el desalojo, tres personas
fueron detenidas después de
una carga policial.

Francia

Primeros pasos
hacia un movimiento propio

París ha sido el centro neurálgico de
un movimiento que comenzó como
apoyo al 15-M español, pero que se
ha extendido por casi toda Francia,
explica en esta información Marta
Iñiguez. A pesar de la represión policial
en la Bastilla, las asambleas y el
trabajo de las comisiones siguen su
curso. Se han establecido asambleas
en más de 30 municipios y la información
ha saltado los muros informativos.

“Cuando todavía no había
apenas información, llegaba a casa
desde la Bastilla, iba a hacer un vídeo
informativo sobre la jornada y la
represión que habíamos sufrido, y
cuando entro en internet, veo que ya
se habían organizado actos de solidaridad
en Madrid, Barcelona y Sevilla,
¡no me lo podía creer!”, explica
Ramón, uno de los manifestantes.

Bajo el grito de “Démocratie Réelle
Maintenant” (democracia real
ya), se reivindica al movimiento español,
junto a las revueltas en el norte
de África, como una llamada a tomar
esta oportunidad y provocar
una regeneración política. De una
forma autogestionada y horizontal,
sin partidos políticos, llamando al
pacifismo y a la toma de conciencia,
el propio movimiento quiere ser el
modelo de lo que se quiere alcanzar.

Grecia

Los indignados griegos
también toman las plazas

Según la información de Ilias Ziogas,
desde el 25 de mayo, las plazas
de las ciudades están llenas de manifestantes.
Inspirado por el movimiento
15M español, el movimiento de los
indignados en Grecia (“oi aganaktismenoi”)
se organizó de manera espontánea
por la web. Aunque las manifestaciones
son diarias, las más
multitudinarias tienen lugar cada domingo.

El 29 de mayo, en Atenas se
reunieron más de 100.000 personas.
En las manifestaciones se siente la
indignación, pero a la vez son pacíficas
y festivas, enfrentándose al sistema político y económico en su totalidad.
Se reivindica una democracia
directa, la salida del Gobierno y la
troika (UE, BCE y FMI), la abolición
de la deuda pública y mayor justicia
social y económica.

En las plazas tiene lugar un proceso
de autoorganización, con
asambleas diarias y acampadas permanentes.
En Atenas, entre sus resoluciones,
destaca la decisión de
impedir el voto parlamentario al rescate
número 2 negociado entre el
Gobierno y la troika, que se prevé
para el 15 de junio. Una de estas
movilizaciones bloqueó en varias sesiones
la salida del Congreso de los
parlamentarios.

Foto: Libertinus

Alemania

Apoyo hasta en Bielefeld,
la ciudad imaginaria

Desde el comienzo de la movilización
en España, una veintena de ciudades
cuenta con su grupo local de
DRY, incluida Bielefeld, ciudad que
muchos creen inexistente a raíz de
un bulo comenzado en los ‘90, según
relata Carmela Negrete.

Se han sumado a la convocatoria
de una manifestación mundial el 15
de octubre y apoyarán el intento de
paralizar un desahucio el día 15 de
junio. Además, exigen una renta mínima
para toda la población.

Además, en Berlín se ha iniciado
una acampada este primer domingo
de junio para acompañar a la de
Stuttgart, que pretendía frenar la
construcción de una gran estación.

Italia

19J, convocadas
movilizaciones en todo el país

En Italia, relata Daniele Grasso, el
movimiento 15M ha recibido apoyo
en varias ciudades del país, especialmente
en Milán, Roma y Bolonia.

Estas protestas, organizadas
sobre todo por estudiantes españoles,
no han mantenido la fuerza con
la que se iniciaron el 20 de mayo.
La #italianrevolution ha hecho oír
su voz sobre todo en las redes sociales,
aunque en varias ciudades
(Perugia, Turín y Roma, entre
otras) se han reunido un centenar
de personas en asambleas, siguiendo
el modelo de Sol.

Bolonia ha sido el lugar con una
organización más constante del movimiento.
Bajo el lema “democrazia
reale ora”, el movimiento ha editado
un manifiesto, cuyas reivindicaciones
apuntan sobre todo al mundo
escolar, golpeado por el traspaso de
fondos públicos a centros privados
y por la precariedad de sus docentes;
por derecho al agua pública, que
será objeto de un referéndum el 12
de junio; por el derecho a la vivienda
y por la abolición de las leyes racistas.

En Roma, citadas a través de
internet, un centenar de personas
han empezado a reunirse en asamblea
desde el 2 de junio y convocando
asambleas todos los días a las
19h, pero sin acampar. En todas las
ciudades habrá convocatorias para
la movilización internacional del 19.

Argentina

Solidaridad con los
“indignados”

Las primeras imágenes de la protesta
en Sol trajeron en Argentina miles
de reflexiones y una misma respuesta:
la solidaridad con quienes reclaman
“una democracia real ya”, según
informa Carina López Monja.

Desde mediados de mayo se han
realizado diversas movilizaciones en
la histórica Plaza de Mayo, frente a
la casa de Gobierno y también frente
a la embajada española. Allí desde finales
de mayo se turnan para acampar
decenas de jóvenes.

Convocada por la Federación de
Sociedades Gallegas y con el apoyo
de la Federación Universitaria, españoles,
descendientes y decenas de
jóvenes argentinos se movilizaron el
23 de mayo frente a la embajada expresando
su solidaridad con la lucha
en España y rechazaron que las consecuencias
de la crisis la paguen los
pueblos.

Éstos denuncian la creciente
precariedad laboral, que se multiplica
en España como en Argentina,
y responsabilizan por ello a las grandes
empresas y a los gobiernos.