Con estas palabras recibía
Haidar al representante
del Ministerio de Asuntos
Exteriores, cuando llevaba
más de dos semanas en
huelga de hambre y la
preocupación ya desbordaba
a La Moncloa.
- Foto: Plataforma todos con Aminatu
"Estaba convencida de que la iban a
detener, porque ya lo habían hecho
con los siete activistas que regresaban
de los campamentos. Nosotros
volvíamos con ella para grabar la detención.
Aunque nos quitaron alguna
cinta, tenemos el momento de la
detención", explica a este periódico
Pedro Barbadillo, uno de los periodistas
que acompañaban a Haidar
en su regreso a El Aaiún y que están
grabando un documental sobre la
activista saharaui, que posteriormente
inició una huelga de hambre
en el aeropuerto de Lanzarote.
Tanto la detención y expulsión de
Marruecos, como la huelga de hambre
no tuvieron en sus inicios la consideración
de grave conflicto internacional.
Y para ambas situaciones
las reacciones desde EE UU han sido
fundamentales. Según Barbadillo,
hasta que el hijo del ex senador
Robert F. Kennedy no se empezó a
preocupar, la situación fue muy complicada
en el aeropuerto de El Aaiún,
totalmente sitiado por fuerzas policiales
y militares. Haidar regresaba
de EE UU tras recoger el Premio de
Derechos Humanos Robert Kennedy.
Según el actor y presidente de la
Plataforma Todos con Aminetu,
Willy Toledo, “al principio nadie del
Gobierno, ni del PSOE, dieron señales
de vida. Ningún tipo de comunicación.
Pero desde que apareció una
nota de prensa del Departamento de
Estado de EE UU todo cambió”.
Quince días después del inicio de
su huelga de hambre, el primer responsable
de Asuntos Exteriores visitó
a la activista saharaui. Haidar recibió
a Agustín Santos con estas palabras:
“Respecto a mi situación que es
ante todo inhumana, una situación
en la cual se están violando todas las
convenciones internacionales, sobre
todo aquellas firmadas por el propio
Marruecos, sobre todo el Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos…
No vine a España por mi
propia voluntad. Vine obligada a viajar,
después de una detención abusiva
que duró 24 horas en el Sáhara
Occidental. Después de que se tomó
la decisión abusiva de expulsarme
de manera ilegal de mi tierra y con la
decisión de llegar hasta el final”.
Toledo explica a DIAGONAL que
no van a dejar morir a Haidar, aunque
reconoce que todo dependerá de
la saharaui. “La respuesta de Moratinos
fue la típica de un país totalitario:
desacreditarla a ella y a su entorno”,
dice Toledo. “Es una reacción
provocada al descubrir que alguien
tiene la dignidad y determinación de
Aminatu. Eso les hace tambalearse.
Por suerte, parece que han dejado de
lado a Moratinos, que estaba muy
enfurecido”, continúa, en referencia
a las muestras de nervios que el titular
de Exteriores desplegó ante los
periodistas en la Cumbre Iberoamericana
de Lisboa, y ante sus adversarios
en el Parlamento.
Las acciones realizadas por los
Gobiernos de Marruecos y España, a
través de sus agentes y autoridades,
han vulnerado la legalidad internacional,
la legislación interna de Marruecos
y España y los derechos humanos
de Aminatu Haidar, según denunciaba
en un comunicado la defensa
de Haidar el 2 de diciembre.
Por su parte, Marruecos no puede
denegar la entrada o expulsar a un
nacional. Y en el Estado español se
repiten las irregularidades, empezando
por la compañía áerea, que la
trasladó forzosamente y contra su
voluntad, ya que no existe resolución
alguna de expulsión de El Aaiún y
Haidar no posee la documentación
necesaria para entrar en territorio
español. “La recibimos legalmente,
posee tarjeta de residencia”, explica
la máxima responsable de Asuntos
Internacionales del PSOE, Elena
Valenciano. “Por razones humanitarias
tiene un permiso de residencia,
podría entrar si ella quiere, pero llegó
obligada y esto no se puede hacer
sin su pasaporte”, contradice la abogada
de la saharaui, Inés Miranda.
Además, Haidar ha sido condenada
a una multa de 180 euros sin ni siquiera
estar presente ella ni su defensa
en la vista oral. A la vez su denuncia
contra el Estado español y
marroquí ha llegado a la Audiencia
Nacional, sin ser informados como
parte del proceso. "Nos hemos enterado
por la prensa", reconoce Miranda,
quien resume la situación de
Haidar como un atentado contra su
libertad de movimiento, ya que es
obligada a montar en un avión y durante
días no la han dejado regresar.
"No sé si servirá para que el conflicto
saharaui empiece a solucionarse, pero
sí que el pueblo tiene un nuevo referente,
que necesitaban desde la
muerte de El Uali en 1976”, afirma
Toledo. “Gracias también a los distintos
galardones que se me ha dado
en el extranjero, [Marruecos] pensó
en tirarle el balón a España. Marruecos
sabe realmente quién es Aminetu
Haidar pero España no", explicaba a
Santos la propia Haidar.
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