CRISIS ALIMENTARIA
La especulación con alimentos básicos, un negocio seguro para los mercados

Según diferentes especialistas, 2010 ha sido el año con una de las mejores cosechas de la historia. Sin embargo las materias primas básicas como el trigo, el maíz o el azúcar subieron de media un 25%. Las causas hay que buscarlas en la especulación bursátil con estas materias primas y en un modelo de alimentación industrial dependiente del petróleo. Naciones Unidas ya habla de una situación “muy preocupante”. Túnez prendió la mecha, y las revueltas ya se han extendido a Egipto o Yemen entre otros. En el Estado español, el sector ganadero es el más afectado por la subida de los cereales.

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28/02/11 · 7:00
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TÚNEZ. El aumento del precio de los alimentos básicos estuvo entre los detonantes de las protestas en los países árabes. Foto: Nasser Nouri

‘Commoddities’, mercados de futuros,
apalancamientos... la Bolsa habla
y sube el pan. Desde 2007 una
nueva terminología ha invadido los
medios de comunicación desconcertando
a todas las personas que sólo
entienden una cosa: que desde que
se especula en bolsa con materias
primas básicas como el trigo o el azúcar,
los precios de los alimentos se
han multiplicado de manera astronómica
para provocar una profunda
crisis alimentaria que ya en 2008 incrementó
el número de personas
hambrientas en 100 millones. Apenas
tres años después el drama se repite.

Según la FAO, en enero, por
séptimo mes consecutivo, el precio
de los alimentos alcanzaba un récord
histórico al aumentar un 3,4% respecto
a diciembre de 2010. Esto representa
la mayor subida de los últimos
20 años, superando incluso los
niveles de junio de 2008, epicentro
de la crisis alimentaria.

De momento las revueltas por el
alza de los precios ya se contagian de
un pueblo a otro.
Túnez, Egipto,
Argelia o Jordania son los primeros
que han reaccionado ante una subida
de un 25% respecto a los precios
del año pasado. Pero esta nueva crisis
no llega por sorpresa. A finales de
2009, Olivier De Schutter, relator especial
de las Naciones Unidas sobre
el Derecho a la Alimentación, afirmaba:
“Quizá sea en abril de 2010 o
de 2011, pero tendremos una nueva
crisis de precios de los alimentos porque
las causas directas del incremento
de 2008 aún están ahí”.

Según afirma para DIAGONAL
Ferrán García, de Veterinarios sin
Fronteras, “casi una tercera parte de
las compras de cereales a futuros se
encuentran en manos de actores ajenos
al sector, es decir, actores que
especulan con el alimento mediante,
por ejemplo, fondos de inversión.
Son los que están ahora empujando
los precios del trigo”. La especulación
es uno de los puntales por los
que, por ejemplo, el precio del trigo
casi se haya duplicado en seis meses.

“La inversión en materias primas genera
muchos beneficios y es algo
muy seguro. Los precios de los alimentos
van disparados hacia arriba
en la bolsa”, apunta este experto de
Veterinarios sin Fronteras.

Mientras, los diarios económicos y
los intermediarios financieros llaman
a apostar por los cereales enumerando
las “buenas perspectivas”
que harán de la inversión todo un
éxito. Lo que rara vez se nombra como
origen de la subida de los precios
es a los especuladores. “Yo prefiero
referirme a los inversores financieros,
que mueven mucho el mercado
y tienen un gran peso en el comportamiento
del precio”, declaraba en
octubre Juan Ignacio Crespo, director
europeo de Thomson Reuters, al
diario Expansión.

El acento lo ponen en otras cuestiones
como la escasez de tierra cultivable,
una reducción de las cosechas
o el cambio climático. “Ése también
fue el argumento de 2008. Pero es
falso. De hecho, la producción de cereales
de 2010 es la tercera mayor de
la historia”, cuenta Ferrán García.
Junto a la especulación financiera
encontramos otra causa en la escalada
del valor de las materias primas:
es el crecimiento de población. Según
la FAO, se espera que el número
de personas en los países en vías de
desarrollo crezca un 70% entre 2007
y 2050. Este aumento, que ya se está
dando en algunos países, está incrementando
la demanda de cereales.

Para García, “en algunos países como
China e India ha subido el consumo
interno, como pasó aquí hace
años. El problema está en que la manera
de satisfacer ese consumo es a
través de la agricultura y ganadería
industrial”. Ambos modelos son muy
dependientes del petróleo, se utilizan
muchos fertilizantes, embalajes,
transporte. “Por eso cuando hay un
alza del precio del petróleo repercute
mucho en el precio de los cereales”,
sentencia García.
Según Ana Etchenique, vicepresidenta
de la Confederación de Consumidores
y Usuarios (CECU), “esta
visión intensiva e industrial de la ganadería
hace que se fomente mucho
el consumo de carne y que, por lo
tanto, el grano vaya a alimentar al
ganado en vez de a las personas. Esto
está pasando en los países en
desarrollo y en Europa. Comer tanta
carne nunca ha sido habitual en ninguna
cultura”.

En 2008, el uso de cereales como
agrocombustibles también supuso
un factor determinante para el alza
de los precios.
“Este año realmente
sólo puede ocurrir con el azúcar. El
peligro real de los agrocombustibles
es más ambiental y social”,
sentencia García.

Pero la repercusión del encarecimiento
de los alimentos no es la misma
en todas partes, sobre todo en los
países más empobrecidos donde dedican
entre un 70 y 80% de sus ingresos
a alimentación. “Este extremo
en el Norte no se nota. Aunque
cada vez hay más bolsas de exclusión”,
sentencia el experto de Veterinarios
sin Fronteras. De hecho, según
el Instituto Nacional de Consumo,
en el Estado español se dedica
una quinta parte de los salarios a alimentación,
y aunque la subida global
de precios aún no se ha visto reflejada
en los últimos datos del IPC,
Ferrán García afirma que a nivel estatal
se traslada con retraso y sobre
todo a los alimentos procesados. “Lo
más perverso –explica García– es
que debido a las previsiones los precios
pueden subir más de lo que en
realidad deberían”. Algo que ya ocurrió
en la anterior crisis.

Según explica a DIAGONAL Felipe
Medina, del sindicato agrario
COAG, “en el Estado español el último
IPC general es del 3,3%, y esto
va a repercutir entre la ciudadanía
tarde o temprano, ya que el poder
adquisitivo es menor que en 2008”.
Para Medina de momento uno de
los sectores más afectados por la subida
de los cereales es el de la ganadería,
porque en muchos de los casos
el cereal que se compra para
pienso es importado. “El sector ganadero
no va a poder repercutir esa
subida en los precios de venta a los
intermediarios y distribuidoras,
mientras que éstas últimas sí que
aprovechará esa subida e incrementarán
sus márgenes de beneficio.
Siempre a costa de los ganaderos y
ganaderas” anuncia Medina.

ACAPARAMIENTO
DE TIERRAS

Desde 2008, los intereses inversores
se esfuerzan por controlar
tierra agraria en Asia, África y
América del Sur. Al principio, a inicios
del 2008, la excusa para los
países del Golfo Pérsico, Corea
del Sur, Libia o Egipto era lograr la
seguridad alimentaria. Con el
paso del tiempo, fueron los grupos
financieros quienes comenzaron
a acaparar tierra en el Sur. En
este caso el argumento empleado
era la necesidad de diversificar
intereses y propiedades. Según la
revista agraria Grain, «hasta la
fecha han cambiado de mano
más de 40 millones de hectáreas,
más de la mitad en África». Una
situación que también se empieza
a extender al Norte, como denuncia
que ocurre en Andalucía
Manuel Rodríguez, del Sindicato
Andaluz de los Trabajadores.

Tags relacionados: Número 144 Soberanía alimentaria
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comentarios

1

  • |
    anónima
    |
    01/03/2011 - 3:07am
    Comparto completamente el punto de vista del artículo. Si tenéis un ratillo, creo que mi blog puede resultar interesante.
  • TÚNEZ. El aumento del precio de los alimentos básicos estuvo entre los detonantes de las protestas en los países árabes. Foto: Nasser Nouri
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