Los autores explican el trasvase de recursos desde el segmento de la población más pobre hacia los hogares más ricos.

1. LA SITUACIÓN DE
LA POBLACIÓN EN
PARO. En 2007, último
año del “ciclo triunfal”
de crecimiento dominado por el capital
financiero, la tasa de paro era
del 8,3%, en el primer trimestre de
2012 alcanzó un 24,4% (hay 3,8millones
de nuevos desocupados:
800.000 nuevos activos y tres millones
que han perdido el empleo).
Paralelamente se ha deteriorado la
situación de la población desocupada,
pues se incrementó notablemente
el desempleo de un año o
más de duración (del 23,7% al
43,3% de los parados) y el porcentaje
de hogares con todas las personas
activas sin empleo (del 3,2% al
13,3%; de 390.000 a 1,7 millones).
Debido a esta dinámica la tasa de
cobertura del desempleo (número
de personas con prestación respecto
al total de desocupadas) cayó del
77,5% al 57%(las prestaciones contributivas
pasaron de 42,5 a 26,6%y
las asistenciales de 31,4 a 29%). En
síntesis menos del 60% de la población
en paro recibe alguna prestación
y la mayoría sólo accede a una
prestación asistencial, de menor
cuantía y siempre condicional. En
euros constantes el importe medio
anual percibido por los parados pasó
de 2.447 a 2.989 entre 2007 y
2010. La perspectiva es una disminución
continua de esta cobertura.
2.Y LA DE QUIENES
AÚN TIENEN EMPLEO. En el mismo período el total de personas
ocupadas descendió desde
20,3 a 17,4 millones, la masa salarial
disminuyó, en moneda constante,
un 6,6% mientras que el salario
medio anual prácticamente no ha
variado (se mantiene en torno a
14.400 euros anuales, según la
Agencia Tributaria). Comparando
la situación de los salarios declarados
(es decir, ignorando el empleo
sumergido y más precario) entre
2007 y 2010 el número total
disminuyó de 19,3 a 18 millones de
personas; sin embargo, quienes no
superaron el valor del salario mínimo
interprofesional aumentaron de
5,2 a 5,6 millones (de 26,9 a 31,2%
del total; más del 50% en el caso de
población extranjera). Mientras
tanto, hay 156.000 personas cuyo
salario medio mensual es de 12.000
euros; ingresos magros comparados
con los de los 534 consejeros y
miembros de la alta dirección de las
empresas incluidas en el Ibex 35
cuyos ingresos medios en 2011
fueron de 73.000 euros mensuales,
superando en 25 veces el salario
medio de sus empresas.
Las desigualdades salariales por
sexo y edad han aumentado en la
última década. Si en 2000 la retribución media
de las mujeres era un
22,7% inferior al salario medio global
su desventaja pasó al 31,5% en
2010; por su parte, el “retraso” de
los jóvenes se incrementó del 54,1%
al 60,6%. Si sumamos nacionalidad
y sexo vemos que el salario medio
anual de las mujeres españolas representa
el 74,2% del que perciben
los hombres del mismo origen, el
de los hombres extranjeros alcanzaba
el 48,3%y el de las mujeres inmigradas
apenas un 39,3%.
3.EL REPARTO
DE LA TARTA. La renta por persona (el total de lo
producido dividido entre la población
del país) creció un 61% en el
periodo 1994-2007 y retrocedió un
10% entre 2007 y 2011. Durante la
crisis, la renta disponible de los hogares
medida en euros constantes,
descontando el efecto de la inflación,
disminuyó un 3%. ¿Cómo se
reparte este aparente retroceso general?
La desigualdad de ingresos
entre los hogares medida por el
Coeficiente de Gini (cero refleja
igualdad perfecta, cien máxima
desigualdad) se ha incrementado
de 31,2 en 2007 a 33,9 en 2010. Y la
tasa de pobreza pasó de 19,6% en
2007 a 21,8%en 2010, sumando dos
millones de nuevos pobres.
Pero la renta sólo mide el flujo de
lo que se ingresa en un año y nos
oculta lo que se tiene ya acumulado.
Por eso hay que medir la riqueza.
Según la Encuesta Financiera
de las Familias la ratio de desigualdad entre
el 25% de los hogares más
ricos y el 25% más pobre se ha incrementado
entre 2005 y 2009 de
39 a 50 veces (en esos cuatro años
el patrimonio del segmento más rico
creció un 20% mientras el de los
más pobres disminuyó un 6,4%).
En lengua romance: los pobres se
empobrecen y los ricos siguen incrementando
su patrimonio.
3.CODA:
PERO ESO NO ES TODO. Esta misma semana dos adalides
de la derecha empresarial nos han
anunciado que quieren mucho más
de lo mismo: la presidenta del
Círculo de Empresarios ha reclamado
reducir la masa salarial de las
administraciones públicas (léase:
despidos), una nueva reforma laboral
que abarate el despido y los
costes salariales (más paro, retribuciones
menores) y más impuestos
indirectos (los que menos molestan
a los grandes patrimonios). Por su
parte, el presidente de la patronal
bancaria (AEB) afirma que la población
“tiene que entender” que
“los sueldos tienen que bajar durante
cinco o diez años”. Conviene que
entendamos lo que nos preparan.
Para saber a qué nos enfrentamos.
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