CAMBIO CLIMÁTICO // PESE A LA REDUCCIÓN CAUSADA POR LA CRISIS, EL ESTADO ESPAÑOL SIGUE LIDERANDO A LOS PAÍSES
Hacia Copenhague echando humo

La próxima cumbre de Copenhague, en diciembre de 2009, podría estar marcada por una mayor liberalización del mercado del carbono.
El Estado español, acude a la capital
danesa como uno de los países que más ha incumplido
los objetivos que se marcaron en Kioto en 1997.

02/09/09 · 23:23

Por primera vez desde 1994, el año
pasado se redujeron las emisiones de
Gases de Efecto Invernadero (GEI)
en el Estado español. Según un informe
preparado para CC OO por
Llorenç Serrano i Jiménez, de este
sindicato, y José Santamarta, director
de la edición española de World
Watch, titulado Evolución de las
Emisiones de Gases de Efecto Invernadero
en España (1990-2008)
“cabe
esperar un descenso de las emisiones
aún más pronunciado en 2009”.

¿Se trata de los primeros pasos en el
cumplimiento de los límites que impone
el protocolo de Kioto? La respuesta,
para los autores del informe,
es dudosa. Según el texto es difícil
evaluar si la disminución de un 6,5%
de las emisiones de GEI respecto a
2007 obedece a unas medidas que,
dice CCOO, no han pasado de ser
“recomendaciones o directrices genéricas
cuya aplicación es difícil de
medir”. Para Mario Cuéllar, miembro
de la asociación Globalízate, la
reducción se debe sólo a una disminución
de la actividad productiva de
sectores como el cementero o el del
ladrillo, y no es posible achacarlo a
acciones claras por parte del
Gobierno “simplemente porque éstas
no se han producido”. En esta explicación
ahonda Pablo Cotarelo, de
Ecologistas en Acción, para quien
existen diferentes causas y prácticamente
todas están relacionadas con
la crisis: “La disminución del consumo
eléctrico está relacionada con la
bajada de la producción económica;
se ha producido un trasvase del carbón
al gas pero esto se explica por
una cuestión económica, ya que el
precio del carbón ha aumentado y el
del petróleo y del gas ha bajado”.

La realidad es que España sigue
siendo el país de la UE que muestra
un mayor incumplimiento de las cifras
que determinaba Kioto. Éstas
contemplaban un aumento del 37%
de las emisiones en el período 2008-
2012 respecto al año de referencia,
1990. El Estado español expulsa un
42,7% más de GEI, un porcentaje
que, en teoría, debería reducirse muy
por debajo del 37% de referencia para
equilibrar la media del ciclo. Las
emisiones alcanzaron su cénit en
2007, cuando se emitieron a la atmósfera
441,4 millones de toneladas,
150 millones más que las que se lanzaron
en 1990. Pero, a pesar del dudoso
récord, no se sabe cuáles serán
las sanciones para los países que se
alejen de las asignaciones firmadas.

En este contexto, el papel del
Estado español en la XV
Conferencia Internacional sobre el
Cambio Climático que se celebrará
en Copenhague el próximo diciembre
suscita dudas entre los grupos
ecologistas, habida cuenta de que sólo
la recesión ha sido capaz de frenar
hasta cierto punto la escalada de
emisiones de GEI asociados al auge
de la burbuja inmobiliaria. La agenda
de la UE para la cita ya está consensuada
desde la cumbre de
Poznan
, a la espera de saber si finalmente
países como EE UU o Australia
aceptan más compromisos de los
que parecen dispuestos a admitir. La
UE ha presentado un plan que se conoce
como el 20+20+20, que busca
reducir las emisiones un 20% e implementar
la producción de energías
renovables en un 20% antes del año
2020. En cualquier caso, si se produce
un acuerdo con EE UU y los emergentes
(principalmente China e
India), parece posible que la UE se
comprometa a una reducción del
30% con respecto a 1990. Para los
grupos consultados las cifras que se
manejan son insuficientes, explica
Cuéllar: “Muchas organizaciones
dentro de Coalición Clima vemos
que el objetivo del 20+20+20 es obsoleto,
los últimos informes científicos
indican que al menos habría que
reducir un 40% antes de 2020 para
conseguir que las temperaturas no
suban más de dos grados”. Ello pese
a que una reducción del 40% supondría
que el Estado español seguiría
emitiendo más que en 1990. Para
Pablo Cotarelo “esto es preocupante
por lo que significa de no contribución
y también por lo que supone de
retroceso en cuanto a las reducciones”.

No obstante, para el representante
de Ecologistas en Acción, la
participación del Gobierno en la capital
danesa será bastante anecdótica,
salvo en el caso de que se pongan
en peligro los intereses de determinadas
empresas.

No pisan el freno

El Estado puede disminuir sus emisiones
anuales hasta un 20% mediante
los mecanismos de Desarrollo
Limpio y las acciones de Aplicación
Conjunta. También las empresas
acuden a este mercado para comprar
o vender sus emisiones anuales. Esto
no era el objetivo de Kioto, señala
Cuéllar: “La compra era un recurso
colateral a lo importante, que era reducir
las emisiones per cápita en cada país. Lo que ha hecho el Gobierno
español y muchos países europeos
ha sido comprar derechos de emisión,
sobre todo a países de América
Latina y África, gastando dinero público,
y no han conseguido el objetivo
de reducir las emisiones en el propio
país”. Desde Ecologistas en
Acción consideran que las emisiones
sirven para subvencionar de manera
indirecta a determinadas empresas
que venden cuando no cubren la cuota
asignada, además, denuncian, no
se tiene conocimiento de adónde va
el dinero público que se destina a ese
tipo de proyectos. “No sólo eso, sino
que, a pesar de las declaraciones, la
mayor parte de los créditos de carbono
vienen de la quema de HFC: estos
son los mecanismos más baratos y
los que menos contribuyen a un desarrollo
limpio”, explica Cotarelo.

Pero, ¿es consciente el Gobierno
de los costes que un ascenso de las
temperaturas puede acarrear? En
2007, el presidente encargó a un grupo
de expertos un informe que se ha
titulado El cambio climático en
España: estado de situación
. En este
documento, los científicos le advertían
de que “los impactos del cambio
climático pueden tener consecuencias
especialmente graves, entre
otras, en lo referente a la disminución
de los recursos hídricos y la regresión
de la costa, a las pérdidas de
la diversidad biológica y alteraciones
en los ecosistemas naturales, a los
aumentos en los procesos de erosión
del suelo y pérdidas de vidas y bienes
derivadas de la intensificación de
los sucesos adversos asociados a fenómenos
climáticos extremos, tales
como incendios forestales, olas de
calor y eventuales inundaciones”.

Sin embargo, las fuentes consultadas
coinciden en la nula voluntad política
que ha demostrado el Gobierno
de Zapatero para iniciar el recorte de
las emisiones. Las ayudas al sector
inmobiliario, el Plan Estratégico de
Infraestructuras y Transporte 2005-
2020 (PEIT), la ampliación del aeropuerto
del Prat, las subvenciones a la
industria del automóvil, etc. demuestran,
según las organizaciones ecologistas,
la intención de mantener
apartado el debate sobre un cambio
en los hábitos de consumo.

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