HORAS EXTRAS // PATROCINADORES PATROCINADOS
Familia-anuncio busca patrocinio veraniego

Audi, Mapfre, Azur de Puig, Vuitton, Dior, La Caixa o
Telefónica son sólo algunas de las marcas que exhibe la
familia real en la pasarela de los veranos mallorquines.

, (Madrid)
22/09/09 · 13:58
Edición impresa

 

Lo habitual venía siendo ver a los distintos
 miembros de la familia real luciendo
como verdaderos hombres anuncio
camisetas con logotipos, o
 acudiendo a eventos públicos donde
 eran fotografiados ante carteles publicitarios,
 y convirtiendo las aguas
 del Mediterráneo en un verdadero
 mercadillo. En la retina de los españoles
 quedaron grabadas a lo largo
de los años las imágenes de la infanta
Cristina y familia posando, cual si
 fueran un equipo, con las mismas camisetas
de Azur de Puig; de la reina
 con una gran trouppe de nietos paseándose
 adornados con pegatinas de
 Mapfre y Audi, o entregando premios
 ante un gran cartel de Rolex,
de la infanta Elena en el velero de
 Siemens; de Marichalar, asesor de
lujo de marcas como Vuitton, Dior o
Moet & Chandon, sin perder ni un
 ápice de su glamur como tripulante
de La Casera; del príncipe Felipe a
bordo del Caja de Ahorros del Mediterráneo
(CAM); o del rey en el Bribón,
bajo el logotipo de La Caixa o
Telefónica, con su reloj Breitling
bien visible en la muñeca o sus
 Camper modelo Imar en los pies,
cuando estas marcas participaron
 como patrocinadoras en las distintas
 ediciones de la Copa del Rey de Vela.

Los deportistas de élite, cargados
 de anuncios, son hoy algunas de las
personas mejor pagadas del mundo,
 por ser una imagen que tanto sirve
 para vender colonias como para
 afianzar la imagen corporativa de
 una caja de ahorros que cotiza en
bolsa. Pero oficialmente estamos
obligados a creer que esta actividad
 no existe en la familia real. Se supone
 que todo esto lo hacen porque son
 ellos los que ‘patrocinan’ con su presencia
las actividades turísticas de la
 isla, en un sentido general. Pero lo
suyo sería entonces una anodina y filantrópica
 entrega a un privilegiado
grupo de empresas, por la cara.

En las primeras ediciones de la
Copa del Rey (ahora vamos por la
28) sólo el 10% de los barcos estaban
patrocinados, lo que hacía que los
ingresos fueran escasos. Pero el negocio
de la publicidad en las regatas
irrumpió con fuerza a partir de los
años ‘80 y no ha dejado de crecer.

Uno de los beneficiados fue Enric
Puig, consejero delegado de Antonio
Puig SA, amigo personal del rey
y uno de los empresarios catalanes
que colaboraron en la financiación
del último Fortuna. Durante más de
20 años todos los derechos de imagen
de los participantes de esta regata
pertenecían en exclusiva a la empresa
Puig, dedicada a productos de
perfumería (Agua Brava, Azur...). Y
desde entonces ha doblado su tamaño
y navega viento en popa.

Otra de las beneficiadas es La
Caixa que, aparte de ‘patrocinar’ a la
infanta Cristina con un contrato laboral
todo el año, es la patrocinadora
más estable del Bribón a lo largo
de los años, compartiendo sólo ocasionalmente
el espacio publicitario
más privilegiado en las imágenes estivales
del rey con otras entidades
como Telefónica o Madrid‘12. No se
sabe si la salida a bolsa en 2007 de
Criteria, el holding de La Caixa, habrá
afectado a las tarifas que ha de
pagar cuando, luciendo su logotipo,
el Bribón del rey gana la regata,
afianzando así subliminalmente el
aura de poderío que necesita para
que los inversores piquen el anzuelo.

Urdangarín, el último en llegar

Ante este panorama no es extraño que el marido de la infanta Cristina, Iñaki Urdangarín, decidiera dedicarse profesionalmente, tras abandonar el balonmano, a este sector, con varias empresas especializadas en la gestión de patrocinios deportivos.

Urdangarín vivió su momento más
dulce durante la gestión de Jaume
Matas en el Gobierno balear (entre
2003 y 2007), y especialmente con
José Luis Ballester Pepote como director
general de Deportes. Pepote
Ballester es amigo personal tanto de
los duques de Palma como del príncipe
Felipe, junto a quien estuvo en
el equipo olímpico de vela en Barcelona‘
92; y fue medalla de oro de
vela en Atlanta‘96 junto con Fernando
León, que actualmente navega en
el CAM con el príncipe. Con Ballester
se multiplicaron las colaboraciones
entre las iniciativas empresariales
del duque de Palma y la comunidad.

Por ejemplo, Urdangarín jugó
un papel decisivo para que el equipo
ciclista Banesto se transformara en
el Illes Balears, por lo que la comunidad
pagaba seis millones de euros
anuales, un precio insostenible que
obligó al Gobierno autonómico a
desligarse progresivamente.
Y es que en los últimos años todo
han sido problemas para Matas,
Ballester, Urdangarín y, de rebote,
para el resto de patrocinados reales.
Al paso orgulloso de las nuevas generaciones
de Borbones, vuelven los
antiguos escándalos de corruptelas y
amigos íntimos detenidos como vulgares
chorizos que en los ‘80 protagonizaba
con su clan el patriarca
Juan Carlos de Borbón.

En febrero de 2006, el PSOE denunció
una adjudicación a dedo del
Govern al Instituto Nóos, entidad
que presidía Urdangarín y que se dedicaba
“a investigar procesos de formulación
e implementación de estrategias
de patrocinio, mecenazgo
y responsabilidad social”. Se le pagaron
1,2 millones de euros por organizar
un congreso de tres días, en
2005, sobre Turismo y Deporte, y se
le permitió completar sus ingresos
con patrocinios privados. El escándalo
supuso que Urdangarín tuviera
que abandonar el Instituto. Y, poco
más tarde, en las autonómicas de
2007, Matas perdió su cargo de presidente
y Ballester, con él, el suyo.

+A Agrandar texto
+A Disminuir texto
Licencia

comentarios

0

separador

Tienda El Salto