Cada vez más entidades y personas buscan herramientas financieras alternativas para ahorrar,
pedir préstamos o donar, desde los micromecenazgos hasta una banca ética participada universal. El ecosistema de las finanzas éticas y alternativas avanza, muta y se contagia
de la lógica de la red, canalizando el hartazgo social de forma creativa y responsable.
inforelacionada
- Poner la vida en el centro es el objeto de esta campaña de visibilización contra la banca tradicional./ Alvaro Minguito
La crisis de legitimidad de la banca
convencional, con el agujero financiero
de Bankia y el rescate por goteo,
nos instala en un escenario donde las
finanzas éticas y solidarias, desde las
cooperativas de crédito, pasando por
los micromecenazgos por internet, los
grupos de ahorro y préstamo local, y
la banca ética y solidaria tienen una
baza que jugar muy importante.
Canalizar el hartazgo social con la
banca tradicional de forma creativa y
responsable no es fácil. La rapidez con
la que ha funcionado la acción ciudadana
de microfinanciación colectiva a
través de la red para costear una querella
contra Rodrigo Rato, que ha pulverizado
los tiempos y pronósticos
de recaudación de donaciones, nos habla
de que nuevas formas de financiación
se están articulando y que éstas
funcionan. Aunque las velocidades de
la red no siempre sean trasladables a
todos los procesos de construcción de
finanzas alternativas desde abajo.
“Necesitamos crear un sistema financiero nuevo integralmente.
El enemigo
no es el banco, sino nuestra supina
ignorancia de cómo funcionan
las finanzas. Si más gente se hubiese
puesto las pilas con lo que suponen
las finanzas, no viviríamos tan engañados.
Hasta que no ha llegado la crisis
y después el 15M, la ciudadanía en
general no ha entendido lo importante
que era haber llegado a este punto
con una banca cooperativa”, observa
Nuria del Río, del consejo asesor de la
cooperativa financiera Coop57. Y precisa:
“Bancos cooperativos ya hay
en España, no están mal, han conseguido
atribuciones de la banca
tradicional en cuanto a servicios.
Pero no se trataba tanto de eso como
de contar con un banco de la
gente y para la gente, de crear una
banca de la que formas parte, donde
puedes votar en una asamblea”.
Dentro de la economía social y solidaria
nos encontramos proyectos de
finanzas alternativas como Coop57 y
Fiare, que están dando pasos de gran
envergadura, abriendo el camino a
otros proyectos de la economía social.
Este año Fiare cierra una etapa fundacional
y plantea funcionar en el
Estado español como banca universal,
esto es, ofreciendo todos los servicios
habituales en ahorro (cuentas corrientes,
tarjetas de crédito, banca por
internet o cajeros automáticos) junto
al resto de objetivos éticos y solidarios.
“Ahora hay que iniciar las actividades
de operativa financiera completa,
con un capital social propio que
está intacto y sin ningún condicionante”,
apunta orgulloso Peru Sasia,
presidente de Fiare. La memoria
financiera de 2012 arroja un balance
bastante positivo a pesar de la crisis,
tanto por la parte de ahorro como de
la financiación. Esto significa que
Fiare, como Coop 57, es un brazo financiero
en el que cada vez más entidades
de la economía solidaria (cooperativas,
fundaciones, asociaciones,
sociedades de capital y redes) depositan
su confianza y sus ahorros para
que otros proyectos de la economía
social sean posibles.
Al calor del 15M surgen también
propuestas de utensilios financieros
alternativos que se nutren del aprendizaje
de los proyectos veteranos. Es
el caso madrileño del proyecto embrionario
Jak, inspirado en la banca
sin intereses de Suecia. “Creemos que
igual que nos juntamos para comprar
fruta o verdura, podemos juntarnos
con nuestro ahorro y financiar proyectos
en los que creemos y que redunden
en la economía local y solidaria.
Queremos ir seduciendo a toda la
gente que está decepcionada con la
banca tradicional. Con la que está cayendo,
se están desmontando todas
las mentiras y la gente está deseando
que proyectos como éste vayan adelante”,
comenta Carlos Céspedes, que
además de estar en el grupo local en
Madrid de Jak, participa en comisión
de economía del 15M y en la de la Red
de Economía Alternativa Solidaria
(REAS). Lo interesante de estos nuevos
proyectos es que parten de lo que
hay, atentos a no competir, buscando
la forma de complementar el espectro
de las finanzas éticas.
Bancas universales como Triodos
Bank han sabido ocupar un hueco en
la banca ética en el Estado español
para un perfil de cliente difuso, que va
desde las personas que ven peligrar
sus ahorros en la banca convencional
hasta quienes esperan que otra banca
hecha de forma cooperativa empiece
a funcionar con todos los servicios de
ahorro. “No queremos ahorradores
rebotados”, precisa Sonia Felipe, del
departamento de comunicación de la
entidad. Gracias a todos estos ahorradores
que buscan otro modelo bancario,
el número de cuentas de ahorro
en Triodos ha pasado de 131.644 en
2007 a 363.086 en 2011, han podido
triplicar el número de créditos concedidos
y casi duplicar el personal contratado.
Este incremento de usuarios
denota una sensibilidad creciente hacia
la banca ética en general.
¿Cómo se financian?
Las entidades financieras, aunque sean éticas, tienen que ser sostenibles. Cómo se consigue, especialmente cuando crecen, es quizá uno de los puntos más controvertidos. “Nuestro
proyecto está construido sobre la reciprocidad, el intercambio de saberes, la donación. Hay muchas personas y organizaciones que ofrecen recursos y no en todos los casos está vinculada
a un retorno económico”, comenta Peru Sasia. “No sólo hay que apoyar este tipo de bancos por lo que te renten, hay que tener un poco de visión estratégica. No lo montas como un
emprendimiento social, sino porque es un terreno donde o estás dando la batalla o estás siempre muerto”, reflexiona Nuria del Río.
Para ser sostenibles se están ideando
diversas estrategias que sean
coherentes con los fines. “Coop57
se está planteando pedir a los socios
si quieren renunciar a los intereses
para depositarlos en una fundación
y prestar dinero a proyectos de gran
impacto que tengan un mayor riesgo
de impago”, nos anuncia
Fernando Sabín, cuya cooperativa
de trabajo ha solicitado un crédito a
FIARE y es socia de Coop57. Otro de los mecanismos futuros, según
Sasia, podría ser la creación de productos
de ahorro donde el interés
se pague en algún tipo de bien relacionado
con actividades de la economía
solidaria (pagos en especie).
Desde el ámbito de las microfinanzas
emergen propuestas innovadoras
desde internet, en este último
año se ha experimentado un boom
de plataformas para la cofinanciación
(conocida como crowdfunding).
“El dinero es una
herramienta más de muchas otras
que hay que desarrollar”, nos dice
por teléfono Enric Senabre, de la
red social para cofinanciar proyectos
Goteo. Para sostenerse financieramente,
Senabre considera que
hay que tener en paralelo activada
alguna estrategia. En el caso de
Goteo, para no depender sólo de las
campañas de crowdfunding ofrecen
servicios de formación, asesoría
y en breve activarán el “capital riego”,
una nueva modalidad para
conseguir no sólo donaciones de
personas y organizaciones sino de
instituciones públicas y privadas:
“son fondos que complementan la
financiación colectiva, multiplicando
el dinero de la gente. Allá donde
vaya un euro de una persona iría
un euro de una institución. El dinero
se movería así siguiendo el interés
de la gente y esto garantiza un
funcionamiento interesante de fondos
públicos y privados, que hasta
ahora funcionaba con otros esquemas
como jurados”.
El ecosistema de las finanzas éticas
y alternativas avanza, muta y
se contagia. “Es importante apoyarse
mutuamente, coexistir en el
espacio, sabiendo que entre todas
hay suficientes herramientas para
que se financien las cosas que hemos
soñado conjuntamente”, concluye
Nuria del Río.
Reas celebra su encuentro estatal
El 15 y 16 de junio tuvo lugar el encuentro estatal en Madrid de las Red de Economía Alternativa y Solidaria (REAS). Buena parte de las organizaciones de esta red, ahora implicadas en Coop57 y Fiare, vienen de trabajar en el ámbito de la exclusión social. «Esta es la primera gente que comprende que si no conquistas lo económico y te quedas en lo social solamente, no haces nada», recuerda Nuria del Río, de Coop57. Así, justifica el nacimiento de esta Red: «Llegaba un momento que te topabas con el autoempleo, y al acompañar al lumpen proletariado,
excluido de los útiles financieros convencionales, el techo financiero dio pie a experimentos de finanzas éticas y alternativas más inclusivos, donde las personas, y no la rentabilidad, estaba en el centro».
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