Elecciones generales 20D: los resultados
¿Qué margen tendría una confluencia en las grandes ciudades si se repitiesen las elecciones?

Los resultados de En Comú Podem en Barcelona han mostrado el potencial de una candidatura de confluencia. Madrid sigue siendo un territorio propicio para el crecimiento de una candidatura "del cambio" a nivel estatal.

31/12/15 · 8:00
Manuela Carmena vota en las locales y autonómicas de 2015. / Álvaro Minguito

El 13 de enero comienza el proceso de investidura de la XI legislatura, la que quizá sea la más corta de todas las que se han abierto desde la restauración de la democracia en 1977. A partir del día 13, según el reglamento del Congreso, en una fecha indeterminada se llevará a cabo el primer intento de investidura, previsiblemente de Mariano Rajoy, a partir de entonces el reglamento establece dos meses para formar Gobierno.

El apoyo de Ciudadanos y la indefinición del PSOE pueden llevar a un Gobierno en minoría de Rajoy –hoy por hoy la opción más abierta–, pero, en caso de que se agoten los intentos, la posibilidad de unas elecciones en primavera han reactivado el runrún de una confluencia, desactivada en otoño tras el fallido intento de Ahora en Común por trasladar a nivel estatal los acuerdos que ya se estaban cocinando en País Valenciano, Galicia y Catalunya y que dieron lugar a En Comú Podem, Compromís-Podemos-és el Moment y En Marea.

Madrid, pieza clave

Las elecciones del 20 de diciembre han señalado el beneficio de esa posible confluencia. Sin entrar en cálculos y proyecciones complicadas, los fríos datos muestran que Madrid sigue ofreciendo una botella a medio llenar para Podemos. Ha obtenido buenos resultados pero aún no ha alcanzado el techo que estableció en las municipales Ahora Madrid, el resultado de la confluencia entre Podemos, Izquierda Unida y Ganemos Madrid, proceso que aglutinó a gran parte del tejido asociativo de la capital.
 

Aunque hay más participación en las generales que en las municipales, Podemos se ha dejado 143.415 votos respecto a los resultados de Ahora Madrid en las elecciones de mayo. El partido morado ha obtenido en la capital unos resultados muy superiores a los que obtuvo en las autonómicas de ese mismo día, más de 90.000 votos más, pero su rendimiento respecto a la confluencia municipal es malo: no ha conseguido mantener el nivel de voto en ningún distrito y ha caído por debajo del 70% en siete de los 21 distritos: es decir, por cada diez votos obtenidos en mayo sólo se han retenido entre seis y siete.

Gran parte de la diferencia se explica por la recuperación por parte de Izquierda Unida-Unidad Popular de parte de su electorado. La presencia de tres militantes de esa organización en Ahora Madrid influyó en los resultados de mayo tanto como el desastroso rendimiento de Raquel López y Luis García Montero en mayo. Por cada diez votos obtenidos en aquella ocasión por la marca de IU-CM, el 20 de diciembre los de Alberto Garzón obtuvieron 34.

Pero la suma de los más de 90.000 votos de IU-UP no soluciona toda la incógnita: hay por lo menos otros 50.000 votos que no han ido ni a un partido ni a otro. De hecho, los tres principales partidos con opciones de Gobierno han crecido en la ciudad de Madrid respecto a mayo. El que más, como cantaban los Obus, Ciudadanos: los naranjas han pasado de 186.487 a 314.987 votos en la capital. También ha aumentado el PP (más de 81.000 votos) y el PSOE (+35.000).

El caso de Zaragoza

Junto a Madrid, Zaragoza es el otro punto kilométrico por el que pasaría un nuevo intento de confluencia. Con cinco puntos más de participación respecto a las municipales, Podemos ha perdido tres mil votos respecto a la candidatura municipalista Zaragoza en Común. Sin embargo, los morados han visto cómo parte de las organizaciones que participaron en ZeC más la Chunta Aragonesista, obtenían un 7% de los votos, más de 20.000 pese a que se han quedado sin un diputado. La suma de los dos habría puesto a competir a la candidatura contra el PP por la primera posición pero, de momento, eso es política ficción. Lo que es un hecho consumado es que el número 2 de Podemos en la capital del Ebro y gran fichaje para Defensa de Podemos, José Julio Rodríguez, se ha quedado sin escaño.

La fórmula, no obstante, no se puede extrapolar a Andalucía, territorio aparte en el panorama político actual. En Sevilla, el aclarado de las opciones que se ha producido en las elecciones generales con respecto a las municipales –donde concurrieron tres organizaciones– ha supuesto un beneficio claro de voto para Podemos, que sube también respecto a las autonómicas, y mantenido a Izquierda Unida en la misma situación en la que estaba: rondando los 20.000 votos en las tres elecciones que tuvieron lugar en Andalucía en 2015.

En la ciudad de Málaga, se produce un fenómeno similar dado que también hay potencial de crecimiento. En las generales Podemos obtuvo 57.655 votos (dos diputados en la provincia) y Unidad Popular, 20.621 (ningún diputado provincial). Son, en conjunto, 30.000 votos más que los que sumaron las dos candidaturas de izquierda –Ahora Málaga e IU– en las locales de mayo.

Entre las grandes capitales de la confluencia la excepción ha sido Valencia, donde la suma en Compromís-Podem-Es el Moment no ha igualado los resultados obtenidos en mayo, cuando Compromís obtuvo el segundo lugar. A pesar de obtener el 26% de los votos en diciembre, los resultados de mayo de las dos fuerzas –Compromís y Podemos– por separado mejoró en más de 14.000 votos los números que se han dado en este mes de diciembre.
 

 

Barcelona, un horizonte

La campaña de Ada Colau y Xavier Domenech en las elecciones del 20D ha mostrado el potencial de la confluencia en Catalunya. El apoyo de Colau y su equipo no se produjo en las autonómicas –alias plebiscitarias– que tuvieron lugar en septiembre y en las que Catalunya Si que es Pot se situó como quinta fuerza en el municipio de Barcelona.

El 20 de diciembre, En Comú Podem obtuvo en Barcelona 218.000 votos, la suma fue primera fuerza en Barcelona y superó los 176.33 votos que obtuvo Ada Colau al frente de Barcelona en Comú en las locales de mayo. El papel de Colau en las generales, que ha contrastado con el silencio de la alcaldesa de Madrid en la campaña, ha sido fundamental para que En Comú Podem obtuviese el 26% de los votos en la capital de Catalunya.

La confluencia también ha funcionado en A Coruña, donde En Marea –pese a ser segunda fuerza en esta ocasión por detrás del PP– mejoró sus resultados tanto en porcentaje como en número de votos.

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