El machismo líquido

Es necesario visibilizar las situaciones de coacción más sutiles.

, editora de Píkara Magazine.
07/11/15 · 7:30
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Lupe quería poner celoso a su novio y bailó Taxi con un desconocido en la discoteca. Él, que estaba borracho, la llamó zorra. La culpa, del alcohol y del amor incontrolable.

Marta no sabe que su novio la violó aquella noche en un camping. Ella no dejó tan claro que no quisiera follar y, luego, no estuvo del todo mal. Pedro prohibe a su hija salir de noche. Las malas personas salen de madrugada. Lo hace por ella.

Mario está muy agobiado por el trabajo, así que llega a casa cansado y se sienta delante del ordenador. Escucha de lejos lo que le cuenta su mujer y, después, bromea con sus amigos sobre su don para echar oído a tierra. Es una pesada.

Lupe y Marta jamás se reconocerían como víctimas del machismo; Pedro y Mario, incluso, lo condenan.

Frente al machismo más brutal y visible, ahora las mujeres nos encontramos con otras estrategias de coacción.

Luis Bonino, psicoterapeuta, en todas sus publicaciones sobre el tema desde los 90 llama micromachismos a estas actitudes más sutiles. Estrategias de "dominación", de "bajísima intensidad", "útiles", "insidiosas", "reiterativas" y "casi invisibles". Todos esos pequeños gestos cotidianos que merman nuestra libertad para lograr mantener así el statu quo de los hombres. Acciones no tan evidentes, menos brutas. Al fin y al cabo, más tolerables.

El término micromachismos ha suscitado críticas entre el movimiento feminista porque, inevitablemente, se tiende a pensar en actitudes menos graves, en pequeños gestos que no merecen tanta atención. Es lo que tiene lo micro, que nos interesa menos.

Las situaciones que denuncia el micromachismo engloban desde un piropo callejero a la indiferencia con la que se nos trata a las mujeres en muchos ámbitos de nuestras vidas. A pesar de entender las suspicacias que puede provocar el término, necesitamos hablar de sutilezas para que todas podamos identificar las violencias que sufrimos y que pasamos por alto: “Eso a mí no me pasa”. Ya.

A mí no me afecta

Las campañas de las instituciones públicas contra la violencia machista, en las que las protagonistas son mujeres que conviven con sus agresores, que incluso tienen hijos con él, que aparecen amoratadas sobre fondos imposibles, impiden que todas las víctimas del machismo podamos identificarnos en esa categoría.

¿Qué tengo yo que ver con esas mujeres que sufren las consecuencias del patriarcado si yo no vivo relaciones heterosexuales, no tengo hijos, si a mí nadie me ha dejado nunca un ojo morado? ¿Cómo se va a reconocer víctima con esas representaciones, una adolescente a la que su novio le ha pedido las claves de Facebook?

Sabemos que la máxima expresión del patriarcado son los asesinatos de mujeres; las cifras son escandalosas y la indiferencia de la sociedad, atroz. Pero, ¿sobre qué cimientos se sostienen estas muertas?

No es fácil reconocerse víctima del machismo. Tenemos por delante el reto de modificar el imaginario sobre la violencia machista: las imágenes que las representan y los discursos que la explican. A pesar de la estructura de hierro en la que está forjado el patriarcado, alivia pensar que en todo sistema hay grietas. Grietas y resistencias; lacayos y rebeldes.

El patriarcado es un sistema de organización social. Ellos hablan y nosotras callamos; ellos razonan y nosotras sentimos; producir y reproducir; la fábrica y el hogar. Es tal la distinción de funciones y espacios que resulta obvio que muchas no cabemos en ese molde.

Probablemente nadie lo haga, pero hay quien es más flexible. Ante las resistencias de las inadaptadas, el molde se esfuerza por reajustarse. Ya hemos detectado cómo funciona.

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comentarios

6

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    seem
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    Vie, 11/13/2015 - 20:27
    Y porque es machista si lo esta haciendo esa tal Lupe? seria hembrista. Ahora todo lo malo es machista y las mujeres son seres de luz incapaces de hacer algo malo.
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    Pako
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    Dom, 11/08/2015 - 12:33
    @#3 Pues a eso me refería: Lupe tiene un comportamiento igual de machista, pero en el artículo parece que solo es repudiable el de él, dando a entender que el de ella es totalmente aceptable. Y no es así. Ninguno de los dos es bueno. Cuando dije que si era machista sentir celos, me refería a que si solo los hombres podían sentir celos. Nadie debería de sentir celos en una relación (de cualquier tipo, ya sea de pareja, de amistad o de trabajo), pero tan malo es sentirlos, como provocarlos. Mi comentario, ahora que lo releo muy muy mal redactado, es una crítica a la no crítica en este tipo de artículos de los comportamientos machistas por parte de "no-hombres".
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    VT
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    Dom, 11/08/2015 - 10:13
    Porque estaba bailando una canción con el otro chico -incluso si lo hizo porque sabía que su pareja tendría una reacción tan posesiva e inmadura- y el novio la llamó "zorra", don Pako. Sospecho que ve el machismo tan bien como cualquiera pero ha preferido fingir que el ejemplo es improcedente. ¿Es que ha hecho usted algo similar?
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    NoSoyPako
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    Dom, 11/08/2015 - 02:26
    Lupe pone celoso a su novio porque así éste querrá volver con ella. ÉL Y ELLA ESTÁN TENIENDO ACTITUDES MACHISTAS. Los celos se crean al perder tu posesión y/o privilegios. Te informo que aunque ambos géneros se puedan oprimir entre sí, la dominación la ejercen HOMBRES SOBRE MUJERES. Cuando haya cifras escalofriantes en el mundo entero sobre mujeres que matan a sus parejas hablamos. España NOV 2015... 84 ASESINATOS MACHISTAS
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    VeGaara
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    Sáb, 11/07/2015 - 22:52
    Toda esta argumentación se sostendría si no existiesen a patadas las chicas que piden la clave de Facebook a su novio. Si son más numerosas que los chicos que lo hacen está por discutir, pero lo que está claro es que es tan normal que lo hagan ellas como ellos. ¿Cómo se puede sustentar argumentativamente que una actitud (la de controlar o menospreciar a la pareja) existe debido a que la sociedad favorece al hombre, si la mujer muestra esa misma actitud? Los "micromachismos" son una forma de faltar a la realidad. Denuncian una actitud que cualquier ser humano lleva a cabo todos los días sin importar quién es ni lo que tiene entre las piernas, como si fuese un privilegio exclusivo de un sector social en concreto. Son verdades a medias que se abanderan hasta convertirlas en mentiras.
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    Pako
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    Sáb, 11/07/2015 - 10:28
    ¿Para qué querría Lupe poner celoso a su novio? ¿Es culpa de él que ella quiera provocar en él un sentimiento negativo? ¿Es machismo que un chico sienta celos? ¿Acaso las chicas no sienten celos? ¿Que pasaría si fuera él que tratara de provocarlos en ella?
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