La sociedad civil organiza la solidaridad con los refugiados

Dos iniciativas en la sierra de Madrid crean casas de acogida.

, Madrid
09/10/15 · 6:00
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Refugiados y gente jugando al golf. / Beatriz de Coro

La red de ayuda a los refugiados de Madrid se empezó a crear de manera espontánea a mediados de septiembre. Varios avisos procedentes del CETI de Melilla informaban de que se habían flexibilizado los controles fronterizos para que los refugiados sirios pudieran desplazarse hasta países centroeuropeos.

Distintas personas, algunas de ellas vinculadas a asociaciones y plataformas de distinta índole, empezaron a acudir a la Estación de Méndez Álvaro para facilitar el tránsito de estas familias. Se organizaron turnos de permanencia en la estación para ayudarles a comprar los billetes para sus destinos, ofrecerles ropa, alimentos y bebidas para reponer fuerzas y una sala de descanso.

A veces la espera se prolongaba un día o dos por lo que enseguida se valoró la posibilidad de ofrecer una red de casas de acogida y vehículos para que pudieran descansar una noche o dos antes de continuar su viaje hacia otros países.

Más de 200 personas han estado vinculadas directa o indirectamente a la red de ayuda. Más de cien casas en toda la Comunidad de Madrid se ofrecieron en menos de una semana. El Centro Social Autogestionado Disparate de Becerril de la Sierra fue uno de ellos.

El viernes 25 de septiembre la red de apoyo de Madrid solicitó ayuda para dos familias, un total de diez personas que necesitaban ir al sur de Francia. Más de 20 personas se organizaron para ir a recoger a las familias a la estación, para habilitar dos de las salas de la asociación (colchones, ropa de cama, etc…), para preparar un cena de bienvenida o buscar traductoras.

Las dos familias consiguieron sus billetes para Francia al día siguiente y continuaron viaje el domingo pero durante todo el sábado compartieron experiencias mientras cocinaban tajín de cordero y paella. En el caso concreto de estos refugiados, habían salido hacía tres años de Siria y habían estado viviendo en Egipto y Jordania, antes de llegar a Marruecos, donde pudieron trabajar para conseguir dinero y continuar su viaje.

La mayoría sabe que acoger a personas con una situación administrativa irregular, como es el caso de estos refugiados, puede conllevar sanciones y multas

"Nos implicamos por un tema humanitario y personal, porque son experiencias que enriquecen no sólo a quienes estamos implicados directamente si no a nuestros hijos e hijas que conviven con estas personas y cambian radicalmente los estereotipos aprendidos en los medios", explica Clarisa Luna del colectivo que da vida al centro Disparate.

La mayoría sabe que acoger a personas con una situación administrativa irregular, como es el caso de estos refugiados, puede conllevar sanciones y multas. Preguntadas, la mayoría de las personas de la red, dicen conocer el riesgo.

"Es gente que necesita ayuda y punto y si se la puedes dar pues ahí está. En realidad no le hemos dado muchas vueltas. Hay cosas que están por encima de cualquier ley, creemos en la ayuda colectiva y si viene alguna sanción, ya veremos, ahora no es lo más importante", afirma convencida Clarisa.

Pedriza Refugia

Pero no sólo este colectivo se ha organizado de manera autónoma en la zona, en Manzanares el Real se ha creado la Plataforma Pedriza Refugia que también se incorpora a la red de apoyo que gestiona la llegada de refugiados en tránsito en Méndez Álvaro.

"En la actualidad, el colectivo nos dedicamos a confeccionar kits de higiene para estos refugiados en tránsito que hacen escala en Méndez Álvaro, de modo que puedan asearse un poco en la estación. A eso nos hemos dedicado este fin de semana", explica Magola Encinas, miembro de la plataforma.

Todo se hace en colaboración con la comisión de intendencia de la red que surgió de forma espontánea en Madrid y que es la que coordina las acciones para que todo se haga de la forma más ordenada posible.

Pedriza Refugia también ha estado colaborando con Kos Kidnes, enviando portabebés a Kos, isla griega que se ha convertido en uno de los puntos de entrada a Europa de los refugiados. Las entregas se hacían de forma gratuita gracias a que los trabajadores de una empresa de mensajería han cedido el beneficio que les ofrecía su empresa, enviar gratis 75 kilos al año.

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