El pasado viernes la CUP anunció que aplazaba todos sus compromisos en los medios hasta la conferencia política del próximo 8 de octubre.

Desde las pasadas elecciones catalanas, la Candidatura d'Unitat Popular (CUP), clave para la gobernabilidad en Cataluña, ha sido presionada por "aire, mar y twitter", como señalaba su portavoz Antonio Baños, para investir a un Artur Mas que se quedó a un solo diputado (62) para reeditar la presidencia de la Generalitat.
Los mecanismos estratégicos de los medios de comunicación catalanes con una incidencia mayor a la opinión pública, y que se han mostrado reiteradamente afines a la lista unitaria de Junts pel Sí han comenzado a desplagar su continuo y forzado repertorio en favor de la investidura de Artur Mas como el único activo posible para liderar el proceso hacia la independencia, culpándolos de querer la muerte política del presidente de CiU.
A pesar de que la CUP manifestó por activa y por pasiva durante la campaña del 27S que nunca investirían al expresidente de Catalunya por ser el máximo responsable de los recortes y líder de un partido salpicado por la corrupción, ahora se han convertido en el epicentro de todas las miradas por si finalmente terminan incumpliendo su promesa.
En estos últimos días, la CUP ha monopilizado los medios de todo el Estado español, mientras que Antonio Baños se ha erigido como el gran baluarte de la política española actual, asistiendo a prácticamente todas las radios y televisiones, y siendo carne de titular en todos los periódicos del país. Desde el programa El Intermedio, de El Gran Wyoming de La Sexta, pasando por las portadas de los periódicos ultraderechistas del Estado español, la CUP no ha podido salir de la política espectáculo de la que siempre ha querido distanciarse.
El pasado 30 de septiembre, Quim Arrufat, exdiputado de la CUP, tuvo que salir al paso por unas declaraciones que efectuó en Catalunya Radio cuando planteó el supuesto de una posible investidura a Mas en caso de que el procés pudiese descarrilar por culpa de las constantes presiones recibidas en el famoso #pressingCUP que se ha lanzado desde las redes sociales. Al día siguiente, La Vanguardia publicaba que Arrufat había admitido que "la CUP investiría a Mas para que el procés no descarrile".
Los medios españoles con intereses aparentemente opuestos a los catalanes, también han comenzado a activar sus propios dispositivos. ABC publicaba el dia 2 de octubre un artículo en el que Arnaldo Otegui, secretario general de Sortu y actualmente en prisión, había propuesto que prestase "los votos necesarios, ni uno más, en favor de la investidura del candidato de Junts pel Sí, a fin de no obstaculizar el proceso soberanista emprendido por Artur Mas", como ellos hicieron con el exlehendakari Juan José Ibarretxe, añadía el artículo firmado por Javier Pagola y Pablo Muñoz. Inmediatamente, Otegui y Pernando Barrena desmintieron la publicación del periódico acusándolos de "intoxicadores" y respaldando cualquiera de las decisiones de la CUP durante el proceso.
Como consecuencia de las coacciones sufridas, la CUP decidió suspender sus compromisos con los medios hasta el próximo jueves 8 de octubre para mantener la máxima discreción en los días previos a la comparecencia política que puede esclarecer la estructura de gobierno en el Parlament de Catalunya.
Sin embargo, la candidatura independentista no ha podido mantenerse al margen de la presión mediática de los medios. Este domingo Antonio Baños tenía que defenderse de una entrevista que, presuntamente, se había producido en un restaurante de Madrid y que había publicado el periódico El Mundo titulada: "Artur Mas es como el amigo borracho que primero molesta y que luego defiendes cuando le pegan". Baños se exculpaba por twitter alegando que había desautorizado oralmente y por escrito el "frankesntein periodístico" criticando duramente al periodista Martín Mucha que ayer le desafiaba, también por twitter, a demandarlo.
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