Simona Levi se presenta como número 2 de la Red Ciudadana Partido X con la esperanza de obtener uno o dos diputados en las elecciones del 25 de mayo.
Simona Levi (Turin, 1966) es la número dos del Partido X en las elecciones europeas. Fue fundadora de X.Net y ha sido una de las impulsoras de la querella 15MPaRato.
A finales del año pasado planteasteis que el Partido X iba a ser el imprevisto en el sistema de partidos. A medida que se acercan las elecciones, ¿seguís pensando que vais a ser ese imprevisto?
Nosotros seguimos pensando que sí, aunque es posible que haya otros imprevistos también. Pero creo que planteamos un hecho diferencial importante a nivel mundial. Lo pensamos así aunque parezca poco modesto. Estamos poniendo sobre la mesa algunas cosas nuevas: hemos sido los primeros que hemos dicho “como sociedad civil tenemos que encarar el frente electoral”. Hemos abierto un debate, a nivel de movimientos, que estaba muy estancado y que hemos roto con una forma que ha permitido romperlo, porque otras formas han reproducido más de lo mismo: fenómenos de asimilación y cooptación de los 80 y los 90. Este formato de "no partido" nos ha permitido hablar desde la perspectiva de la sociedad civil de una forma que no se ha hecho antes. Esto ha allanado el camino a otras cosas que se han hecho después. La idea de transversalidad y metodología es una sorpresa que se ha instalado y que cambia las cosas, en estos comicios y también a partir del 25. Estamos instalando un cambio de metodología, de cómo la sociedad civil puede intervenir en este ámbito. A nivel general y político somos una sorpresa, y aparte pensamos que seremos una sorpresa a nivel electoral, pero también somos una gran innovación a nivel metodológico.
¿Cuál es un buen resultado para vosotros?
Uno o dos [eurodiputados] es un buen resultado. Tres sería que de repente solo votasen personas que no votan al PP y al PSOE.
Habéis puesto el índice sobre la no representatividad de las encuestas. ¿Cómo habéis llegado a la conclusión de que existe un voto oculto que os va a permitir obtener estos resultados?
Cuando uno se mete en esta lucha, no tener en cuenta los números sería poco riguroso respecto al campo de juego. A diferencia de otras luchas activistas en que da igual ser uno o ser mil, aquí tiene que ver con los números. Entonces, llevamos un tiempo observando la fluctuación. Lo que vemos es que al ser transversales atacamos un abanico amplio de gente y por ejemplo llegamos mucho a un área que es el abstencionismo activo: gente que no vota nunca, vota poco o solo cuando piensa que el voto puede servir y que no es más de lo mismo. Llegamos mucho a este ámbito donde no hay estadísticas posibles. Luego, en las redes sociales, y esto está a la vista, tenemos un alcance muy grande de impacto. Nuestro Facebook no es un escaparate, se ve en la forma de impactar. Igual posteamos menos que otras organizaciones pero nuestras publicaciones tienen más recorrido orgánico, y esto se puede verificar.
Respecto a las encuestas, el CIS, para nosotros representa un poco el sistema que intenta entender lo que pasa pero lleva años equivocándose --por ejemplo en las catalanas daba mayoría absoluta a CiU, que perdió 12 escaños--. Otras encuestas han sido pedidas desde la izquierda. Pero en las más transversales, de revistas de emprendedores, o en encuestas de empresas digitales, ahí sí que comparecemos con más fuerza. Nosotros cubrimos esta zona que no está siendo tocada por otras formaciones como Podemos. Hemos ido avanzando con los números en la mano, somos poco de utopía. Tomamos este riesgo pero con cierto cálculo, con cierta atención al realismo.
En la última semana habéis retado a Podemos para establecer las diferencias entre proyectos, ¿Habéis visto que Podemos estaba haciéndose con un espacio en el que creéis que tenéis algo que decir?
Nosotros pensamos que nuestros electores no son electores ni del PSOE ni del PP ni de UPyD ni de IU. Y contestamos a todo el mundo que nos escribe y hemos recibido recientemente una avalancha muy seria de gente que dice “estoy indecisa entre Podemos y Partido X y necesito saber las diferencias”. Creo que ha habido cierta intención de confusión. La idea de retar no es nuestra idea, nuestra idea es que seguramente haya gente que vote a unos o a otros, y lo mejor que podemos hacer es facilitar la información que la gente necesite. No hemos recibido respuesta de Podemos, aunque hemos visto en hilos de Facebok que resaltaban que lo importante es hablar de las cosas que tenemos en común. Esto nos parece huir el problema, porque la gente no pide ver lo que tenemos en común sino que quiere ver lo que nos diferencia para elegir entre unos y otros. Necesitábamos que explicaran su posición. Nos parece sano y justo establecer las diferencias porque somos pragmáticos. Para nosotros hay una diferencia fundamental, que es que Podemos utiliza Europa como un simple trampolín, para medir músculo de cara a las generales y nosotros no. Obviamente también medimos músculo, pero creemos que sí podemos montar un pollo en Europa llevando a Falciani. A nivel táctico, estoy segura de que hay una gran parte de la población que piensa que es muy buena idea crecer mucho y luego arrollar en las generales. No hay nada malo en reconocerlo. Pero hay otra gente que dirá que tenemos que concentrarnos en Europa. No tenemos que luchar contra el hecho de que la gente tenga opiniones distintas, pero la información tiene que ser compartida, visible y clara para que cada uno decida lo que quiere hacer. No era retarles, era decirles: "la gente quiere saber esto, hagámoslo entre los dos; no nos obliguéis a hablar de vosotros". Pero no ha habido posibilidad.
Se ha hablado de vuestra no adscripción a los grupos formados en el Parlamento Europeo y del hecho de que no hayáis anunciado a quién vais a apoyar como presidente de la Comisión. Con el trabajo previo que habéis hecho, sorprende que no tengáis esta decisión tomada, ¿a qué se debe?
Justamente porque tenemos un programa muy estructurado pensamos que por eso podemos permitirnos no decirlo por dos razones: primero, el Tratado de Lisboa dice claramente que la presidencia de la Comisión dependerá del resultado electoral, esto ha sido una gran conquista, y resulta que no se ha dado el resultado y antes de las elecciones ya está decidido. Segundo, pensamos que va a haber muchas sorpresas. No se puede negar que va a entrar 5 estrellas (y esto no significa que eso nos guste), de España llegarán sorpresas seguro, de Grecia, de Portugal, etc. Los fascistas formarán grupos, pero también puede haber sorpresas positivas de grupos ciudadanos organizados que puedan llegar... Por eso, antes de prometer nuestra vida a nadie, vamos a ver qué tipo de composición se forma. En tercer lugar, nosotros tenemos una serie de condiciones muy concretas que pedir: sobre temas de anticorrupción, sobre control de los flujos, sobre la inmunidad de Falciani, sobre Democracia y punto, que para nosotros son condiciones sine qua non y puede que le interesen a más grupos. Puede que nos digan no, puede ser que todo el mundo quiera casarse, pero decirlo antes de haber puesto nuestras condiciones nos parece poco respetuoso de una dinámica pseudodemocrática que queremos mejorar y no reducir.
¿Habéis cumplido vuestros objetivos de campaña? ¿Por qué habéis planteado un cierre de campaña tan modesto?
Nosotros hemos inventado el no partido, no mitin,... hemos optimizado al máximo la posibilidad de informar. Pensamos que, en los mítines, o atraes la atención de otra manera o básicamente va la gente ya convencida o a quienes pagas. Para acercarse a gente que no te conoce es mejor en la calle. Hemos hecho puntos móviles y nos hemos movido. En general hemos visto a gente en la calle de hablar de política, de hablar realmente de cómo se pueden hacer las cosas. Hemos imprimido cientos de miles de flyers, el triple de lo que pensamos y eso nos ha creado un boquete sobre lo presupuestado. Cerramos en los "bares X" para apoderados, para darnos un abrazo de cara al domingo. La idea de mitin es más mediática y nos parece triste. Más que dar el discurso, la gente quiere saber qué es lo que se puede hacer.
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