Sobre la situación de las cuencas mineras
“La rentabilidad de la mina es mantener la vida de las comarcas”

Tras la muerte de seis mineros en el pozo Emilio del Valle, Rubén Vega, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Oviedo, explica que las cuentas del carbón no son sólo las de las empresas. Señala que hay otras rentabilidades más importantes como la supervivencia de las comarcas mineras.

11/11/13 · 8:00
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Cientos de personas asistieron al entierro de los seis mineros muertos en Emilio del Valle. / Foto: Javier Diaz Villan

La mina se tragó el pasado 28 de octubre a seis mineros más. El gas grisú acabó con la vida de los trabajadores en el pozo Emilio del Valle e intoxicó a otros cinco –uno de ellos grave, con parada cardiorrespiratoria– en esta mina situada en la pedanía de Llombera de Gordón, municipio de Pola de Gordón, en León. El pozo es propiedad de Hullera Vasco Leonesa y en ese momento trabajaban unos 11 mineros a 500 metros de profundidad.

Este accidente ha sido el más grave tras el ocurrido en 1984 en la mina propiedad del Grupo Río, situada en Fabero, León, cuando el grisú asfixió y mató a ocho personas. Al cierre de esta edición, el pozo Emilio del Valle permanecía cerrado y los sindicatos siguen reclamando que se investiguen las medidas de seguridad de Pola de Gordón. Mientras, varios medios de comunicación han sacado a la luz las denuncias que ya hiciera el comité de empresa de
la Hullera Vasco Leonesa en mayo de este año. Fue entonces cuando la empresa minera despidió a dos ingenieros de seguridad por un desencuentro entre ambas partes.

Un patrono familia del Régimen

El presidente de la minera Hullera Vasco Leonesa es Antonio José del Valle Alonso, que pertenece a una saga de empresarios del carbón. Su padre, Antonio Valle Menéndez, fue presidente de la empresa minera durante 27 años; antes la heredó de su padre, y ha extraído el carbón principalmente de la provincia de León, ahora en Pola de Gordón, antes en Sabero. El patriarca de la Hullera Vasco Leonesa fue cuñado del ministro franquista Carlos Arias Nava­rro y ocupó varios cargos políticos entonces. Fue presidente de la Dipu­tación de León en los 60 y goberna­dor civil de Tenerife en los 70, también fue director general de Política Interior en el Gobierno de Arias Navarro y consejero de Econo­mía e incluso diputado en 1976.

En marzo de este año, Hullera Vasco Leonesa presentó un ERE a 357 trabajadores para un periodo de seis meses, que se aplicaría de forma rotatoria: dejando en el paro temporalmente a los mineros, sin extinguir sus contratos. Las razones de este ERE son las pérdidas de la empresa en 2012; después del ERE, la minera se puso en marcha con menos trabajadores. Según el informe hecho público este año por la propia Hullera Vasco Leonesa, la minera obtuvo un beneficio de 805.000 euros en el primer semestre de 2013, frente a unas pérdidas de cuatro millones de euros en el mismo periodo del año anterior.

Para Rubén Vega, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Oviedo, coautor de 'Clandestinidad, represión y lucha política. El movimiento obrero en Gijón bajo el Fran­quismo, 1937-1962', la minería en el Estado español, con las condiciones impuestas, está condenada a desaparecer.

Un plan asfixia de las comarcas

“Todas las empresas de la minería del carbón vienen de un plan que aboca al cierre a la mayoría, que, inicialmente, estaba previsto para 2018, pero el cambio de reglas que el Gobierno impuso el año pasado, ha llevado a muchas empresas del carbón a un cierre inmediato o al despido de la mayoría de sus trabajadores”, sostiene Vega.

Recuerda Vega que los empresarios del carbón dejaron de percibir las subvenciones prometidas “y se vieron afectados por la huelga del año pasado, que, aunque acabó en agosto, en muchas zonas continuó durante más tiempo. No es que esas subvenciones públicas se estaban negociando, es que el Gobierno incumplió el compromiso con el carbón. Ahora el cierre será inmediato. Salvo algunas minas a cielo abierto, que sí serían viables económicamente pero tienen graves impactos ambientales y necesitan muy poca de mano de obra”.

El historiador apunta también que “la cuenta de la rentabilidad” se debería hacer con una visión más amplia. “Hay otras muchas rentabilidades” que no entran en esa cuenta estricta de la contabilidad de las empresas. “Es necesario abordar también la rentabilidad social, el tejido económico generado en la zona y la de un país con fuentes de energía propias. “Si se decide comprar el carbón en Colombia, Brasil o Sudáfrica, se va a arruinar una comarca entera. En realidad es una transferencia de recursos a otro país a cambio de la destrucción de la vida en el nuestro”, aclara, y pone el ejemplo de la comarca de Ferrero, en Asturias, próxima a León: “El pueblo entero se muere porque todo depende de la minería, el turismo de montaña no va a dar 400 empleos directos y todo el empleo indirecto que genera la mina”.

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