MEMORIA HISTÓRICA: VÍCTIMAS Y ACTIVISTAS POR LOS DERECHOS HUMANOS SIGUEN RECLAMANDO JUSTICIA
Los otros Bloody Sunday en Irlanda del Norte

Las disculpas del Gobierno
británico por el Bloody
Sunday reconfortaron a las
víctimas de la masacre.
Sin embargo, muchos
casos de guerra sucia en
Irlanda del Norte no se
han investigado.

14/10/10 · 11:31
JPG - 80 KB
 
Foto: Keiran O’shaughnesy

Treinta y ocho años después de que
13 personas murieran abatidas por
soldados del Ejército británico en
una manifestación pacífica en Derry
(Irlanda del Norte), y 12 años
después de que se abriera la investigación
de los hechos, el primer
ministro británico ha pedido perdón
a las víctimas. “Aquello nunca
debió pasar. Las familias de quienes
murieron no tenían que haber
vivido con el dolor y el sufrimiento
de aquel día.
El Gobierno es el responsable
último de la conducta de
sus fuerzas armadas y por ello, en
nombre del Gobierno y de nuestro
país, lo siento profundamente”, dijo
David Cameron.

Las disculpas supusieron una
victoria para las víctimas. Sin embargo,
el del Bloody Sunday no fue
el único crimen cometido o amparado
por las fuerzas de seguridad
británicas.
“Hay muchos casos”,
explica para DIAGONAL Jane Winter,
directora de British Irish Rights
Watch (BIRW)
, con sede en Londres.
“Por ejemplo, seis meses antes
del Bloody Sunday el mismo regimiento
del Ejército asesinó a 11
personas en tres días en Ballymurphy,
en Belfast Oeste. En 1976,
un soldado disparó a una niña de
12 años cuando iba a la iglesia. En
1989, el abogado y activista por los
Derechos Humanos Patrick Finucane
fue asesinado con la complicidad
del ejército, la policía y los servicios
de inteligencia. Estos son sólo
tres ejemplos de los muchos que
no han sido llevados ante la justicia”,
asegura Winter.

En 1974, 33 personas murieron y
cerca de 300 resultaron heridas por
la explosión de dos coches bomba
en Dublín y uno en Monaghan, a 10
kilómetros de la frontera con Irlanda
del Norte. Los atentados, que convirtieron
ese 17 de mayo en el día más
sangriento en la historia del conflicto,
no fueron reivindicados hasta 19
años después por la Ulster Volunteer
Force (UVF), un grupo paramilitar
unionista. En 2003, la investigación
dirigida por el juez Henry Barron
consideraba probable la colaboración
de miembros de las fuerzas de
seguridad en los crímenes.
Margaret
Urwin, secretaria de Justice for the
Forgotten, una asociación creada
por los familiares de las víctimas,
cree que “los atentados fueron cometidos
por la UVF asistida o dirigida
por miembros del Royal Ulster
Constabulary (antigua policía norirlandesa),
Ulster Defence Regiment
(regimiento del Ejército británico) y
de los servicios de inteligencia”.

Problemas en la investigación

La implicación británica explicaría
los problemas que ha encontrado la
investigación y que ha denunciado
el parlamento irlandés. “El juez
Barron se encontró con un obstáculo
insalvable cuando el Gobierno británico
no quiso cooperar con sus investigaciones
sobre los atentados cometidos
en la década de 1970
en la
frontera norirlandesa”, asegura
Urwin desde Dublín.

En la tarde del 4 de diciembre de
1971, con 4.000 soldados británicos
vigilando las calles y los alrededores
de Belfast ante un posible atentado
del IRA, cinco paramilitares
hicieron explotar un coche bomba
frente a un bar frecuentado por católicos
y marcharse sin ser detenidos.
Murieron 15 personas, ninguna relacionada
con el conflicto. Algunos oficiales
de las fuerzas de seguridad,
políticos y medios de comunicación
hicieron circular la idea de que la
bomba había sido colocada en el interior
del bar y atribuyeron el atentado
a un sector del IRA que supuestamente
habría atacado a otro al que
entonces estaba enfrentado. Sin embargo,
seis años después, un miembro
del UVF confesó su participación
en el crimen y fue condenado. Nada
dijo ni se supo de sus cómplices.
Ciarán MacAirt, nieto de una de
las víctimas de la bomba del bar
McGurk y coordinador de una
campaña en internet para reclamar
una investigación pública e independiente,
cree que “si alguna vez
se conociera toda la verdad sobre
la masacre, las ramificaciones hacia
el Gobierno británico serían
catastróficas”
.

“Sus militares usaron un grupo de
lucha contra el crimen para asesinar
a sus propios ciudadanos y conseguir
el objetivo estratégico de dividir
una comunidad para conquistarla.
Pueden admitir esas prácticas en
Yemen y Kenia pero no en las calles
de Belfast”, opina MacAirt en declaraciones
a DIAGONAL. El pasado
mes de julio, el defensor del pueblo
norirlandés en materia policial, Al
Hutchinson, publicó un informe que
reconocía el error de las fuerzas de
seguridad al atribuirlo al IRA
. Eso
sí, rechazaba su implicación en el
crimen a pesar de que el testimonio
de un oficial retirado sostenía que el
Ejército estaba avisado del ataque
un día antes de que se produjera.
Según MacAirt, “la masacre del
bar McGurk fue un crimen de guerra
británico que intentaron encubrir
desde el momento en que la
bomba explotó. Su chapuza de investigación
es un intento fallido de
enterrar el pasado”.

SOSPECHAS
RAZONABLES

MILITARES Y PARAS.
_En el documental Loyalists de Peter Taylor, Bobby Philpott, ex miembro del Ulster Freedom Fighters, reconoció haber recibido de las fuerzas de seguridad y servicios de inteligencia británicos información sobre objetivos relacionados con el IRA. Según Taylor, entre 1989 y 1994, los paramilitares unionistas mataron a 86 miembros del IRA o del Sinn Fein y a 120 civiles católicos. A la pregunta «¿podríais haberlo hecho sin ayuda de las fuerzas de seguridad?», Philpott contestó: «no».

SIN INVESTIGAR.
_ «Todavía hoy mantienen el control del nivel de información que se nos suministra e intentan presentarla para dar buena imagen cuando, de hecho, parece que se trata de una gestión mala y cínica de la verdad» lamenta Ciarán McAirt, nieto de una víctima de la masacre del bar McGurk. Según Jane Winter, directora de BIRW, el informe sobre el Bloody Sunday «fue la última investigación pública independiente en el Reino Unido, ya que la aprobación del
Acta 2005 sobre investigaciones acaba por completo con las investigaciones independientes».

Tags relacionados: Militarismo
+A Agrandar texto
+A Disminuir texto
Licencia

comentarios

0

Foto: Keiran O’shaughnesy
separador

Tienda El Salto