Uno de los testimonios que más peso ha tenido en las primeras investigaciones sobre el robo de niños en las maternidades ha sido el de Flor Díaz Carrasco. Ella ha relatado a DIAGONAL el engaño que sufrieron su madre y su abuela con la supuesta muerte de su hermano nada más nacer. La abuela pidió que le hicieran una foto con aquel niño sacado de una cámara frigorífica.
Uno de los testimonios que más peso ha tenido en las primeras investigaciones sobre el robo de niños en las maternidades ha sido el de Flor Díaz Carrasco. Ella ha relatado a DIAGONAL el engaño que sufrieron su madre y su abuela con la supuesta muerte de su hermano nada más nacer. La abuela pidió que le hicieran una foto con aquel niño sacado de una cámara frigorífica.
El testimonio de Flor Díaz Carrasco dice así: “El 5 de noviembre de 1967, mi madre, Adela Carrasco Martínez, ingresó en el hospital municipal de La Línea de la Concepción (Cádiz) porque ya estaba de parto. Antes de dar a luz, le dijeron que la iban a dormir. Tenemos su hoja de ingreso. A las pocas horas de nacer el bebé, le comunican su fallecimiento y le dicen que avise a algún familiar; ella llama a mi abuela. Cuando llega, ésta se empeña en ver el cadáver del niño.
La llevan a la morgue y le dan el cadáver de un bebé que no corresponde a un neonato. Al ver el tamaño del bebé, manda hacerle una fotografía. El hospital se hace cargo del entierro y colocan una tumba con su nombre en el cementerio. Nosotros la hemos visitado siempre que hemos estado en La Línea. Sin embargo, cuando quitaron esta tumba fuimos a preguntar por qué no nos habían avisado. La respuesta de ellos es que allí nunca fue enterrado mi hermano. Ese hospital se niega a darnos información. El documento lo encontramos en el archivo municipal. No consta ni el nacimiento ni la muerte.
Además, el legajo de abortos lo hemos pedido en dos ocasiones sin obtener respuesta. También tengo sospechas fundadas de mi nacimiento. El médico comentó a mi madre que tendría gemelos. En mi familia hay varios casos. Sin embargo, cuando nací, yo era un sólo bebé menudo. Hace dos años fui a La Línea a visitar a mi padre, mi madre ya había fallecido, y volví al archivo municipal para ver la hoja de ingreso de mi madre. Al comprobar la hoja de ingreso, donde debe poner el sexo del bebé, había dos iniciales H-V (hembra-varón) pero al no poder acceder a más documentos, esta sospecha no puedo confirmarla. Los médicos que atendieron a mi madre, el 5 de noviembre de 1967, son la matrona Marina y el doctor Nogales, el 26 de septiembre de 1962”.
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