Ni una miserable migaja

Los medios de comunicación tienen
informada a la ciudadanía de que
una guerra encarece el petróleo o un
terremoto hace escasear el cobre,
mostrando de dónde provienen las
materias primas que nos han permitido
alcanzar un nivel de vida sin precedentes
en Occidente. .

Martín Sagrera / Madrid
16/04/10 · 19:15
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Los medios de comunicación tienen
informada a la ciudadanía de que
una guerra encarece el petróleo o un
terremoto hace escasear el cobre,
mostrando de dónde provienen las
materias primas que nos han permitido
alcanzar un nivel de vida sin precedentes
en Occidente. .

Aquí mismo,
la inmigración ha contribuido mucho
a nuestro bienestar. Pero apenas
se deja sentir un poco de crisis, no
sólo se cierran los fronteras, sino que
se acosa a los inmigrados para que
vuelvan a sus países empobrecidos,
y se encierra a los sin papeles en reductos
anticonstitucionales, con el
más feroz egoísmo y racismo.

La represión ha llegado al extremo
de que se condena a varios años
de cárcel, aplicando leyes pensadas
para grandes defraudadores, a los
marginados que venden en la calle
CD ilegales para poder comer algo.
Tan patente exceso ha provocado la
reacción de algunos ciudadanos, que
han apoyado estos días a esos manteros
en manifestaciones en varias
ciudades españolas, con lemas tales
como “sobrevivir no es delito”, “mi
manta es mi pan” y “mucho arte es el
quitar, al pobre, hasta su pan”.

¿Qué
sociedad hemos creado tan inhumana,
en la que el rico Epulón no sólo
no da las migajas que caen de su mesa
al pobre Lázaro, sino que incluso
tiene el valor de meterlo en la cárcel
por haberse apoderado de ellas?
Baste recordar que estos días hemos
oído a un famoso cantante, “hijo de
papito”, al que jamás le ha faltado
nada, e incluso tiene fama de “bueno”,
afirmar muy ufano que, cuando
ve en la calle a un pobre vendedor
ilegal de sus discos, agarra la manta
y llama a la policía.

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