MEMORIA // 75 AÑOS DEL COLECTIVOMUJERES LIBRES
Mujeres, revolucionarias y anarquistas

En octubre de 1936 nacía la Agrupación de Mujeres Libres.
Anarquista, libertaria y emancipadora, fue el germen de un
movimiento que llegó a tener 20.000 afiliadas.

- “La lucha debe continuar, ahora hay que enseñar a las más jóvenes”

13/12/11 · 7:55
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Mujeres Libres

Quedan pocas de aquellas mujeres
con vida. Concha Liaño es una.
Tiene 94 años y conserva una enorme
energía. Vive en Venezuela
desde que se exilió durante la
Guerra Civil. Formó parte de las
mujeres que iniciaron Mujeres
Libres y recuerda la situación de la
mujer en aquellos días: “Ahora no
se pueden imaginar cómo era la vida
de la mujer entonces. El esposo
mandaba y gobernaba. Aceptaban
ese sometimiento. Nosotras entendimos
que si se liberaban económicamente,
ya no tendrían que
soportar eso”.

La idea de la revista –de la que
DIAGONAL publicó un extenso reportaje
en su número 161
– surgió
en el otoño de 1935 de la mano de
la militante anarquista Lucía
Sánchez Saornil, a la que luego se
unieron Mercedes Comaposada y
Amparo Poch y Gascón. Lucía y
Mercedes “habían enseñado en
cursos de instrucción elemental
para obreros y obreras, promovidos
por la CNT de Madrid en los
años ‘30. Vieron la necesidad de
realizarlos específicamente para
las mujeres, dada la misoginia y
los prejuicios existentes”, indica
Eulàlia Vega, autora del libro
Pioneras y revolucionarias.

Mientras la revista se gestaba y salía
a la calle en Madrid, en Barcelona
se había formado la Agrupación
Cultural Femenina, en su mayoría
militantes de la CNT y de otros organismos
libertarios como los ateneos
y las Juventudes Libertarias. Conocían
la revista que se hacía en
Madrid. Mercedes Comaposada se
presentó en Barcelona buscándolas.
Llevaba con ella los estatutos de una
Federación Nacional. Les informó
de que en Madrid y en Guadalajara
ya se había constituido una agrupación
con los mismos objetivos.
Habían llamado a esta organización
Federación Nacional de Mujeres
Libres y propuso que Cataluña formara
parte de la misma. Las catalanas
aceptaron entusiasmadas.

Una organización de masas

Llegaron a contar con 20.000 afiliadas
y 170 secciones locales en
todo el país sin cobrar ninguna
cuota. La Comisión de Solidaridad
se encargaba de gestionar donativos
o subvenciones con sindicatos,
ateneos y otras entidades.

Pura Pérez, militante de la organización,
explicaba en 1999 que “se
gestaba una revolución femenina,
de la misma forma que entre todos
se hacía una Revolución Social
.
Obreras, campesinas, enfermeras,
licenciadas…Todas eran guiadas
por el deseo de emancipación, su
empeño era lograr una sociedad
equitativa y un futuro mejor”.

Martha Ackelsberg, autora de
Mujeres Libres. El anarquismo y
la lucha por la emancipación de
las mujeres señala que había dos
tendencias en sus actividades: capacitación
(clases de alfabetización,
aprendizaje en el trabajo, información
sobre sus propios cuerpos,
sensibilización y apoyo mutuo);
y captación, con programas
para animar a las mujeres a unirse
al movimiento libertario. “Sin
la completa participación de las
mujeres, estaban convencidas, la
revolución no podría triunfar realmente”,
explica Ackelsberg.

Lo que las diferenciaba de otras
agrupaciones de mujeres, como
las comunistas o antifascistas, era
que “su principal objetivo, incluso
en mitad de la guerra, era la capacitación
de las mujeres, no sólo su
movilización en las actividades de
apoyo al esfuerzo de guerra”
,
apunta Ackelsberg. “Insistían en
que la participación de las mujeres
en el mercado laboral, por
ejemplo, no debería ser un cambio
temporal, debido a las necesidades
de guerra, sino un cambio
más permanente en la forma en
que las mujeres eran vistas en sus
roles en la sociedad”.

Además, según Eulàlia Vega,
“sus objetivos se diferenciaran de
los otros grupos femeninos de la
época, que no tenían en cuenta las
diferencias de género, como la comunista
Agrupación de Mujeres
Antifascistas (AMA)”.

En 1937 en Valencia se establecen
los Estatutos de la Federación
Nacional de Mujeres Libres con el
objetivo de capacitar a la mujer y
emanciparla de la triple esclavitud
a la que está sometida: “Esclavitud
de ignorancia, esclavitud de mujer
y esclavitud productora”.

Con el inicio de la guerra, desde
la Agrupación Mujeres Libres,
Concha Liaño señala que su objetivo,
además de “la lucha por la liberación
femenina”, también era
“aportar una ayuda ordenada y eficiente
a la defensa de nuestra
República”. “Los hombres al frente,
las mujeres al trabajo”, fue una
de sus consignas. Invitaban a las
mujeres a inscribirse para su
adiestramiento en los campos de
tiro y realizaron propaganda a favor
de los Liberatorios de
Prostitución o contra el analfabetismo.
La respuesta de las mujeres
españolas fue “vibrante”, una “explosiva
toma de conciencia” pero,
en la mayoría de los casos, terminó
con el exilio.

Sin embargo, Concha Liaño recuerda
que “era emocionante, conmovedor,
comprobar cómo las mujeres
se esforzaban en aprovechar
una ocasión que les permitía salir
de su resignada impotencia y (…)
de tantos siglos de injusto sometimiento
(…) Para la mujer española
ése fue su momento estelar”.

“Humanismo
integral”

“Nunca se definieron como “feministas”.
Para ellas, ‘feminismo’ era un
movimiento burgués, centrado en
ganar el derecho al voto y entrar en
el mercado laboral en los mismos
términos que el varón. Pero tenían
claro que, para la clase obrera, el
trabajo no era necesariamente
‘liberador’. Lo que querían no era
acceso igualitario a un sistema de
privilegios, sino un nuevo sistema
sin privilegios”, explica la escritora
Martha Ackelsberg.

La mejor definición la hacen ellas
mismas en el número 1 de la revista
Mujeres Libres: “Esto es ya más que
feminismo. Feminismo y masculinismo
son dos términos de una sola
proporción; (…) la expresión exacta:
humanismo integral”
. Y añaden: “El
feminismo lo mató la guerra dando
a la mujer más de lo que pedía al
arrojarla brutalmente a una forzada
sustitución masculina. Feminismo
que buscaba su expresión fuera de
lo femenino, tratando de asimilarse
virtudes y valores extraños no nos
interesa; es otro feminismo, más
sustantivo, de dentro a afuera,
expresión de un modo, de una naturaleza,
de un complejo diverso frente
al complejo y la expresión y la naturaleza
masculinos”.

LA HERENCIA DE
'MUJERES LIBRES'

Eulàlia Vega, autora de Pioneras
y revolucionarias
, destaca
que «es innegable la modernidad»
de los planteamientos de
la Agrupación de Mujeres
Libres. «El hecho de unir la
lucha contra la explotación
capitalista con la opresión
patriarcal marca su importancia
y su originalidad, siendo
sus militantes, en cierto sentido,
las pioneras de las organizaciones
feministas creadas
posteriormente con el final del
franquismo». Para la escritora
Martha Ackelsberg, su mayor
legado fue que «ofrecieron una
visión de cambio social, y una
sociedad revolucionaria, en la
que las mujeres fueran totalmente
participantes».

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comentarios

1

  • |
    Rosa Arauzo Quintero
    |
    24/02/2015 - 2:15am
    Queridas compañeras. Han pasado ya 75 años, pero seguimos manteniendo la memoria y el respeto por las que nos han precedido en la lucha por la libertad y, al mismo tiempo, trabajando con las nuevas generaciones espacios de confluencia y de crecimiento en la toma de conciencia como mujeres y mujeres libres. Gracias a Kamala Orozco por esta crónica tan rica en datos históricos y personales. Un abrazo entrañable y sororal.
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