El 9 de abril, A.M.R. un preso de 23 años y de origen dominicano, murió en la carcel madrileña de Estremera después de ser, según la versión de Instituciones Penitenciarias, reducido por un grupo de carceleros. Por ahora la única versión disponible de lo sucedido es la de la cárcel.

Según Mar Hedo, del departamento de comunicación de Instituciones
Penitenciarias (II PP), "hoy mismo inspectores de II PP están llevando a
cabo las investigaciones pertinentes para esclarecer qué ha ocurrido. Se están tomando declaraciones a internos, funcionarios, se están viendo las grabaciones de las cámaras del recinto, todo a la espera de la autopsia".

En casos de muerte violenta II PP pone en marcha un procedimiento de información reservada hasta que se esclarece el fallecimiento. Según la versión ofrecida por Instituciones Penitenciarias, el sábado 9 de abril, a las 9.05 de la mañana, mientras los presos estaban desayunando, dos de ellos se enzarzaron en una discusión fuerte.

Cuando los carceleros los separaron, llevaron a uno de ellos al módulo de enfermería, porque vieron que su mano sangraba. Le hicieron una cura y le dieron puntos. Como sospechaban que el otro interno debía de tener un objeto punzante, tres funcionarios fueron a buscarlo.

Trasladaron al preso y para someterle a un
cacheo lo dejaron "entre rastrillos" (es decir, entre una puerta y otra con barrotes, encerrado), en un espacio en el que no puede deshacerse de nada que lleve.

Cuando fueron a cachearlo, los tres funcionarios, entre
ellos, el jefe de servicio, encontraron al interno muy nervioso y agitado. Siempre según la versión de Instituciones Penitenciarias, a uno de los
funcionarios le golpeó en la nariz, a otro le partió una ceja y a un
tercero le provocó una hemorragia nasal.

Según Hedo, "acudieron 6 o 7 funcionarios aproximadamente para reducirlo y cuando estaba reducido con las esposas
puestas, se dieron cuenta de que no respondía. Pensaban que simulaba". Lo llevaron al Módulo de Enfermería para reanimarlo, pero ya no fue posible.

Acudió un equipo del SUMA que intentó la reanimación durante 30 minutos. A las 11.15 el médico de SUMA firmó el fallecimiento por parada cardíaca. Sin embargo la información publicada por el diario El País recoge la versión de dos presos que sostuvieron que vieron todo lo sucedido y que
"unos 20 funcionarios" golpearon a A. M. R.

Desde el Centro penitenciario se llamó al Juzgado de Guardia. El caso ha recaído sobre el juzgado número 3 de Arganda. A la cárcel acudieron la Guardia Civil y el médico forense. Se llevaron el cadáver para la autopsia y recogieron también restos de un vómito del preso fallecido para su análisis.

El fallecido era un joven dominicano de 23 años que ingresó en 2007 en
Madrid II por un delito contra la salud pública. En 2008 fue trasladado a
Madrid- VII, en el municipio de Estremera.

Según afirma Mar Hedo, como se trata de un preso que no tenía visitas de familiares, a través del Ministerio del Interior y de la
Embajada están intentando localizar a los familiares.

De momento, los funcionarios que redujeron al preso siguen en puesto hasta que no se esclarezcan los hechos y la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias tenga en su poder el informe del forense. "Será el juzgado el que decida si se hace o no público este informe", explican desde IIPP.