PARQUE DE IRUBIDE. Espacio verde acondicionado por los vecinos en el que se pretende construir un vial de alta velocidad. / Guillermo

576 vehículos por cada mil habitantes
en 2005 y subiendo; 20.000
viviendas vacías en la comarca y
la instalación de nuevos viales de
gran tamaño... Son las consecuencias
de una mezcla de especulación
urbanística al abrigo de las
autoridades políticas, sazonada
con un modelo de ciudad dispersa
que desde hace años está acabando
con el arbolado y los parques
de la ciudad.

Pero el rechazo a estas políticas
y actitudes se organiza estos días
en dos barrios de Iruñea que hacen
frente a sendos proyectos urbanísticos
que podrían destruir dos
parques muy especiales. Ambos
tienen más de 25 años desde el comienzo
de su reivindicación y su
defensa. Ambos fueron construidos
y mantenidos por el vecindario
a través de la llamada al ‘auzolan’,
una forma de trabajo colectivo, voluntario
y autogestionado en beneficio
de la comunidad.

El caso de Arrosadia

El caso de Arrosadia es bastante
grave. De las dos únicas zonas
verdes de este barrio de 15.000 habitantes,
una desaparecerá y la
otra será mutilada y separada del
barrio por un vial rápido de cuatro
carriles. La historia de este
parque se remonta a mediados de
los ‘70, cuando el vecindario comienza
a reivindicar y adecentar
un solar de unos 13.000 m2 como
parque público. Se plantan árboles,
setos y se crean varias huertas
comunales en 2004.

Actualmente, la participación
ciudadana ha desaparecido de la
política municipal con la mayoría
absoluta en el Ayuntamiento de
UPN (versión local del PP) junto
con CDN (también conservador).
En ningún momento el equipo de
gobierno ha accedido a recibir a
la Asociación de Vecinas y
Vecinos, dejando sin responder
las solicitudes. Las alternativas
propuestas, en línea con un “desarrollo
sostenible e integrador”,
han sido también ignoradas. Además,
esta situación y la cercanía
de las elecciones municipales han
permitido que el proyecto urbanístico
se acelere. El pasado 6 de
febrero se valló totalmente el parque
dando comienzo a los trabajos
de demolición. En declaraciones
a DIAGONAL, la asociación
ve las actuaciones como un intento
de aplicar la “habitual política
municipal de hechos consumados”,
además de como “un castigo
al barrio” que se suma al cotidiano
hostigamiento policial, como
se pudo comprobar al día siguiente
con la indentificación de alrededor
de 50 personas concentradas
en defensa del parque. [Las
movilizaciones ya están en marcha.
Más información en euskalherria.indymedia.org]

Txantrea en pie de guerra

Son ya 25 años desde el primer
auzolan en el que se plantaron los
árboles y se hicieron los caminos
del parque de Irubide, mostrando
así el rechazo al proyecto municipal
de construir un vial de alta velocidad.
En noviembre de 2006 la
plataforma Txantrearen Geroa (El
Futuro de la Txantrea) llamó al
barrio a una asamblea debido a la
aprobación por parte de la Junta
de Gobierno del Plan Parcial para
esta zona; un plan que destruiría
el parque y acabaría con los enlaces
peatonales del barrio al centro
de Iruñea, al reactivar la construcción
del vial. Días después, 700
personas se manifestaban en contra
del proyecto, pero de nuevo
UPN-CDN se negaron al diálogo.

En recientes declaraciones, el
Ayuntamiento aseguraba que iba
a modificar el proyecto debido a
las protestas, pero la plataforma
insiste en que “no basta con maquillar
el proyecto”, ya que el vial
“simplemente, no es necesario”.
Txantrearen Geroa está llevando
a cabo una campaña de recogida
de firmas y ha convocado una manifestación
para el 24 de febrero.