Argentina: RESISTENCIAS A LA UNIÓN DE INTERESES MINEROS Y GUBERNAMENTALES
Vecinos consiguen frenar proyectos de megaminería

En las principales provincias mineras los vecinos se organizan para frenar la minería a cielo abierto, una actividad altamente contaminante. En localidades como Esquel, Loncopué, Chilecito o Tinogasta han logrado frenar estas actividades.

- La Argentina que deja Néstor Kirchner, el “Restaurador”

10/02/11 · 18:20
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Imagínate que un conocido te enseña
el mapa de tu pueblo dividido
en cuadrados. Y que cada uno de
esos cuadrados ya está adjudicado
para la explotación de minerales.
¿Qué harías? “Yo mañana paro la
minera”, dijo Aldo Flores y el día
14 de diciembre de 2009 inició junto
con el abogado Sergio Ramírez
un corte de ruta a la empresa
Yamana Gold
para salvar Andalgalá,
un pueblo de 20.000 habitantes
en la provincia de Catamarca.
Los vecinos no tardaron en sumarse
masivamente al corte y así crearon
la Asamblea del Algarrobo.
Hasta ahora han conseguido frenar
las acciones de la minera, que
estaba a punto de empezar a explotar
Agua Rica, una mina de oro,
plata y cobre a 17 kilómetros de la
ciudad, que consumiría 300 millones
de litros de agua al día, mientras
que Andalgalá sufre cortes en
el servicio todos los veranos. “La
explotación de Agua Rica dejaría
el pueblo sin agua y nos obligaría
a irnos. Entonces la empresa podría
explotar sin problemas los minerales
que hay debajo del pueblo”,
comenta Ruth Vega, activista
de la Asamblea.

Allá donde se inicia un proyecto
de megaminería, las empresas se
encuentran con reacciones similares
por parte de los habitantes de
las localidades afectadas, organizados
en asambleas de vecinos y
coordinados a nivel nacional en la
Unión de Asambleas Ciudadanas.En 2003, la población de Esquel
(Chubut) fue la primera en impedir
la explotación de un proyecto de megaminería.
Después de que los vecinos
arrancaran al municipio la celebración
de un plebiscito, donde ganó
el “No a la Mina” por un 81%,
la canadiense
Meridian Gold suspendió
el proyecto.

“Tuvimos que aprender.
Muchos teníamos la imagen de la
minería con el casquito y el pico”,
cuenta el periodista Pablo Quintana.
La victoria del “No a la Mina” en
Esquel marcó un antes y un después.
Ese mismo año la provincia
de Chubut aprobó la Ley 5001, que
prohíbe la minería metalífera a
cielo abierto con uso de cianuro.
En 2005 la provincia de Río Negro
tomó una resolución similar. Unos
años más tarde lo harán Tucumán,
La Rioja y Mendoza. Para las otras
asambleas supuso un espaldarazo
y un aprendizaje. Pero también
aprendieron las mineras y los gobiernos:
nunca más se volvió a
convocar un referéndum.
Un reciente
estudio de la consultora
Aresco realizado en las principales
provincias mineras evidencia
la oposición de siete de cada diez
personas a los emprendimientos
mineros a cielo abierto.

El precedente de la Alumbrera
Andalgalá ya conocía desde 1997
el significado de la megaminería.
La mina Bajo la Alumbrera, situada
a 50 kilómetros de Andalgalá,
es la viva demostración de “las
mentiras” que utilizan las mineras
para vender sus proyectos, comenta
Vega. Con un hueco en la montaña
de dos kilómetros de diámetro
por 600 metros de profundidad,
este megaproyecto (el primero en
Argentina) apenas da trabajo a
unas 60 personas
del pueblo y utiliza
100 millones de litros de agua
por día, detalla Roberto Cecenarro,
ex concejal y economista.
El proyecto de la mina Agua Rica
usaría tres veces esa cantidad. “El
agua está en el centro del conflicto.
Sin agua el pueblo muere.
Además, la escasez y la contaminación
derivadas hacen que la minería
desplace a otras actividades
económicas, como la agropecuaria
o el turismo”, recalca Sergio Ramírez,
del Algarrobo.

“Agua Rica nos dejaría sin
agua y nos obligaría a
irnos. Entonces se podría
explotar sin problemas
los minerales”

Como consecuencia de la contaminación
provocada por las voladuras,
el drenaje ácido y la lixiviación,
se disparan las enfermedades.
Según explica Julio Ramos, cardiólogo,
“aparecen procesos bronquíticos
asmáticos, irritaciones pulmonares
crónicas, distintos tipos de
cáncer, malformaciones y alergias”.
Para Adriana Milán, médica
y activista de la Asamblea de Vecinos
Autoconvocados de Loncopué
(Neuquén), “es una cuestión de salud
pública”.

En Loncopué ya han echado no
una, sino dos veces a una empresa
minera. La primera vez, en 2007, se
trataba de una empresa canadiense
que quería extraer oro. “En seguida
se formaron asambleas de vecinos
autoconvocados y al poco de empezar
la movilización, la empresa se
retiró porque sus acciones empezaban
a bajar por la protesta”, relata
Adriana Milán.

La segunda vez ya estaban advertidos,
y coordinados. Se trataba
de una empresa de capital chino
que había comprado la mina sin
atenerse a la legalidad vigente,

aprovechando el nicho de mercado
neuquino para la minería y la
corrupción. Los vecinos trabajaron
en dos vías: la legal y la calle.
Cuando por fin una jueza determinó
en septiembre de 2009 que se
parara toda actividad minera hasta
que se esclareciera la legalidad
de la compra, Loncopué estalló de
alegría. “Fue como si Argentina
hubiera ganado el Mundial de fútbol”, recuerda Milán. Una vez ganada
la batalla, se acercaron partidos
políticos a la asamblea, “para
cooptar la lucha”, afirma Milán.
“Pero el proceso asambleario que
hemos vivido es reacio a lo partidario,
bebe de las movilizaciones
de 2001”. En ese sentido, las asambleas
se reafirman en su legitimidad,
frente a la legalidad.

La legalidad del saqueo

Desde 1994, en época del presidente
Carlos Saúl Menem, la legislación
minera creó un paraíso para
la inversión, hasta el punto de que
el propio Estado tiene prohibido
explotar por sí sólo cualquier yacimiento.
Las grandes empresas extranjeras,
por el contrario, gozan
de beneficios fiscales
y sólo pagan
un 3% en concepto de impuestos.
A esto se le añade un beneficio por
exportar desde los puertos argentinos,
que oscila entre el 5% y el 10%.
“Al final el Gobierno les termina
pagando por saquear y contaminar
el país”, resume Cecenarro. Además,
esas tasas se calculan sobre la
declaración jurada de lo que extraen
realizada por las mismas empresas
mineras, sin ningún control.
El fiscal Antonio Gómez estimó
que la mina Bajo la Alumbrera estaría
evadiendo entre ocho y diez
mil millones de dólares al año, en
base a las muestras tomadas tras
un derrame en un mineraloducto.

Según el fiscal Antonio
Gómez, la mina Bajo la
Alumbrera evade entre
ocho y diez mil millones
de dólares al año

El kirchnerismo no sólo significó
la continuidad de este modelo,
sino su profundización.
Además
de una íntima relación entre altos
funcionarios y las mineras, la presidenta
Cristina Kirchner vetó en
2008 la ley de protección de glaciares,
que prohibía la utilización
de agua de alta montaña para usos
mineros. En septiembre de 2010,
la ley de protección de glaciares
volvía a aprobarse en el Congreso
y no hubo veto. Pero el gobernador
kirchnerista de San Juan, José
Luis Gioja, declaró que no aplicaría
la ley en su provincia en virtud
de una cláusula constitucional, incluida
con apoyo de Néstor
Kirchner en la reforma constitucional
de 1994, que regionaliza el
subsuelo y deja a las provincias la
negociación con las empresas multinacionales.
“Te vienen multinacionales
que manejan capitales
que te triplican el presupuesto total
de una provincia. ¿Qué poder
puede tener una provincia frente a
eso?”, pregunta Quintana.

Las asambleas de autoconvocados,
o vecinos por la vida, como también
se han denominado, son el único
obstáculo. “Fue una guerra muy
dura. No hubo muertos, pero sí gente
amenazada, golpeada y censurada.
Tuvimos un triunfo muy importante,
pero la persecución política
que sufrimos es devastadora”, declara
Gustavo Macayo, abogado esquelense.
En febrero de 2010, los vecinos
de Andalgalá sufrieron una gran
represión
cuando intentaron detener
el ingreso de las máquinas a la
mina. Hubo tantas familias golpeadas
que esa noche Andalgalá reaccionó
con un auténtico alzamiento,
se incendió la municipalidad, apedrearon
la oficina de Agua Rica y los
negocios promineros. Al día siguiente,
un juez de Minas dictaminó que
se parara la actividad minera hasta
que “se restableciera la paz social”.

“Las asambleas de
vecinos autoconvocados
son el único obstáculo
para el saqueo de las
multinacionales mineras”

Los vecinos coinciden en afirmar
que las mineras no estaban preparadas
para un movimiento sin líderes,
tan heterogéneo y compacto.
“A ellos les rompía los esquemas el
que no hubiera un líder que poder
cooptar.
Llegaban y preguntaban
‘¿acá quién es el líder?’. No, mirá,
acá no hay”, respondía Pablo Quintana,
de la Asamblea de Esquel.
“No todos los cambios pasan por
las instituciones”, concluye.


Minas, agua
y cianuro

La minería a cielo abierto requiere
de una gran cantidad de agua y
es altamente contaminante.
Marta Sahores, química de la Universidad
de la Patagonia, explica
que “se usa el mismo proceso
que con el café: la lixiviación.
Para hacer café necesitas molerlo
y echarle agua para extraer su
jugo. En la montaña es igual, con
dinamita haces polvo la roca y le
añades agua con cianuro para
extraer el oro”. La minera iba a
usar seis toneladas de cianuro
por día, cuando 300 mg es letal
para una persona. “La noche que
se ganó el plebiscito salimos
9.000 personas a festejar. ¡De un
pueblo de 30.000!”, recuerda
Sahores.


Chilecito y Famatina ganan a la Barrick Gold

“Triunfo a cielo abierto”, tituló
una revista argentina cuando en
2007 las asambleas de las localidades
de Chilecito y Famatina
obligaron a Barrick Gold a retirarse
del proyecto Famatina.
Según
explicó en unas jornadas sobre
megaminería Cecilia Luján,
integrante de la Asamblea de
Vecinos por la Vida, fueron sus
alumnos los que empezaron a
impulsar el movimiento del “No a
la Mina”, que se extendió hasta
configurar una amplia base
social en la provincia. Como ocurrió
en Chubut, con la victoria del
gobernador Das Neves, en La
Rioja también ganó un gobernador,
Beder Herrera, que se presentaba
con discurso prominero
y que luego parece haber cambiado
de idea. Tras una reunión
con Herrera, Rodolfo Gaitán, ex
legislador provincial, afirmó: “La
única alternativa para Chilecito y
Famatina es la minería”.

A la presencia
de uranio se le une el
reciente descubrimiento de minerales
hidrocarburíferos,
al que ha
seguido la firma de un acuerdo
entre la provincia y Repsol YPF
para su explotación. Actualmente
las asambleas siguen movilizadas
para impedir que otra multinacional
minera, esta vez de
capitales chinos, la Shandong
Gold, empiece a explotar oro en
otro cerro, también del cordón
Famatina, pero más cercano al
pueblo. “Aunque también hablamos
del saqueo, la contaminación
y nuestros derechos, nuestra
lucha se centró en el
consumo de agua”, comenta Silvia
Gabriela Romano.
“Ante la
proximidad de la campaña electoral
van a tratar de ir lento, pero
apenas pasen las elecciones van
a intentar concretar. Estamos
dispuestos a resistir”, concluye
Romano.


Tinogasta frena la
extracción de uranio

“Ustedes, lamentamblemente,
no van a poder pasar”,
sentenció Eliana Carpio en
Tinogasta tras cruzar su coche

ante la incredulidad, y
los seis camiones, de la
minera. La asamblea de
autoconvocados por la vida
supo en 2007 que la empresa
australiana Jackson Minerals
pretendía extraer allí uranio
a cielo abierto. Desde
entonces hubo una dura oposición
vecinal. A las consecuencias
medioambientales,
se sumaba la presencia
de ruinas arqueológicas
del “Camino del Inca”.

Los vecinos consiguieron
que el intendente llevara
la instalación del proyecto
a consulta popular, pero el
plebiscito fue invalidado
por la Corte Suprema de
Catamarca 48 horas antes
de celebrarse. Al igual que
ocurrió en los otros intentos
de plebiscitos, el tribunal lo rechazó
porque los municipios
“no tienen injerencia
en las políticas económicas
provinciales”. A estas
movilizaciones, se sumó una
polémica por el primer ministro
neozelandés John Key.
En
un país declarado libre de
energía nuclear, a Key se le
descubrieron acciones en la
minera Jackson, que explotaba
uranio. Tras haber contenido
a la Jackson, los Autoconvocados
por la vida se
enfrentan en la actualidad a
la empresa Cat Gold, de capitales
canadienses, que pretende
extraer oro y cobre a
cielo abierto en Las Papas,
en el norte de Tinogasta.


Connivencia entre las mineras y el kirchnerismo

El yacimiento de oro, plata y
cobre que pretende explotar la
empresa canadiense Barrick
Gold se encuentra en la frontera
entre Chile y Argentina, en
la cordillera de los Andes,
justo debajo de los glaciares,
las reservas de agua más
puras del planeta. Este proyecto
se beneficia del Tratado
Minero que firmaron en 1997
el presidente argentino Carlos
Menem y su homónimo chileno
Eduardo Frei.
Desde que se
presentó el proyecto en 2001,
organizaciones de los dos
Estados no han dejado de
movilizarse en contra y denunciar
la íntima relación de José
Luis Gioja, gobernador kirchnerista
de San Juan, la provincia
argentina afectada, con la
minera. Esta íntima relación
tanto del Gobierno del kirchnerismo
con la Barrick llevó en
2008 a la presidenta a vetar
la ley de protección de glaciares.

En 2010, cuando finalmente
se aprobó, Gioja se
apresuró a declarar que su
provincia no la acataría, en
base a una modificación de la
ley de 1994 sobre la gestión
de los recursos naturales que
fue aprobada con la ayuda del
ex presidente Néstor Kirchner.
En la actualidad, pese al hostigamiento
de personas clave
en la resistencia, las asambleas
siguen activas, relata la
activista chilena Consuelo
Infante.

“A comienzos de
2010 se inició un proceso de
sanción tomando algunas irregularidades
en las que había
incurrido la Barrick, pero al
cambiar en septiembre la institucionalidad
ambiental, los
procesos de sanción abiertos y
no resueltos han quedado
congelados”, añade Infante.

TESTIMONIOS: UN ANTES Y UN DESPUÉS EN
ANDALGALÁ

Aldo Flores recuerda cómo empezó
el corte de ruta en
Andalgalá, el 14 de diciembre de
2009: «Una noche estábamos pasando
un documental que habíamos
hecho con un amigo de
Buenos Aires, la gente de Famatina
y de Tinogasta. De ahí salió
que había que hacer algo urgente:
le cortamos la ruta a la minera.
Llegamos al 25 de diciembre
y pasamos la Navidad allá. Para
la gente fue muy impactante sentir
que le estaban dando un contenido
a sus vidas. Ahí la gente
estaba redescubriendo el significado
de compartir con el otro, de
lo colectivo. Una mujer trajo la
virgen de Catamarca y unos chicos
trajeron una bandera del
Che. Y ahí están, conviviendo el
uno con el otro, eso es lo que está
aprendiendo la gente».
Otro día clave para Aldo Flores
fue el 15 de febrero del siguiente
año, cuando el pueblo, entre la represión
de la policía, intentaba
impedir la entrada de las máquinas
de la minera. «En medio de la
locura, de los heridos, había gente
que me preguntaba que cómo
me sentía. Y yo decía que estaba
inmensamente feliz de ver que
esa gente se había levantado y estaban
defendiendo la vida. Aunque
fuera por un momento, habían
perdido el miedo. Eso ha marcado
un antes y un después en
nuestro pueblo. Ahí la gente se
manifestó como era, después de
tantos años de mentiras y de
trampas y de ser subordinados,
se sintieron con la libertad de hacer
algo».

Más info: [http://losmovimientoscontraatacan.wordpress.com->http://losmovimientoscontraatacan.wordpress.com]

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