ANÁLISIS // LA ECLOSIÓN DE LA RED N-1 A PARTIR DEL MOVIMIENTO 15M
Toma las plazas, toma las calles, toma las redes

El movimiento 15M también busca regenerar la participación democrática en internet, por eso frente a las redes sociales comerciales ha apostado por N-1.

, es de la comisión de Comunicación y Difusión en Red de Acampada Sol
20/07/11 · 17:56
Edición impresa

7 de junio, asamblea extraordinaria
de Acampada Sol en
la analógica plaza del
Carmen. Estamos a cinco
días de levantar el campamento y
queremos dejar canales de comunicación
preparados para la siguiente
etapa de descentralización. Mucho
ha cambiado desde que alguien
abrió una cuenta en Gmail la noche
del 15 al 16 de mayo junto al Oso y
el Madroño y hemos alcanzado una
complejidad operativa que no cabe
en ninguna de las plataformas web
habituales
. ¿Cómo lo haremos? La
asamblea parece tenerlo claro: pensemos
en cómo sacar el máximo
partido a N-1.

Una frase termina de convencer
a quienes dudan: “Al igual que
no convocamos asambleas en la
planta baja de El Corte Inglés, no
vamos a Facebook”
. Si elegimos
estar en la Puerta del Sol pasando
calor y tragando polvo porque
merece la pena utilizar el espacio
público y autoorganizarnos, en internet
tiene sentido apostar por
N-1. Lleva cierto esfuerzo extra
aprender a habitarlo y mantenerlo,
pero es una decisión política
que conecta con una idea clave del
movimiento 15M: no queremos
que nuestras vidas sean mercancía.
Frente a regalar nuestros datos
personales y nuestra memoria
colectiva a empresas transnacionales
de dudosa ética, se opta por
la red social más transitada de
Lorea
, un proyecto sin ánimo de
lucro para crear redes libres autogestionadas.

La primera semana, a medida
que se multiplicaban las plazas tomadas
por el mundo y las carpas
por Sol, un grupo de hackers formaba
la comisión Hacksol para poner
a punto el software libre de
siempre
(blogs y listas de correo).
Les sobrepasaron prácticas comunes
en la web 2.0: hacían falta calendarios
de eventos, textos de edición
colectiva, galerías de fotos, entornos
de debate más versátiles,
etc. Algunas personas vinculadas a
Lorea estábamos viviendo el 15M
desde dentro pero dudamos si proponer
N-1 porque quizá no estaba
preparado en términos de estabilidad
y usabilidad. Aún así, Hacksol
quiso experimentar instalando network.
takethesquare.net, una nueva
red basada en el código de Lorea
que estaría federada con el resto
(en una fase desarrollo hacia la que
estamos apuntando). También llegamos
tarde: acampadas tan activas
como las de Barcelona, Málaga
o Sevilla ya habían abierto sus grupos
en N-1 y pronto les siguieron
más. Muchas otras iniciativas individuales
o colectivas que se identifican
con el 15M no tardaron en habitarlo
intensamente
, compartiendo
información y motivos para la
movilización en red.

No sorprende si se tiene en
cuenta la creciente preocupación
general sobre las redes sociales
comerciales. Episodios de censura,
cierres unilaterales (es significativo
que Facebook borró el evento
de Democracia Real Ya para la
manifestación del 15M), legislación
liberticida e invasión publicitaria
han levantado las alarmas y
cada vez nos preocupan más nuestra
privacidad y soberanía tecnológica.
Era de esperar que el malestar
que vertebra el 15M, ese
profundo descontento con vías de
participación política y social insuficientes,
se muestre en internet
.

No obstante no queremos negar
el papel de Facebook y Twitter,
que no se han abandonado por su
incontestable poder de difusión
mayoritaria. Tampoco obviar una
diferencia de enfoque que puede
resultar chocante o desmotivadora
en principio: N-1 no está pensado
como espacio de socialización, sino 
para la colaboración horizontal
. No
encontrarás en ella a tus amigas del
instituto, pero sí un sitio donde consultar
actas o escribir manifiestos
colectivamente. Funciona sólo para
conectar a personas ya movilizadas,
al menos por ahora.

La buena noticia es que estas personas
no son pocas: en mes y medio 
pasamos de 3.000 a 19.000 habitantes
y de 370 a 2.100 grupos
. Y lo
mejor no es la cantidad de nuevos
avatares, sino la calidad de las
asambleas virtuales que están recuperando
el debate en internet en paralelo
a las asambleas populares en
los barrios. Respecto a Lorea, como
para muchos otros proyectos contrahegemónicos
anteriores al 15M,
este despertar trae nuevas fuerzas
en forma de inteligencia colectiva
que se ha incorporado a la comunidad
y, por supuesto, nuevos retos
para satisfacer las expectativas.
Nadie estaba preparado para esta
eclosión, pero aprendemos juntas
cada día. Estamos pensando cómo
pasar de ver las plazas como centros
comerciales privativos a vivirlas
como ágoras donde se construye
y enreda ciudadanía;
queda
mucho que inventar, en las calles
y en las pantallas.

En el último mes y medio se ha
hecho evidente la caducidad de
ciertas instituciones y una gran
parte de la ciudadanía es consciente
de que necesitamos un
cambio. Ver a Mark Zuckerberg
bromeando con Sarkozy antes
de la última cumbre del G8 sugiere
más argumentos
. Es pronto
para saber qué va a pasar con
Lorea y cómo va a articularse
con otros proyectos de empoderamiento
tecnológico, pero la
credibilidad de esos gigantes que
gobiernan también en internet
sin que nadie les haya votado ya
se ha fracturado. Si no queremos
estar en manos de banqueros y
políticos, tampoco de piratas de
Silicon Valley.

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