AGUILAR. “Hubo intentos de criminalizar al movimiento tras el apagón de Barcelona”.

DIAGONAL: ¿Cómo ha sido la acogida
del movimiento en el territorio?

PASQUAL AGUILAR: El proyecto
de construcción de la MAT y sus infraestructuras
complementarias son
percibidos por mucha gente como
una agresión durísima al territorio,
lo que ha producido un importante
sentimiento de empatía hacia los
planteamientos de la Plataforma.

D.: ¿Y en los centros urbanos?

P.A.: Nuestro mensaje ha llegado a
toda la demarcación de Girona y a
algunas comarcas afectadas de
Barcelona, más allá del ámbito rural.
A pesar del esfuerzo, es más difícil
que cale nuestro discurso entre la población
de Barcelona u otros territorios
catalanes, ya que padecemos un
boicot por parte de los grandes medios
de comunicación, que nos niegan
espacios de réplica. Se esfuerzan
por presentarnos como un grupo
minoritario con ideas insolidarias
y retrógradas. Así, durante el apagón
que sufrió Barcelona hace dos años
hubo intentos de criminalizar al movimiento,
mezclando temas y haciendo
afirmaciones que se demostró que
eran técnicamente falsas.

D.: ¿Qué dificultades tenéis para relacionaros
con grupos similares como
vuestros homólogos franceses?

P.A.: La principal dificultad es la distancia
física, que nos obliga, en algunas
ocasiones, a realizar largos desplazamientos.
A pesar del uso de las
nuevas tecnologías son imprescindibles
los encuentros cara a cara. Con
movimientos ciudadanos de otras zonas
como Fucat de Valencia, o Salvemos
la Montaña Leonesa la complicidad
y solidaridad es total.

D.: ¿Cómo son vuestras relaciones
con la Asociación de Municipios?

P.A.: Las relaciones con la AMMAT
son cotidianas y fluidas a pesar de
que se ha ido generando una divergencia
entre las dos plataformas. La
política de hechos consumados ha
llevado a un inicio de obras totalmente
irregular y a una “guerra psicológica”
contra la población y los alcaldes.
El sentimiento de impotencia se
ha extendido en diferentes sectores y
la AMMAT ha ido apartando el discurso
de la Plataforma para centrarse
en la reivindicación del soterramiento
de la línea, lo que conlleva a
un principio de aceptación de la
MAT. A pesar de esta divergencia
continuamos coincidiendo en la denuncia
de las maneras antidemocráticas
de los gobiernos y de Red
Eléctrica, así como en lo innecesaria
que es la MAT.

D.: ¿Cómo se presenta el calendario
de acciones para este curso?

P.A.: Existen grupos locales autónomos
que realizan por su cuenta actos
de denuncia. Intentamos dar una respuesta
más colectiva y organizada
cuando nos visitan altos cargos del
Gobierno... No perdemos de vista la
posibilidad de realizar con la AMMAT
una manifestación masiva que
exija la paralización de obras y de
tramos aún no iniciados.

D.: ¿Qué crees que tiene de original
la Plataforma No a la MAT.?

P.A.: El gran acierto ha sido hacer ver
a todas las personas que querían hacer
algo contra la MAT que las iniciativas
locales son fundamentales,
pero que sin la existencia de una organización
que tenga una visión global
del problema se puede caer fácilmente
en el aislamiento y el enfrentamiento
entre territorios.

D.: ¿Cuál ha sido vuestro principal
logro y qué os queda por hacer?

P.A.: Nuestro gran logro ha sido desmontar
la campaña de desinformación
que se ha organizado para que
la población afectada viera con buenos
ojos esta infraestructura. Sea
cual sea el final de esta lucha, la
MAT está condenada a ser una infraestructura
indeseable, fruto de
unas ambiciones económicas ajenas
al interés general. Pero no nos quedamos
en esta posición de rechazo:
proponemos un modelo energético
posible y alternativo basado en la
generación distribuida y con base
en las energías renovables.